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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / «La única diferencia entre un buen día y un mal día es tu actitud” (Dennis S. Brow). Esta frase tan breve como contundente es de un músico jamaicano y nos viene a decir que las personas gestionamos nuestras circunstancias con la actitud. De manera parecida lo expresa el estadista y escritor británico Winston Churchill: “La actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia”. En efecto, puede no tenerse en cuenta como algo significativo, pero su poder es grande…Un día como hoy, de 1905, venía al mundo Mijaíl Shólojov, novelista ruso adscrito al realismo, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1965 y una de las figuras más importantes de la nomenclatura literaria soviética. Suya es esta frase: “La vida dicta a los hombres sus leyes, que no están escritas en parte alguna”…Otro aniversario corresponde al poeta Joseph Brodsky, nacido un 24 de mayo de 1940, autor ruso-estadounidense de origen judío, que está considerado el poeta más grande nacido en la época soviética y uno de los más notables en lengua rusa de la segunda mitad del siglo XX, hasta el punto de conseguir el Premio Nobel de Literatura en 1987. En esta frase se pronuncia sobre la vida: “¿Qué puedo decir de la vida? Que resultó ser larga. Únicamente con el dolor me siento solidario, pero hasta que me tapen con greda la boca, de ella sólo saldrán agradecimientos”…Hoy también un recuerdo para uno de los grandes escritores americanos del siglo XX, Philip Roth, que nos dejó no hace mucho. Novelista, ensayista y autor de colecciones de cuentos, el autor de obras como Pastoral americana, Me casé con un comunista y La mancha humana, fue eterno candidato al Nobel, que no consiguió, pero su trayectoria estuvo plagada de premios y distinciones, como el Príncipe de Asturias de las Letras. Lo reconocemos en esta sentencia: “Deja de preocuparte por envejecer y piensa en crecer” o esta confesión cuando tenía 78 años: “Si escribir es tan frustrante y difícil para mí, ¿qué me ha llevado a seguir haciéndolo? Y la respuesta es muy tonta, es que no sé cómo parar. Si pudiera dejar de escribir lo haría, pero no sé cómo hacerlo”…El siguiente personaje es un gran icono cultural y musical de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, cantante, compositor y poeta estadounidense. Me refiero a Bob Dylan, nacido el 24 de mayo de 1941. Su figura marcó una época e inspiró a otros artistas, como por ejemplo el genial y también muy admirado Bruce Springsteen. Las letras de Dylan incorporan una gran variedad de temas sociales, políticos, filosóficos y literarios, hasta el punto de que la Academia Sueca le otorgó en 2016 el Premio Nobel de Literatura “por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción estadounidense”. Una de las citas de este grande que más me gustan es este canto a la vida donde nos da las claves para hacer realidad nuestros objetivos. Dice así: “Que tus manos siempre estén ocupadas, que tus pies siempre sean veloces y que tengas una fuerte base para cuando el viento cambie de golpe. Que tu corazón esté alegre, que tu canción sea siempre cantada”. Otras expresiones de Dylan: “Nadie es libre; hasta los pájaros están encadenados al cielo” y “Ayer siempre es un recuerdo y mañana será lo que se espere que sea”…En este mismo día, en 1919, fallecía el poeta y diplomático mexicano Amado Nervo, autor perteneciente al movimiento modernista, al que se considera hijo literario de Rubén Darío. En Amado Nervo se conocen al menos tres etapas, una primera de encendido lirismo religioso; una segunda, tras su estancia en París, más llena de universalidad, un pálpito más liberal, que es cuando escribe sus Poemas y otras obras, para acabar con Los jardines interiores; y la última que se produce en torno a 1909 cuando publica En voz baja, que supone el inicio de su andadura hacia la paz espiritual. La vida del poeta fue llevada al cine con La amada inmóvil, el mismo título de una de sus obras dedicada a un gran amor. Dos testimonios de Nervo: “Hay algo tan necesario como el pan de cada día y es la paz de cada día; la paz sin la cual el mismo pan es amargo” y “El proverbio persa dice: no hieras a una mujer ni con el pétalo de una rosa; más yo te digo: no la hieras ni con el pensamiento”…Por último, merece unas líneas la escritora británica Emily Bronte, la autora de la obra Cumbres borrascosas, el clásico de la literatura inglesa, una novela de historia de amor apasionado, que fue juzgada como salvaje y burda por los críticos del siglo XIX, pero tiempo después se le reconoció como la expresión más genuina, profunda y contenida del alma romántica inglesa. Suyo es este pensamiento: “¡A cada momento necesito recordarme a mí mismo que he de respirar, que ha de seguir palpitándome el corazón…!

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