“Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo”

BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Ni el sexo, ni la edad, ni la confesión, ni el partido político, pueden justificar el silencio de las injusticias” (Bertha Pappenheim). Contundente frase de la feminista judía de nacionalidad austríaca, que alcanzó renombre como defensora de los derechos de la mujer y del niño, y que fue conocida con el seudónimo de Anna O., como el caso clínico con el que se le relaciona, y del que se hicieron eco en su Estado de la histeria Brener y Freud. Llamamos la atención sobre su estricto sentido de la justicia, hasta el punto de reconocer que no hay absolutamente nada que pueda condicionarla, y menos el silencio y la complicidad a esta manera de obrar. “Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo”, dejó escrito el novelista francés Víctor Hugo, para enfatizar el valor de la justicia como actitud ante la vida. Por su parte el poeta Amado Nervo lo apuntaría de otra manera: “Las almas superiores no tienen miedo más que de una cosa, de cometer una injusticia”. En resumen hay que clamar contra las injusticias, denunciarlas y condenarlas, vengan de donde vengan, pues casi siempre causan daño a las personas y acarrean graves consecuencias…Además el día permite rescatar a la escritora estadounidense Dorothy Parker, nacida el 22 de agosto de 1893, dramaturga y poeta reconocida a nivel mundial por su ingenio, sarcasmo y su afilada pluma capaz de capturar el lado oscuro de la vida del siglo XX. Dos frases para recordarla: “El aburrimiento se cura con curiosidad. La curiosidad no se cura con nada” y “No me importa lo que se escriba sobre mí, siempre y cuando no sea cierto”…En esta misma fecha, de 1920, venía al mundo el novelista y poeta Ray Bradbury, autor, entre otras obras, de Crónicas marcianas o Farenheit 451, reconocido como poseedor de una de las narrativas más envolventes dentro de la ciencia ficción. Estas expresiones lo recuerdan: “Actuar sin saber te lleva directamente al precipicio” y “Demasiado tarde comprendí que no es posible esperar a ser perfecto, que hay que salir a la vida y caerse y levantarse como todo el mundo”…En este día vino al mundo, en 1961, el cantante y compositor argentino Andrés Calamaro, que ha labrado una trayectoria de éxito por todo el mundo. Tiene muy buenas composiciones y letras hermosas, como estas: “Voy a perder la cabeza por tu amor, porque tú eres agua, porque yo soy fuego y no nos comprendemos” y esta otra: “¿Hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo? ¿Es que no te has dado cuenta de lo mucho que me cuesta ser tu amigo?”…Una referencia, asimismo, al escritor checo Jan Neruda, fallecido un día como el de hoy de 1891, uno de los principales representantes del realismo checo, y con una obra especialmente conocida, Cuentos de Malá Strana, un libro de relatos sobre la pequeña burguesía. Esta frase es suya: “Al menos cuando uno habla de uno mismo, es apasionado, bien informado y específico”…Por último hay que aludir al escritor y novelista francés Roger Martin du Gard, fallecido el 22 de agosto de 1958, al que se considera heredero de la novela realista del siglo XX, aunque en él brillan especialmente la certeza de sus descripciones, sus detalles narrativos y la penetración psicológica que hace de sus personajes. Recibió en 1937 el Premio Nobel de Literatura por “la artística energía y veracidad con que ha reflejado tanto los conflictos humanos generales, como algunos aspectos fundamentales de la vida moderna en su ciclo de novelas Los Thibault”. Dos frases de Du Gard: “El pensamiento solo comienza con la duda” y “La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse”…Una sentencia del escritor checo Franz Kafka: “Un libro tiene que ser el hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros”…Y otra de la escritora Hellen Keller: “Ningún pesimista ha descubierto el secreto de las estrellas, o navegado hacia una tierra sin descubrir, o abierto una nueva esperanza en el corazón humano”…Y una cita del escritor alemán Jean Paul para terminar: “El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados”. En los recuerdos vive nuestra esencia, atados a nuestra memoria.