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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques, todo lo demás son relaciones públicas” (George Orwell). Tiene sentido recoger esta frase del escritor y periodista británico, en una jornada como la de hoy que se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, y que nos pone en alerta de lo que es el verdadero periodismo y lo que simplemente es propaganda. En este momento la Libertad de Prensa sigue estando amenazada, pero no lejos de nuestro ámbito, que también, aquí mismo hay agresiones todos los días. Cada vez que un periodista cuenta una verdad, como es su obligación, hay quienes se molestan y despotrican de nuestro oficio. Lo tenemos asumido, pero todos los días tenemos la urgencia de combatirlo. A fin de cuentas, como diría el escritor y poeta danés Hans Christian Andersen, “la prensa es la artillería de la libertad”, y sin ella no es posible la democracia. Como dejó escrito Jaume Perich, escritor y humorista, y dio en la diana con esta imagen tan elocuente, “gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco”. En fin, Nicolás Maquiavelo, que nació un día como hoy, en 1469, ya abordaba en sus escritos este apasionante tema: “Ninguna fuerza doma, ningún tiempo consume, ningún mérito iguala, el nombre de la libertad”. Y Juan Gelman, poeta de referencia, también nacido un 3 de mayo, lo vino a decir de otra manera: «La palabra —que es nuestra arma— es una herramienta de lucha»… Una sentencia del escritor inglés Francis Bacon: “No existe prosperidad sin temores ni disgustos; la adversidad tampoco existe sin conformismo y esperanza”…Y otra cita, ahora de la madre Madre Teresa de Calcuta, siempre tan ocurrente y sabia: “Ama hasta que te duela, si te duele es buena señal”… “Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos”. De nuevo Maquiavelo. En efecto hay dos “yo” en cada uno de nosotros, el que ven los demás, es decir, el que aparentamos, y el que realmente somos, incluso es posible que a veces los dos coincidan, pero normalmente parece que no es así. Las personas proyectamos una imagen y es notorio especialmente cuando nos exponemos mucho, como ocurre hoy con las redes sociales mediante las cuales llegamos a tanta gente. Esto da para una reflexión mayor, pero lo que quiero subrayar es que por encima de todo si la imagen que proyectamos es coherente con los valores personales que defendemos, no debe preocuparnos demasiado lo que otros puedan opinar. Esta es una de las muchas frases del legado del filósofo político, uno de los pensadores más influyentes de la historia occidental, nacido en Florencia, que pasó a la historia por su labor como escritor. Su obra #ElPríncipe, que aborda un patrón de doble moralidad, ya que para él la moralidad gobernante es distinta a la del ciudadano, fue un tratado de doctrina política que se publicó cuatro años después de su muerte. A Maquiavelo se le atribuye la frase “el fin justifica los medios”, pero #ElPríncipe abarca mucho más, porque una de sus grandes aportaciones a la política fue su concepto de la razón de estado. Sus teorías, además de valerle para ser considerado uno de los teóricos más importantes del Renacimiento, asienta las bases del concepto de política de la modernidad. Aparte de haber dejado escrito que “la política es el arte de engañar”, que no creo que sea muy del agrado de quienes se dedican a esta actividad que debería ser noble pero está un tanto desacreditada, tiene otras sentencias dignas de recordar: “El vulgo se deja cautivar siempre por la apariencia y el éxito”, “No son los títulos los que honran a los hombres, sino que los hombres honran a los títulos” y “No puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad”…Y una referencia a William Shakespeare, nacido tal día como hoy de 1616 según el calendario gregoriano, y cuya personalidad literaria es suficientemente conocida. Suyo es este mensaje: “Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero”. Así es, aquellos que están a tu lado en los buenos como en los malos momentos, aquellos que están cuando se les necesita, son dignos de nuestro aprecio y atención, porque son estas personas las que merecen nuestro afecto. Y otra expresión conocida de Shakespeare: “El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia, esto es la esencia de la humanidad”…La cita final es de Séneca: “No hables nunca bien de ti, no te creerán. Tampoco hables mal de ti, te creerán enseguida”.

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