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Señora doña Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía: 

Ha transcurrido más de año y medio de su visita al Ayuntamiento de Jaén, la institución que representa a todos los vecinos de esta ciudad. He de reconocer en primer lugar que lo que no se hizo en dos años y medio en la anterior etapa, se consiguió en la nueva en menos de cien días. Que cada cual saque sus conclusiones. Finalmente se produjo el esperado encuentro entre la presidenta de la Junta de Andalucía, y el alcalde de Jaén, Javier Márquez. Esto ocurrió 22 de febrero de 2016, hace ya algún tiempo…

Cada cual pensará lo que quiera de acuerdo con sus postulados ideológicos, pero la realidad indiscutible que no admite la mínima discusión, es que el encuentro hablaba muy bien de las dos personas que se sentaban en una mesa, durante más de una hora, para analizar los problemas de la ciudad. La Junta de Andalucía tiene responsabilidad y competencias sobre los grandes proyectos que pueden provocar un impulso de modernidad en Jaén. La postura mantenida hasta ahora era suicida porque recurriendo a un proverbio galés, “el que quiera ser líder debe ser puente”.

Insistiré en que no soy para nada miembro de su club de fans, señora Díaz, pero no por nada, personalmente me cae bien, valoro algunos de sus gestos en política general y también en Andalucía, simplemente ocurre que tengo memoria histórica para reconocer que el gobierno andaluz no ha hecho sus deberes con Jaén y la ha sometido a un maltrato preocupante. Por esto lo que sí soy es del club de fans de Jaén. Y lo seré del de usted, con mucho gusto, cuando demuestre interés real por mi tierra.

Las dos administraciones están condenadas a entenderse si queremos que esta ciudad tire para adelante. La reunión que en su día mantuvo en Jaén, como no se esperaba otra cosa, entre dos políticos normales y corrientes que estaban en buena sintonía de resolver problemas, solo eso que ya es mucho, discurrió en el mejor clima posible, así lo recuerdo. El alcalde hizo en esta primera toma de contacto lo que debía, no agobiar con una lista interminable, que la hay, de afrentas y necesidades, pero sí salió a relucir lo más perentorio. El polémico tranvía, la situación económica insostenible, el PGOU, la necesidad de revitalizar el casco antiguo o un Campus de Excelencia ligado a la Universidad. Principio quieren las cosas.

Sobre estos temas recuerdo que se dijo que había que ir trabajando sin prisa pero sin pausa, empezando por el tranvía para el que se fijaba un plazo de TRES MESES para que una comisión técnica se pusiera las pilas en señalar una hoja de ruta para que el sistema tranviario pudiera ponerse en marcha. Sin comentarios.

Al final los dos políticos aparecieron, usted y el alcalde, tras valorar esta primera reunión como sincera, positiva y realista. No se trataba sino de ponerse a trabajar por Jaén en la misma dirección. No se esperaban milagros, ni falta que hacían, tampoco una larga relación epistolar, sino voluntad. Usted misma señalaba, y es fácil darle la razón, que “lo importante en esta vida es tener talento y talante. Cuando se combinan ambas cosas, y aunque haya diferencias políticas, siempre hay buenos resultados”.

Dije en aquel momento que daba un sobresaliente para usted como titular de la Junta y para el alcalde de Jaén, y en cambio un tirón de orejas para los que en las dos orillas opuestas perturbaban el que podía ser un gran día para el progreso de la ciudad, o al menos es lo que esperábamos. Los populares estaban en las jornadas previas, siguiendo los dictados de Fernández de Moya, enviando mensajes cargados de metralla, absolutamente inoportunos. Por su parte los socialistas también salían al quite, aprovechando el impresentable asunto del centro de salud de Expansión Norte, que al fin abrió sus puertas hace poco, para sacar pecho de la ‘gesta’ de la Junta para con Jaén, y cogían como diana al alcalde. Un gran error por el día y por el propio fondo del asunto, porque los socialistas, quiero decir sus compañeros en Jaén, no están muy legitimados para airear éxitos, en todo caso lo que deberían hacer es disculparse por lo poco que han reivindicado a la Junta para esta ciudad, y me refiero en orden histórico, no solamente los actuales ediles y dirigentes.

Añadí además que no quería hablar de memoria histórica, aunque lo ponen fácil. Es momento de avanzar y que hablen los proyectos. Los palmeros deberían callarse por un tiempo porque sólo de esta manera contribuirán a que Jaén avance, si hablan lo estropean.

Pues bien, ha pasado UN AÑO Y MEDIO largo, una eternidad para la urgencia que tiene la ciudad de Jaén y al menos públicamente no se han movido los asuntos al ritmo que se precisaba, no sé si la Junta en Jaén o el propio alcalde tendrán noticias diferentes. Incluso en el tema estrella, por la vergüenza que supone para Jaén y que nos llena de bochorno sobre todo cuando nos preguntan los visitantes y nos sacan los colores, me refiero al polémico tranvía, seguimos más o menos donde estábamos, ahora pendientes de un chequeo sobre su estado, sin que sepamos qué va a ocurrir después. Todavía recordamos bien las comprometidas palabras que usted dejó caer. “Es nuestra obligación ponerlo en marcha”, y estaba presente en ese tramo de la reunión el consejero de Fomento, el jienense Felipe López.

Creo que posiblemente no faltaba voluntad, al menos quiero pensarlo así, pero por unas razones o por otras lo que se percibe es que se ven relegadas las atenciones que merece la ciudad de Jaén. Son muchas y todas urgentes, por lo que nos gustaría ver a los jienenses que ya que no se hace visible la presidenta para hacer un seguimiento de aquella primera reunión, sean los responsables de la Junta en Jaén los que den la cara y le cubran las espaldas. Y, en fin, espero y deseo que no se les pueda dar la razón, porque sería decepcionante, a los que desde el principio no apostaban nada por la eficacia y resultados del varias veces referido encuentro. 

No quiero dejar de reconocer algunos cambios de actitud, por ejemplo su delegada del Gobierno ha pisado varias veces la Alcaldía y algunos asuntos, pocos ciertamente, se ha logrado que afloren, al fin salió el PGOU que ha sido el parto de los montes. Debe saber, señora presidenta, que hay algunas delegaciones de la Junta que son más conciliadoras y mantienen un espíritu de colaboración y otras que, en cambio, están en continua actitud de enfrentamiento, como si aquí no hubiera pasado nada y mandara la lucha partidista a ver quién se queda con la plaza, lo cual me apena mucho. Que sepamos no se ha movido un dedo en relación con los proyectos para la iglesia de Santo Domingo, que usted conoce, hasta el punto de que dijo expresamente: “Es un reto personal, un compromiso público y he empeñado mi palabra”… Bueno, ha habido algunas declaraciones, alguna visita para seguir haciendo anuncios y poco más. Obras son amores…

Sabe, señora presidenta, la cantidad de proyectos referidos a Jaén que la Junta guarda en sus cajones. Muchos. Desde la Ciudad Sanitaria hasta la Ciudad de la Justicia, pasando por Marroquíes Bajos y su riqueza arqueológica que sigue tristemente olvidada a pesar de su importantísima significación, por supuesto nada dice la Junta de la Catedral y de su aspiración a Patrimonio de la Humanidad que ha sido un gran clamor de los jienenses y que se ha venido abajo por la desidia de las administraciones, en especial la Junta y también el Ayuntamiento, que deberían haberse cogido de la mano, como hicieron en otros lugares y usted lo sabe. Seguramente conoce la insensibilidad para con Jaén de algunos consejeros, de entre los cuales se lleva la palma la ex de Cultura, Rosa Aguilar, hoy en Justicia, que no ha prestado la más mínima atención a los asuntos de Jaén y sus visitas han sido excepcionales. Por fortuna ya es una realidad el Museo Íbero, tardío pero en honor a la verdad una obra muy digna y otro valor en el escaparate.

Hay muchas más llamadas desde Jaén, no podemos detallar los pormenores de todas las inquietudes jienenses, para eso necesitaríamos que volviera a hacer balance de su anterior visita y a desmenuzar todos los temas, pero usted conoce la situación ruinosa del Ayuntamiento y en tales circunstancias se le niega oxígeno financiero para atender a sus responsabilidades más perentorias, cuando como administración tutelante y por tratarse de una capital de provincia andaluza debería haberle lanzado hace tiempo algún bote salvavidas. Pues nada. Y menos mal que la Diputación ha salido al rescate, porque también se ha negado a la ciudad sistemáticamente un Palacio de Deportes digno de una capital de provincia en pleno siglo XXI, o se le exigía una aportación económica que a estas alturas deberían saber que era imposible de asumir.

Se sabe que en varias ocasiones recientes el alcalde de Jaén le ha dirigido misivas en forma de SOS reclamando ayuda para poder realizar inversiones en la ciudad. Parece que no ha tenido mucha suerte. Y lo que pedimos, señora presidenta, es que caiga en la cuenta de la situación de Jaén y de sus necesidades, contemple también, si le parece, el panorama al que se enfrenta su propio partido en la ciudad, con lo difícil que es justificarse sobre evidencias porque la realidad no se puede esconder. Además, debería prestar más ayuda a su aliado Francisco Reyes, que en solitario trata de llegar hasta donde usted y la Junta no lo hacen, pero es el gobierno andaluz el que tiene que dar la cara y asumir sus competencias y responsabilidades.

Es de suponer que conoce de la existencia de movilizaciones de la sociedad civil jienense, que se está organizando, con “Jaén Merece Más” a la cabeza, que hace pocos meses han sacado a la calle a más de 7.000 personas exigiendo para Jaén lo que en justicia le corresponde. En concreto demandan de todas las fuerzas políticas, con el ejecutivo que usted preside a la cabeza, un gran pacto por Jaén que nos coloque en línea de salida, en un plano de convergencia y modernidad del que cada vez parecemos estar más aislados, no hay más que recordarle los servicios ferroviarios tercermundistas a los que se nos ha condenado desde siempre, sin que la política y los políticos, ¿dónde están?, haya sido capaz de buscarle una solución, y otro tipo de agravios, sobre todo cuando se habla de avances en el estado de bienestar, como la existencia de tres camas en nuestros hospitales, cuando ya en tiempos de Manuel Chaves se comprometieron nada menos que “habitaciones individuales”… Venga brindis al sol, como no cuestan nada…

En fin, ha pasado un año y medio colmado y deberían dar respuestas, creo que el plazo prudente ya se agotó y esta maravillosa ciudad que es Jaén no debería seguir esperando eternamente. Hablen, digan algo. Señalábamos en su momento que iban a actuar sin prisa pero sin pausa, y tal vez se lo han tomado al pie de la letra.

Con todo afecto, señora presidenta, desde este “Jaén donde resisto” a 19 de septiembre de 2017

 

 Foto:Imagen del encuentro entre el alcalde de Jaén y la presidenta de la Junta el 22 de febrero de 2016.

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