BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Si he logrado ver más lejos es porque he subido a hombros de gigantes” (Isaac Newton). El célebre físico inglés, autor de los Principia, escribió esta frase en una carta escrita a su colega Robert Hooke, en la que hacía mención a los maestros Copérnico, Galileo y Kepler, aludiendo a los hombros de sus gigantes. Con unos buenos hombros es más fácil avanzar y el camino se hace más corto, más amplio y más sencillo. Justo lo que necesitamos para salir de cualquier bache, todos juntos y con el impulso del buen hacer de quienes nos precedieron. Ya lo dice de otra manera el popular actor Christopher Reeve: “Una vez que has elegido la esperanza, todo es posible”…Una expresión de Antonio Escohotado: “Detesto el victimismo y pago sin vacilaciones el peaje de la independencia”. Me he acordado hoy, no me pregunten los motivos, de esta frase del filósofo y escritor madrileño. Lo admiro sobre todo porque en su obra y en general en toda su trayectoria intelectual hace una afirmación permanente de la libertad como antídoto frente al miedo o las coacciones que empujan al ser humano a toda clase de servidumbres. Cosas que están en la condición humana. Por cierto repito hoy la frase de Winston Churchill para que algunos se enteren del valor de la democracia real: “La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás”. Equivale a decir que alguna vez hay que dar un puñetazo, aunque sea leve, sobre la mesa…Además, tal día como hoy, en 1944, nacía el poeta y novelista barcelonés Félix de Azúa, cuya obra poética está considerada fría y hermética, girando sobre los ejes temáticos del vacío y la nada, en tanto que su producción narrativa y de prosa literaria destaca por su carácter reflexivo y culturalista, incluyendo fuertes dosis de ironía y sarcasmo. Suyas son estas dos frases: “Por cierto, tal y como están las cosas, llamo ‘talento’ al sentido común cuando no se dedica tan solo a la supervivencia” y “Una sociedad no es como un río, que le pones una presa y puedes desviarlo. Es más bien como el mar, para que haya cambios en el mar se necesitan siglos”…Un recuerdo, asimismo, para la abogada, escritora y política, defensora de los derechos de la mujer, la madrileña Clara Campoamor, que falleció el 30 de abril de 1972 en su exilio de Suiza. Se trata, como es bien conocido, de una de las principales impulsoras del sufragio femenino en España, que se logró en 1931, aunque fue ejercido por primera vez por las mujeres en las elecciones de 1933. Dos sentencias breves de Campoamor: “La libertad se aprende ejerciéndola” y “Me siento ciudadana antes que mujer”…También un recuerdo al escritor argentino Ernesto Sabato, Premio Cervantes, fallecido un 30 de abril de 2011 y que había escrito de sí mismo: “Soy un simple escritor que ha vivido atormentado por los problemas de su tiempo, en particular por los de su nación. No tengo otro título”. Estos dos textos son de su autoría: “Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil” y “Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo, son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano”…Al final, una cita del historiador y filósofo griego Plutarco: “No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor”.
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adminoctubre 6, 2024