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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “El hábito de la desesperación es peor que la desesperación misma” (Albert Camus). Esta frase del novelista francés, autor de La peste, donde un testigo relata una epidemia que azotó a la ciudad de Orán en Argelia, nos sirve hoy de entrada para tratar de entender y amortiguar la preocupación que en general nos invadió a todos a causa de la pandemia del coronavirus, que aún tratamos de olvidar y pensar que fue un sueño, aunque dramático por las consecuencias, en especial las vidas humanas que se llevó a su paso, que no hemos olvidado ni olvidaremos, porque entre ellas había personas que formaban parte de nuestros afectos. Señala el escritor: “Y hay que decirlo claro: la peste había arrebatado a todos la capacidad del amor y hasta de la amistad. Pues el amor exige un poco de futuro y para nosotros no había sino instantes”. La adversidad nos ha permitido conocer ejemplos de lo mejor y a veces también de lo peor de la condición humana. El propio Camus lo define en una frase: “Hay una cosa que se desea siempre y se obtiene a veces: la ternura humana”…La fecha nos recuerda la muerte, en el año 180 a.C. del emperador romano Marco Aurelio, quien con su obra Meditaciones incita a vivir en paz consigo mismo y evadirse de lo que hagan los demás. Es curioso que se trata de pensamientos con más de 2.000 años y que siguen vigentes, como estas expresiones: “Si no es correcto, no lo hagas; si no es verdad, no lo digas” y “Cuando te levantas por la mañana piensa en el privilegio de vivir: respirar, pensar, disfrutar, amar”…Un personaje literario a destacar es el escritor, aristócrata y filósofo francés François de la Rochefoucauld, fallecido el 17 de marzo de 1680, conocido sobre todo por sus Máximas, que son reflexiones o sentencias morales, denuncia de todas las apariencias de virtud, como esta frase que podría resumirlas: “Nuestras virtudes son a menudo vicios disimulados”…Por último, en este mismo día de hace siete años nos dejaba el poeta y dramaturgo caribeño Dereck WalcottPremio Nobel deLiteratura en 1992, con una autobiografía muy bien considerada, con el título de Otra vida, y sobre todo su poema épico Omeros, que le brindó reputación internacional. Recojo esta cita: “Voy a olvidar la sensibilidad, olvidaré mi talento. Eso será más grande y más difícil que lo que pasa por ser la vida”.

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