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Para nuestra desgracia cada mes con las cifras del paro registrado y cada tres meses con la Encuesta de Población Activa (EPA), nos da un disgusto el desempleo. Los datos correspondientes al tercer trimestre del año no son malos a nivel nacional y caen relativamente bien en Andalucía, que ya es un milagro. En Jaén, aunque tampoco faltan visiones más optimistas, el panorama no es precisamente para ir tirando cohetes. Estamos a la cabeza del desempleo, en Andalucía únicamente nos supera Córdoba en porcentaje, nuestra tasa de paro es del 33,22%, pero ojo al dato, la media andaluza se encuentra en el 28,52%, y estamos en 96.200 parados según la EPA, frente a los 101.900 del trimestre anterior. La verdadera situación de la provincia tenemos que valorarla al enfrentarnos a la EPA de este tercer trimestre, o lo que es lo mismo, la realidad de un desempleo que sigue liderando las listas de nuestro país como ocurre habitualmente. 

Las administraciones que operan en la provincia no deben esperar a periodos de cierta bonanza para tomar posiciones y exigir medidas a los gobiernos, por el contrario urge actuar, no hay que esperar milagros en desempleo debido a la situación general de la provincia, porque hacen falta muchos cambios y muy profundos para dejar de estar en el selecto club donde el paro está por las nubes y como es lógico, en vez de pelearse nuestros representantes políticos deberían esforzarse mucho más en la búsqueda de soluciones efectivas. He escuchado algunas reacciones de políticos y agentes sociales y en algunos casos he llegado a sentir vergüenza ajena de cómo se eximen de responsabilidad cuando no se hacen lecturas equivocadas. Lo entiendo en los políticos, pero desde luego mucho menos en los agentes sociales y económicos que no pueden hacernos comulgar con ruedas de molino.

En lo que tendríamos que estar todos de acuerdo es en que las elevadas cifras de paro lejos de ser un arma arrojadiza tendría que suponer que los partidos, administraciones y agentes sociales, sentados en una misma mesa, hicieran sus lecturas de la situación de emergencia para buscarle situaciones a esta escalada, en lugar de echarse la culpa los unos a los otros como de hecho ocurre cada vez que aparecen los datos.

No nos debemos fiar en absoluto de la cierta benignidad de los datos en la encuesta del INE, en la que suben ligeramente los ocupados, baja el paro en 5.700 personas e incluso desciende levemente la tasa de desempleo. Por desgracia lo que está sucediendo en Jaén con el paro no es una sorpresa, mensualmente venimos advirtiendo de lo que es una tendencia, con picos más o menos rotundos, pero las cifras hacen un retrato bastante real de la situación del mercado laboral y de las escasas expectativas de futuro. Es más, cuando a nivel nacional se habla de recuperación, nosotros seguimos estancados, de ahí que volvamos a clamar por un acuerdo, una especie de gran coalición, imprescindible para frenar el drama que con los fríos datos sigue siendo una severa amenaza para Jaén.

 

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