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El gobierno que acaban de formar el bipartito formado por Partido Popular y Ciudadanos, con Juan Manuel Moreno Bonilla como presidente y Juan Marín como segundo, en la vicepresidencia, es la primera vez en la historia de la preautonomía y autonomía andaluza en que la provincia de Jaén no está representada en el Consejo de Gobierno. En las últimas fechas se ha hablado mucho de este asunto y es verdad que la experiencia de tener tantos consejeros y consejeras no siempre ha dado a la provincia los beneficios que de entrada se podrían pensar, no obstante he defendido que sin ser absolutamente necesario sí es muy conveniente que personas, en este caso políticos de Jaén estén en los órganos de gobierno que es donde se toman las decisiones, y si no es para barrer pasa casa, al menos sí permite que se escuchen los argumentos del territorio y no nos tengamos que enterar como todo el mundo por la prensa de los acuerdos del ejecutivo andaluza que se refieran a la provincia.

En total han sido quince personas, unos jienenses de pleno derecho y otros personajes vinculados o con residencia en la provincia, los que han tenido el privilegio de ostentar cargos de primer nivel como consejeros o consejeras, exactamente desde el año 1979, hace cuarenta años, cuando el 2 de junio tomaba posesión el segundo gobierno preautonómico, presidido por Rafael Escuredo y en el que figuraban dos políticos que sin ser de Jaén desarrollaban aquí su actividad política. El notario Antonio Ojeda Escobar, nacido en 1941, en la localidad onubense de Escacena del Campo, que desempeñó su tarea profesional en lugares como Villacarrillo o Úbeda, fue llamado a ocupar la Consejería de Interior en la preautonomía andaluza, en tanto que el abogado Fernando Arenas del Buey, nacido en Larache (Marruecos) en 1934, que militaba en las filas de UCD, se hizo cargo de la Consejería de Salud. El primero llegaría a ser años más tarde el primer presidente del Parlamento de Andalucía y el segundo ocupó plaza como senador. Ellos fueron los precursores y no se puede ni se debe recordar la trayectoria de los gobiernos andaluces sin aludir a la contribución que hicieron.

Ya en la primera legislatura, de 1982 a 1986, en el tercer gobierno y en el primero de la autonomía, presidido por el propio Escuredo, dio entrada a un jienense, Pablo Recio Arias, al frente de la responsabilidad de Salud y Consumo. Dos años después de constituirse se formó el segundo gobierno autonómico, ya presidido por José Rodríguez de la Borbolla, y esta vez continuó el citado Pablo Recio en tanto que otro jienense, Javier Torres Vela (Pozo Alcón, 1953) y que hizo su carrera política en la hermana provincia de Granada, desempeñó la responsabilidad de Cultura. En el tercer gobierno autonómico, bajo la misma presidencia de Rodríguez de la Borbolla, Torres Vela mantuvo su cartera en tanto que a la Consejería de Educación se incorporaba Antonio Pascual Acosta (Jaén, 1951).

La tercera legislatura, que abarcaba de 1990 a 1994, el cuarto gobierno autonómico, que tomó posesión el 27 de julio de 1990, ya con Manuel Chaves como presidente, integró a Concepción Gutiérrez del Castillo (Linares, 1954) como consejera de la Presidencia, mientras que Leocadio Marín Rodríguez (Baeza, 1942) se ocupó durante un tiempo de la Consejería de Agricultura en la que le sucedió el hoy ministro Luis Planas y Antonio Pascual siguió al frente de Educación en esta etapa en la que fueron creadas por el Parlamento las nuevas universidades andaluzas, entre ellas la de Jaén.

Por lo que respecta a la cuarta legislatura, en este caso de 1994 a 1996, el quinto gobierno de la autonomía con Chaves como presidente, supuso el traslado de Pascual Acosta a la Consejería de Industria, Comercio y Turismo, en la que fue sustituido por Gaspar Zarrías Arévalo (Madrid, 1955), mientras que se incorporaba otro político de la tierra, Francisco Vallejo Serrano (Alcaudete, 1957) para la Consejería de Obras Públicas y Transportes. En el siguiente periodo, esta vez de 1996 a 2000, el gobierno que tomaba posesión el 17 de abril de 1996 posicionaba a Gaspar Zarrías al frente de la Consejería de Presidencia, con Chaves como presidente. Como consecuencia del acuerdo con el Partido Andalucista, Antonio Ortega García (Linares, 1955) ostentó la cartera de Relaciones con el Parlamento y Francisco Vallejo continuó al frente de Obras Públicas y Transportes.

En la sexta legislatura y séptimo gobierno autonómico, ya de los años 2000 a 2004, apenas se produjeron novedades. Zarrías continuría con sus funciones y aún le quedaba un largo trayecto, Vallejo pasó a responsabilizarse de la Consejería de Salud y el andalucista Ortega inauguraba Relaciones Institucionales, que mantuvo poco tiempo. Ya en la séptima legislatura, de 2004 a 2008, seguía Manuel Chaves al frente del gobierno y Zarrías como consejero de la Presidencia, a Concepción Gutiérrez del Castillo se le adjudicó la competencia de la Consejería de Obras Públicas y Transportes y al mismo tiempo se incorporaba otra mujer que ha resultado ser de largo recorrido, se trata de Micaela Navarro Garzón (Andújar, 1956). Y llegamos a la octava legislatura, de 2008 a 2012, donde el gobierno tomaba posesión el 21 de abril de 2008, todavía presidido por Manuel Chaves y ahora ya Zarrías en calidad de vicepresidente primero (Griñán era el segundo), y aquí la novedad era que se incorporaba María del Mar Moreno (La Carolina, 1962) al frente de la Consejería de Obras Públicas y Transportes y Micaela Navarro continuó liderando la de Igualdad y Bienestar Social. En el desarrollo de esta legislatura se produjo la dimisión de Chaves el 22 de abril de 2009, Zarrías ejerció de presidente accidental con brevedad y el Parlamento eligió a José Antonio Griñán para ocupar la presidencia de la Junta, lo que supuso un sorpresivo cambio de timón hacia todo lo que había sido poder hasta ese momento, salvo alguna excepción. De hecho designó para la Consejería de Presidencia a Antonio Ávila Cano (Alcalá la Real, 1965) y mantuvo en su puesto a Micaela Navarro. Este gobierno fue reformado en marzo de 2010 y Griñán, con mando en plaza, dejó a la iliturgitana Micaela Navarro en sus funciones e hizo consejera de Presidencia a María del Mar Moreno, en tanto que siguió contando con Antonio Ávila pero le adjudicó la responsabilidad de Economía, Innovación y Ciencia.

Así llegamos en este recorrido, a la novena legislatura, de 2012 a 2015, donde Griñán sustituyó en Presidencia a María del Mar Moreno por Susana Díaz, a Moreno le adjudicó Educación y Antonio Ávila continuó asumiendo esta vez la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo. Dentro de esta misma legislatura se produjeron cambios de 2013 a 2015, el más importante en la presidencia, de José Antonio Griñán a Susana Díaz, y como venía ocurriendo en los últimos años, ya era menor la presencia de la provincia de Jaén en el Consejo de Gobierno, una sola persona, Elena Víboras Jiménez (Alcalá, 1956) para Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. Todavía llegaba el 26 de enero de 2015 el decimotercer gobierno autonómico, en el que no había cambios referidos a la presencia de Jaén, se mantenía en su cargo Elena Víboras.

En la décima legislatura, de 2015 a 2019, con Susana Díaz como presidenta, desde el primer gobierno formado, que tomó posesión el 17 de junio de 2015, hasta la fecha de las recientes elecciones autonómicas, a pesar de que se ha ido remodelando el gobierno, se ha mantenido durante todo este tiempo al frente de la Consejería de Fomento y Vivienda a Felipe López García (Alcalá la Real, 1954). El veterano político, que lo ha sido casi todo desde concejal y alcalde de su pueblo, ha culminado así una carrera en las diferentes administraciones, ya que ha sido diputado al Congreso, delegado del Gobierno de la Junta en Jaén y presidente de la Diputación Provincial.

Así llegamos a la legislatura que acaba de iniciarse, la XI, y se ha roto la racha, solo hay una política de Jaén al frente de una viceconsejería, la exparlamentaria del PP en la Cámara andaluza, Lina García. Ni quitamos ni ponemos, me limito a contar cómo ha sido la representación provincial en el gobierno de nuestra comunidad desde el primer momento hasta el día de hoy.

Por lo que se refiere a los personajes, la opinión pública entiendo que los conoce a todos o a casi todos. Los verdaderos pesos pesados durante un tiempo en el que Jaén contaba mucho en la política andaluza, fueron Gaspar Zarrías junto a Francisco Vallejo, Micaela Navarro y María del Mar Moreno. Hubo gobiernos donde Jaén llegó a tener hasta cuatro consejeros, por ejemplo de 2000 a 2004, en el ejecutivo de Chaves, donde se dejaba notar la influencia de Zarrías, cuatro también hubo de 2004 a 2008 y otros cuatro de 2008 a 2012, aunque en este tramo se cayó del cartel Francisco Vallejo.

Es evidente que por lo que se refiere a servicios prestados a la provincia no se puede hacer tabla rasa, unos hicieron más y otros menos, lo que resulta injusto a todas luces es negar a la totalidad de los consejeros y consejeras alguna aportación en favor de su territorio. No obstante hay datos objetivos que indican que la provincia no ha avanzado en sus posiciones y ésta por desgracia no es una opinión sino una evidencia, no hay más que echar un vistazo a las estadísticas para visualizar los escasos cambios en materia de desarrollo económico y social que se han producido en los mejores años de la autonomía andaluza, con tantos políticos en danza que teóricamente debían dar respuestas a Jaén. En otro momento podremos hacer una incursión en proyectos, muchos de ellos frustrados, en la capital y en la provincia, como el Plan Linares Futuro, que es una de las peores experiencias y un fracaso de la política andaluza. También hay logros, pero por suerte o desgracia para la sufrida Jaén pesan mucho más los desaciertos, por clamorosos, que los éxitos, aunque algunos, como la propia Universidad, sea una conquista histórica.

Gaspar Zarrías fue el todopoderoso e influyente político andaluz que volvía a su provincia todos los fines de semana y al que se consideraba el verdadero cerebro de la Junta. No fue indiferente para nadie, era omnipresente, tenía una legión de próximos que le admiraban o le adulaban, era amigo de hacer favores y representó el papel de animal político, envidiado por sus adversarios, siempre con Jaén en la boca, pero de la misma manera tuvo muchos críticos, que se fueron incrementando a medida que se apagaba su estrella y ha conocido y aún sigue viviendo, la experiencia de las horas amargas, y en este momento solo queda el recuerdo de una etapa más en la historia un tanto inquietante de la política en su relación con Jaén. Lo que sí se ha quedado en la memoria de los jienenses es la tarea del que fue consejero de Educación, Antonio Pascual Acosta, firme impulso de la Universidad de Jaén, junto con las de Huelva y Almería, que el Parlamento andaluz aprobó en el año 1993. Los jienenses no regatean muestras de afecto y simpatía hacia Pascual, que aunque reside en Sevilla prodiga sus viajes a Jaén y que ha recibido honores en su tierra, tiene una calle con su nombre y la UJA le ha colmado justamente de reconocimientos. María del Mar Moreno, por su parte, estuvo a punto de llegar a la presidencia del gobierno andaluz, pero las tensiones políticas lo impidieron, no obstante ella fue la primera mujer presidenta del Parlamento, su carrera política fue fulgurante, pero el juego de las estrategias acabó por dejarla al margen, al final ha tenido un discreto puesto en el Senado por designación autonómica y últimamente en el Consejo Consultivo de Andalucía, responsabilidad que es de suponer tendrá que abandonar con el nuevo gobierno de la Junta.

 

Foto: De izquierda a derecha y de arriba abajo, Antonio Ojeda Escobar, Fernando Arenas del Buey, Antonio Pascual Acosta, Concepción Gutiérrez del Castillo, Leocadio Marín Rodríguez, Francisco Vallejo Serrano, Gaspar Zarrías Arévalo, Micaela Navarro Garzón, María del Mar Moreno Ruiz, Antonio Ávila Cano, Elena Víboras Jiménez y Felipe López García.

 

  

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