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En Julio de 2019, en un artículo titulado “EL COMERCIO MINORISTA EN ESPAÑA”, exponía mis inquietudes  sobre los retos que debería encarar este sector para evitar su progresiva y patente pérdida de actividad, provocada por el agresivo avance de las compras online, opción cada día más utilizada por los consumidores; un deslizamiento que se ha intensificado durante este largo período de crisis provocado por la pandemia.

El informe, que ha sido publicado recientemente por la consultora OLIVER WYMAN, en su estudio Is e-Commerce good for Europe?, confirma que la venta online creció un 31% de media en Europa entre 2019 y 2020, impulsada por la pandemia, mientras que en España el alza fue del 38%, cuando registró en ese último año 15.000 millones de euros, frente a los 11.580 millones generados en 2019. 

Sus previsiones apuntan además a que este fenómeno está lejos de tocar techo ya que, de acuerdo con estas previsiones, seguirá su proceso ascendente, y sufrirá una profunda transformación en el futuro más inmediato. Su estimación es que el canal online supondrá un 30% de todas las ventas minoristas en Europa en 2029 frente al 11% que cifró en 2019. Y en el caso del textil representarán un 50%, nivel que obliga a considerar el impacto de este fenómeno, su perspectiva negativa y su incidencia en el pequeño comercio.

Según Cyberclick, la incorporación de la inteligencia artificial y la realidad aumentada para personalizar el proceso de compra y garantizar una buena experiencia del cliente, contribuirán plenamente a la expansión del e-Commerce y facilitarán la tendencia de combinar el canal físico con el digital. Así, el Buyer Journey, el Shoppable TV, el Sistema Voice y Visual commerce, o el de fotografía de producto 360.m, o el Mobile commerce, serán canales habituales en el futuro para utilizar por los consumidores.  

Todo ello sin olvidar la expansión de los centros comerciales y sus  perjudiciales efectos para el comercio al por menor, cuya tendencia también es imparable.

El comercio tradicional jiennense no es ajeno a las negativas consecuencias expuestas. Así lo confirman lo datos que ha publicado recientemente el  Ayuntamiento de Jaén como primera entrega del censo que se está elaborando para conocer la situación real del sector comercial y servicios de la capital. Estos trabajos arrojan un resultado hasta la fecha de su elaboración, había  censados 1.051 locales de las cuales la mayoría son en régimen de alquiler, y, aunque por el momento no especifica el número de los que siguen con actividad comercial, no parece nada descabellado augurar que su virtualidad sea muy alta ya que sólo basta con pasear por las calles para comprobarlo.

Si loable es la iniciativa del Consistorio prestando su apoyo y asesoramiento  a los comerciantes locales, desde esta tribuna animamos a  que esa función se intensifique creando un foro común, comandado por el propio Ayuntamiento, para explorar, sugerir, formar y establecer canales adecuados que permitan dar una respuesta contundente a la corriente imparable de las compras online, que puede amenazar a buena parte del comercio tradicional, para evitar su reducción paulatina. Y en este sentido cabe insistir en proseguir con las campañas de fidelización permanente de la clientela, el fomento de las asociaciones de comercios por sectores para crear centrales de compra, la transformación tecnológica, la personalización de la imagen del comercio, el ajuste de los precios y la calidad de los productos, el esmero en el trato personalizado, la captación de nuevos clientes adaptados a sus negocios como medios en los  que deben seguir  profundizando con todo empeño.

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