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Mañana se cumplen dos años de la celebración de las elecciones locales, el 26 de mayo de 2019, y desde el primer momento, en las conversaciones entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, siempre quedó claro que una de las prioridades, o mejor dicho, la prioridad, iba a ser la puesta en marcha del sistema tranviario de Jaén, más que nada porque es vergonzosa la situación de un transporte que lleva parado diez años, desde que pasó a cocheras una vez que el juez ordenó la suspensión de su servicio en pruebas, para satisfacción del entonces gobierno del Partido Popular y su alcalde, José Enrique Fernández de Moya, que en su momento no tuvo reparo alguno en afirmar que no se iba a subir a ese tranvía. Desde entonces hasta ahora ha sido el tema más recurrente, el que peor califica a los políticos que han intervenido tratando de aliviar los trámites.

Si años atrás nos quejábamos de los continuos enfrentamientos entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Jaén, sobre todo cuando eran gobernados por formaciones diferentes, en un ejemplo manifiesto de irresponsabilidad, de deslealtad y de menosprecio al interés general de la ciudad y de los jienenses, en favor de Julio Millán, el actual alcalde socialista, que lo es por su coalición con Ciudadanos, pero, también, porque fue la fuerza más votada sin paliativos, hay que dejar bien claro que en estos dos años el alcalde ha dado muestras sobradas de prudencia y de capacidad de entendimiento en las relaciones con el gobierno andaluz de Partido Popular y Ciudadanos, y ha recibido tanto al presidente como a los consejeros de forma exquisita cada vez que han venido por Jaén.

Fueron los mismos responsables públicos, Juanma Moreno y Julio Millán, quienes pusieron fecha a la circulación de los vagones por la ciudad, el año pasado, en el actual, y como todo el mundo sabe lo mismo ocurrió años atrás. Las últimas declaraciones del presidente, en su visita de hace unos días a Jaén, fueron un jarro de agua fría en relación con anteriores compromisos, porque por primera vez aplazaba la hora del tranvía de Jaén para el próximo curso político, suspenso hasta septiembre. Si es verdad como dice el alcalde que el Ayuntamiento tiene al día sus deberes y que no hay nada que impida la firma del convenio, paso previo a todos los demás trámites, puesta a punto de la infraestructura y licitación del servicio, que se llevan un tiempo, es entendible que el regidor jienense haya pasado a la acción, en el sentido de no confiar más en las palabras y ponerse a los hechos. El detonante han sido las declaraciones del presidente, pero también, y es seguro que deben estar conectadas, la aparente pasividad que muestra la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, que ha ido dilatando el proceso, dando largas cambiadas en principio sin explicación convincente.

El alcalde ha decidido actuar  y, repito, es lógico, porque se trata de un recurso público que está pendiente y que ya ha dado una imagen deplorable para que parezca que no importa que se prolongue sine die. Millán ha convocado al Consejo Económico y Social de la ciudad de Jaén para darle cuentas del trabajo municipal en materia de movilidad, que no se puede contemplar sin el tranvía. El alcalde ha pedido y ha recibido, el apoyo del CES local, y no es la primera vez que este órgano consultivo se pronuncia, ya lo hizo en 2015, aunque su presidente, el abogado Manuel Carcelén, interpreta que en aquella ocasión, con gobierno del PP, se le hizo una “consulta trampa” porque se pensaban que iban a manifestarse en contra poniendo como excusas argumentos como la viabilidad económica. El mismo Carcelén ha manifestado que el hecho de que el tranvía siga parado y en cocheras es una “aberración”.

La respuesta de la Junta al clamor de Julio Millán no se ha hecho esperar. El encargado de contestarle ha sido el delegado de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Jesús Estrella, que demanda del primer edil que saque la confrontación política de la mesa de trabajo del tranvía. Y manifiesta que la Junta ha logrado en menos de dos años dar la vuelta a “la situación de paralización y enmarañamiento técnico y jurídico en la que se encontraba la infraestructura desde hace una década”. Califica de negligente la gestión de los gobiernos anteriores de la Junta “que habían sumido en una profunda crisis el proyecto, al carecer de viabilidad técnica y económica”. Entre otros razonamientos de defensa del trabajo del actual ejecutivo andaluz, Jesús Estrella deja claro que “para la Consejería el tranvía es una prioridad y una infraestructura fundamental para la movilidad y el desarrollo sostenible de Jaén, tanto para los vecinos de la capital como para los de su área metropolitana, es decir, de los municipios cercanos, por lo que también refuerza la capitalidad de Jaén”.

En definitiva, el alcalde ha empezado a mover sus hilos y a involucrar a sectores de la sociedad para que se posicionen, y es lo que quiere que hagan también los propios grupos políticos, y en concreto mantiene la duda de si el PP se opone a la puesta en marcha del tranvía y condiciona la actuación de la Junta, aunque ya hemos conocido la declaración del delegado. No sé la de veces que en estos diez años de la vida de la ciudad hemos tenido que recurrir al dichoso tranvía a ninguna parte y, permítanme que lo diga de esta manera, de la mala gestión de políticos de uno y otro lado, a tenor de los resultados con el sistema tranviario y no solo con él, porque es algo que clama al cielo. El propio Juanma Moreno, pero también Juan Marín, se ha presentado varias veces en la capital como el primer valedor del tranvía, pero los compromisos que no se cumplen acaban por constituir una evidencia porque el tiempo los descubre, y dos años no es demasiado tiempo, pero sí el suficiente para apuntalar algunos cimientos.

El caso es que el presidente aplaza y el alcalde urge, ignoro por el momento si este choque de trenes afectará a la relación institucional que ha sido mejor por diferente y si nos veremos abocados, una vez más, como en tantos años, y hoy ya tenemos una primicia, a una pugna de intereses políticos, que tanto daño han hecho a Jaén al tiempo que han lastrado las expectativas y el futuro de esta ciudad. No tengo ningún interés en que la historia se repita, por eso es conveniente apelar al diálogo para que resuelvan las diferencias y no se enzarcen en debates estériles que si van a conseguir algo es indignar más de lo que ya está a la ciudadanía jienense.

Foto: El presidente de la Junta, Juanma Moreno, y el alcalde de Jaén, Julio Millán, se saludan hace unos días en la capital. 

    

 

 

 

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