BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Si quieres hacer algo en la vida, no creas en la palabra imposible. Nada hay imposible para una voluntad enérgica” (Pío Baroja). Y lleva toda la razón el escritor vasco, tantas veces nos encontramos con situaciones que se nos resisten y no vemos la forma de orillar la dificultad. También ante la duda lo peor que nos puede pasar es que nos encontremos con gente negativa, esa que hace ver lo blanco negro, cuando en esos momentos lo que se precisa es armarse de paciencia y dejarse aconsejar por personas que no se rindan fácilmente, y crean que hasta lo que parece imposible se puede lograr escalando peldaños, con fe y entusiasmo, con voluntad enérgica como sugiere el escritor. Recordamos al respecto una expresión de Cervantes: “Por la calle del ya voy, se va a la casa del nunca”, que quiere decir que merece la pena intentarlo. De otra manera lo expresa el escritor Herman Hesse: “Para lograr lo posible, hay que intentar lo imposible”. Napoleón, precisamente en un país que tiene acuñado el dicho de “Impossible ne pas francais”, afirma que “Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes”. La escritora y filósofa María Zambrano lo interpreta así: “No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero”. La defensora de los derechos sociales, Eleanor Roosevelt, es contundente: “Debes hacer las cosas que crees que no puedes hacer”. Por último, y como un ejemplo más entre muchos que podríamos apuntar, el filósofo Nietzsche lo expresa de este modo: “Cuanto más se eleva un hombre, más pequeño les parece a los que no saben volar”…Pues bien, tal día como hoy, de 1872, nacía Pío Baroja, personaje literario cosmopolita, miembro de la Generación del 98, articulista, médico, y autor, entre otras obras, de El árbol de la vida o Zalacatín el aventurero. Dos frases más de las que es autor a modo de homenaje a su figura: “A una colectividad se le engaña mejor que a un hombre” y “Es que la verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, muchos”…También un 28 de diciembre, en 1550, nació Vicente Espinel, el escritor y músico del Siglo de Oro, de quien recojo esta frase: “Hago el bien que puedo con lo poco que tengo, que es más de lo que yo merezco”…Y en este mismo día, en 1874, nació la escritora y luchadora por los derechos de la mujer, María Lejárraga, que fue diputada en las Cortes de la II República, las primeras que contaron con la participación de la mujer. Un texto de esta autora: “El feminismo quiere que las mujeres tengan los mismos derechos y los mismos deberes que los hombres, que gobiernen el mundo a medias con ellos, ya que a medias lo pueblan…que lleven ellos y ellas una vida serena, fundada en la mutua tolerancia que cabe entre iguales”…Y una breve referencia a otros autores vinculados con esta fecha porque nos dejaron tal día como hoy. San Francisco de Sales, sacerdote y escritor (1622): “Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrad siempre con tranquilidad y calma”. La escritora estadounidense Susan Sontag (2004): “El tiempo existe para que no todo ocurra al mismo tiempo…y el espacio para que no todo te ocurra a ti”. Y el escritor y pacifista israelí Amos Oz (2018):” Creo que la esencia del fanatismo reside en el deseo de obligar a los demás a cambiar”…No me olvido que hoy es el Día de los Inocentes. El propio Pío Baroja nos presta una oportuna cita: “Son los inocentes y no los sabios los que resuelven las cuestiones difíciles” o como dice Marguerite Yourcenar: “Toda felicidad es inocencia”.