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La Diputación Provincial de Jaén, especializada en organizar actos de calado cuidando hasta el más mínimo detalle, como lo ha hecho con el programa en homenaje a Miguel Hernández o como es habitual que marque diferencia en los actos de promoción y en las celebraciones culturales, por poner solo unos ejemplos, ha presentado hoy en Madrid un ambicioso programa con más de 150 actividades, que se dice pronto, para celebrar que en 2018 se cumplen las bodas de diamante del Certamen Internacional de Piano Premio “Jaén”, que es, con diferencia, su joya de la corona, porque si bien el concurso de piano tiene la trayectoria citada, ha sido recientemente, en concreto con Felipe López al frente del organismo provincial, cuando se decidió darle verdadera proyección y dotarlo de medios para consolidar su prestigio dentro y fuera. A esa tarea entonces iniciada ha seguido el actual presidente Francisco Reyes, volcándose de manera entusiasta con el acontecimiento musical, al que ha ido enriqueciendo siempre en una línea de continuidad y de solidez del que es considerado uno de los certámenes más prestigiosos del mundo, que aparte de un grandísimo certamen musical, constituye una enorme proyección para nuestra tierra, en concreto la ciudad de Jaén.

No me ha sorprendido, precisamente por la manera con que suele actuar la institución provincial y su actitud de poner los grandes acontecimientos de Jaén y su provincia en lo más alto del pedestal, que esta mañana se haya presentado en Madrid un avance de lo que darán de sí los doce meses de este año con el protagonismo del Certamen de Piano, incluido el propio concurso, en los primeros días de abril, pero se ha aprovechado la ocasión para dar a conocer algunas de las principales novedades en la línea de lo que ya se ha venido probando en los últimos años, de montar en torno al Premio “Jaén”, que mantendrá su categoría, una serie de acontecimientos para lograr una mayor participación de los profesionales del piano en la provincia, empezando por los propios escolares que se forman en nuestros conservatorios. El programa que se ha diseñado es amplísimo, muy ambicioso, pretende sacar la música y el piano a la calle, pero convertir el concurso en una nueva oportunidad para promocionar el nombre de Jaén ligado esta vez al evento musical reconocido en todo el mundo.

Señalo todo lo anterior con satisfacción, ya que al haber seguido de cerca la evolución del certamen, y no ya el esplendor actual, que también, sino el calvario vivido, sobre todo en la década de los 70, 80 y 90 del pasado siglo, en que tantas veces se puso en peligro su continuidad, es un gran alivio comprobar que el Premio “Jaén” goce de excelente alud, y no solo no corra ningún riesgo sino que se encuentra en el listón más alto de su historia, gracias sobre todo al buen hacer de la Diputación, hay que reconocerlo así, de manera tan expresa. A las instituciones y a todos los jienenses corresponde cuidar este Premio tan reconocido y valorado.

Foto: El pianista chico Chun Wang, ganador del certamen en su última edición de 2017.

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