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Por ANTONIO GARRIDO / La semana ha sido pródiga en acontecimientos, alguna que otra alegría y el suma y sigue de las afrentas y de los desplantes. Nada que ver con la vida en rosa que todos los políticos nos tratan de vender, y ahora a toneladas, por razones obvias. De ahí que se apunten a un bombardeo, pero no solo los candidatos, también sus jefes y el acompañamiento. De todas maneras me encanta lo que acaba de ocurrir con la alegría generalizada, una más, que nos ha dado el Jaén Paraíso Interior de Fútbol Sala, al ganar su tercera copa de España. El deporte es la espita por la que se cuela ese excepcional clamor ciudadano, poniendo las calles como un hervidero humano, como si estuviéramos en la procesión del Abuelo o en la cabalgata inaugural de las fiestas. El equipo representativo del fútbol sala jienense junto con la marca Jaén, Paraíso Interior y por supuesto el Palacio de Deportes Olivo Arena, una de las mejores infraestructuras deportivas de Andalucía, contamos con que nos seguirán dando nuevas satisfacciones.

En cuanto a la política, a cada día le sobra su afán, ahora hay overbooking. Juanma Moreno, el presidente andaluz, que también hace campaña en verso, apadrinó la presentación de Agustín González, como candidato del PP a la Alcaldía. No se trata solo de un hombre bueno, que también, sino de una persona preparada, con talento y fama de buen gestor. Pero no es lo mismo ver los toros desde la barrera que desde el albero. El tiempo dirá. Tampoco sé de antemano si es un acierto o un error llevar de número dos al presidente provincial Erik Domínguez. Si tuviera suerte de ganar la Diputación podría entenderse, si no es así supongo que abandonaría, porque este dúo hoy tan bien avenido podría no ser conveniente. Hablo desde la experiencia de cuanto he visto desde las primeras elecciones municipales hasta hoy y lo mal que ha ido en términos generales cuando los partidos, sus líderes, han entrado en el Ayuntamiento, no perdamos la memoria, y en general en las instituciones.

Ha pasado un tanto desapercibida la fecha, en Jaén no somos muy dados a las conmemoraciones, preferimos pasar página, la gran caravana de hace dos años, el espíritu del 14 de febrero, día de los enamorados, cuando miles de personas tomaron la carretera para protestar por la estocada al Plan Colce. Aquel día no fue uno más en el calendario, creo que significó un antes y un después, han quedado los rescoldos de la rebeldía cívica, el sí a Jaén y el no a quienes la olvidan y traicionan, de alguna manera se despertaba el monstruo dormido, esa pasividad, ese ea que es nuestra más pesada losa. A propósito tanto ese día 14 como después el 7 de marzo, ahí estuvo liderando la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más” que decidió valientemente asumir el coste, con la colaboración de decenas de jienenses, de las multas impuestas a muchos de los conductores. El Gobierno de la nación y su representante, la subdelegada tan bien mandada, reprimieron la acción popular que reclamaba justicia, se cebaron con alevosía. El dinero recaudado permitió pagar las multas de la sinrazón, el gobierno fuerte con los débiles y débil con los fuertes, eso lo sabe muy bien Jaén, y además ha sobrado dinero, 10.000 euros para entregarlos a los comedores de Cáritas, que les darán un buen destino. Al final todos contentos, pero siento como jienense el daño moral de la humillación, porque fui uno más de la caravana.

Hoy como ayer y mañana como hoy, siempre igual, como en el verso de Bécquer, no salimos de la situación en la que nos han colocado. Esta semana ha habido informaciones en los medios, desde Sevilla, sobre infraestructuras ferroviarias, en concreto sobre el Eje Transversal de Andalucía que pretende unir a las capitales andaluzas. En este informe queda patente que Jaén es la gran aislada, se dice que tan solo existe un proyecto de Alta Velocidad paralizado para unir Jaén con Madrid. Nada de conectarnos con Granada, antiquísima aspiración. Nos quieren engatusar con el Cetedex, al que no quiero restar importancia, aunque ya veremos, porque no es oro todo lo que reluce, si bien lo que me ocupa y preocupa es que todos los expertos y todos los días están insistiendo en que el futuro son las comunicaciones y que el futuro es el ferrocarril. A nosotros no nos va a llegar por la sencilla razón de que ni está ni se le espera, el Gobierno de España pasa olímpicamente de situarnos en el mapa ferroviario de altas prestaciones, pero la Junta de Moreno Bonilla, que tanto abusa del cariño que nos tiene, parece que se contagia.

Un paréntesis. Ojo al dato, el rumor, que es la antesala de la noticia, dice que se va camino de privatizar la atención sanitaria primaria en Andalucía. Se ha negado, pero el apoyo a la sanidad privada como tampoco la vía libre para que nazcan como setas las universidades privadas, no es un rumor, es una evidencia. No tengo nada contra lo privado, por el contrario, soy y siempre lo fui, un defensor a ultranza, estoy con el concepto de libertad de elección para casi todo, eso sí, siempre y cuando lo público funcione como un reloj, que no es el caso. Cierro paréntesis.

Volviendo al ferrocarril, o copiamos de los vecinos de La Alhambra, que han creado su “pacto por Granada” para luchar por el tren, eso sí, todos juntos, o estamos perdidos per in saecula saeculorum, por los siglos de los siglos, el que avisa no es traidor, estamos a un paso de perpetuar el aislamiento. Me van a perdonar tanta insistencia con el asunto ferroviario, pero es que lo estoy viendo venir, también pasará de largo el último tren y, lamento el pesimismo, Jaén se nos muere. Por eso alzo la voz para decir que este Jaén nuestro necesita salir de la zona de confort y volver al espíritu del 14 de febrero, porque la confiada espera, la resignación, no nos han dado frutos. Fiarlo todo a la política, tampoco. El futuro depende de nosotros. Hay que recuperar el peso de la sociedad civil, ya hoy devaluado, porque a todo el mundo le entra la fiebre política y no estoy seguro de que sea lo mejor, a las pruebas me remito.

Foto: Estamos a un paso de perpetuar el aislamiento ferroviario, que es tanto como decir cerrarnos las puertas al futuro.

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