Skip to main content

 

No se ha presentado oficialmente aún la que puede ser una iniciativa histórica en la ciudad, únicamente se han dado pildorazos, sobre todo en redes sociales, por parte de algunos de los agentes que la están promoviendo, pero como son tantos y tan variados los colectivos que parecen deseosos de participar de este nuevo proyecto, en Jaén difícilmente se pueden guardar los secretos. El caso es que está a punto de dar a luz una plataforma ciudadana en la que estarán decenas de colectivos de todo tipo, en cuya idea se ha pensado en todo lo que une en lugar de cuanto pueda separar. Es complicado organizar un gran lugar de encuentro de la sociedad civil y de la militancia ciudadana, todos unidos, por un mismo fin, que esta ciudad despegue de una manera definitiva y no dejar que el futuro, nuestro futuro, pase en exclusiva por la responsabilidad de las administraciones y de sus políticos, que a día de hoy, con todas las excepciones que se quieran, nos ofrecen un balance claramente insatisfactorio, una ciudad perdida y esquilmada, sin ilusión, sin recursos para invertir, incluso sin expectativas…en fin, un rumbo que hay que corregir.

Por lo que me cuentan, la plataforma, tardía pero cierta, está consiguiendo reunir a muchísimos ámbitos y muy diversos de la ciudad. Es lógico que así sea, ha llegado la hora de pasar a la acción porque como Kennedy seguramente los jienenses tenemos que hacernos la pregunta de qué podemos hacer nosotros por la ciudad, en vez de qué puede hacer Jaén por nosotros, ya que además hace bien poco. Los ciudadanos no podemos ser objetos pasivos, sí, ya sé que lo hemos sido tradicionalmente, pero tenemos una responsabilidad, la de conseguir una ciudad mejor para nosotros y nuestros hijos, y hemos visto y padecido que el futuro no lo podemos fiar a las decisiones de los demás, que hemos de implicarnos hasta los huesos y arrimar el hombro. Me alegro de que al fin la responsabilidad colectiva sume fuerzas y de que en esta plataforma ciudadana haya entusiasmo, independencia, pasión ciudadana y sobre todo ganas de restituir la dignidad que Jaén merece.

Por supuesto estoy de acuerdo en que en esta iniciativa sobran los partidos políticos, los sindicatos, etc., es decir, los que tienen cauces establecidos para perseguir sus objetivos. Tampoco creo que los llamados a integrarse deben ser personas neutras, lo que quiero decir es que sean antes que nada pro Jaén y que cuando defiendan intereses particulares o sectarios sean llamados a salir por la puerta de la calle. Aquí no debe haber otra prioridad que no sea Jaén, en segundo lugar Jaén y si queda algo, también Jaén. Estoy convencido de la bondad y de la valentía de este proyecto y espero y deseo que no falle como ha ocurrido con otras ilusionantes propuestas.

Creo que no porque la ciudad está ahora en una encrucijada muy interesante y crucial. El nacimiento de asociaciones de diferente naturaleza que han surgido para preservar la riqueza patrimonial, paisajística y de otros ámbitos, y que vienen trabajando con seriedad y rigor, está siendo una experiencia que arrastra hacia nuevos derroteros. La plataforma ciudadana que está a punto de nacer debe marcar su hoja de ruta desde el principio. Desde mi punto de vista al menos deberá ser dialogante hasta la extenuación, respetuosa en las formas, con planteamientos muy serios y razonados, y una vez que se manifieste en todas estas direcciones debe actuar desde la contundencia y la defensa de los legítimos intereses de Jaén, en cualquiera de sus aspectos, desde la demanda de inversiones hasta la defensa de las tradiciones, la puesta en valor del patrimonio, etc.

Tiene mucha tarea por delante, se puede poner como objetivo luchar contra la indiferencia ante el clamor para que la Catedral sea declarada Patrimonio de la Humanidad. Tiene que meterse a fondo en analizar la dinámica municipal, tiene que saber cantarle las cuarenta a la Junta de Andalucía y al Gobierno de Madrid, tiene que decirle todas las verdades hasta el lucero del alba, y para todo eso tiene el deber de poner al frente, en la interlocución, a portavoces autorizados que no solo no le quiten sino que le den autoridad y respeto.

Puede parecer un tanto complicado pero no lo es. En mi caso, porque llevo décadas predicando en desierto y haciendo una llamada continua a que se levante la masa social de la ciudad, me parece un hecho muy destacado esta movilización sin precedentes de la sociedad civil de Jaén, que nace con la pretensión, inexcusable, de ser tenida en cuenta. Jaén ha sido siempre la provincia de la llamada Andalucía Oriental que se muestra más resignada. Málaga va por su cuenta y tiene metida la directa, la ciudad ha crecido y se ha modernizado de manera considerable, con una política reivindicativa seria, la cuestión es que se ha hecho respetar y lo demás ha venido por añadidura. En el caso de Granada y Almería van muy paralelas, no se callan, otra cosa es que consigan todo lo que se proponen, pero salen a la calle a las primeras de cambio y hace poco se han unido en torno a los deficientes servicios ferroviarios y no digamos la sanidad. Hoy, sin ir más lejos, la presión ciudadana granadina ha conseguido que la Junta recule en su pretensión de fusionar los dos hospitales. Victoria de la ciudadanía y dimisión de los que la lideraban esa alternativa, con eso está todo dicho.

Siempre he pensado que las conquistas hay que ganarlas, no debemos ni podemos tener la sensación de que se nos regalan. Por esta razón no tenemos Ciudad Sanitaria ni toda una relación de proyectos pendientes que, tal y como está la situación económica, sospecho que tardarán muchos años en llegar en el mejor de los casos. En la ciudad de Jaén pocas veces se ha hecho uso del derecho a reivindicar lo que se considera justo, que yo recuerde una vez con la OCM, otra vez cuando surgió el impulso de una Mesa por Jaén que resultó tan efímera porque no logró concitar consenso…ni siquiera hemos sido capaces de salir a mostrar el rechazo al tranvía si en realidad tanto nos indignaba, y no digamos al ferrocarril que es lo que mejor define el abandono de Jaén.

Desde siempre, antes con Franco y después con la autonomía, ha sido fácil jugar con nosotros porque somos tan predecibles que compramos todo lo que nos quieran vender. Por eso no estamos en el mapa de la conflictividad, por eso Jaén es un paraíso, porque es zona libre de protestas y de respuestas. Nos hemos acostumbrado a decir a todo amén y este sino nos va a acompañar, si no hay quien lo remedie, per in secula seculorum. Por esto me alegro de que esta ciudad se ponga las pilas. Nos vamos a alegrar el día que sepamos la amplia relación de colectivos que se sienten concernidos con el nuevo proyecto pro Jaén, este mismo dato ya es estimulante. Ya es hora de espabilar, el sueño nos ha durado demasiado tiempo.

 

Foto: En Jaén lo más novedoso que ha ocurrido en Jaén, hace unos meses, fue una masiva manifestación del Movimiento por la Cultura Popular, cuyos ecos se fueron apagando…

Dejar un comentario