Skip to main content

BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Nadie en este mundo debe ser temido…solo entendido. Ahora es el momento de comprender más, para que podamos temer menos” (Marie Curie). Lo que expresa es que nada en la vida es para ser temido. El miedo es un sentimiento intrínseco en nosotros, que nos protege de peligros, nos mantiene alerta y nos prepara para defendernos o huir. Pero no es bueno vivir de forma permanente bajo miedo constante a lo que pasará o a lo que podría pasar. El miedo debe estar unido al peligro real, y cuando éste ya ha pasado, deja de tener miedo aunque sigas alerta, pero sin preocupaciones. Ahora es el momento de entender más, de modo que podamos temer menos. Conocer cuál es nuestro real peligro y temer cuando realmente está cerca. Dejemos de temer por lo que pueda pasar, porque si tiene que pasar, así ocurrirá. Y mientras tanto, vivamos más. La frase inicial corresponde a la científica polaca, nacionalizada francesa, pionera en los primeros tiempos del estudio de las radiaciones, que falleció un día como hoy de 1934. Se trata de la primera mujer en ganar el Premio Nobel por partida doble, Física y Química, y también es la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la Universidad de París. Dotada con una enorme personalidad y fuertes convicciones, dejo tres citas que la retratan fielmente: “Soy de las personas que piensan que la ciencia tiene una gran belleza. Un científico en su laboratorio no es solo un técnico: es también un niño colocado ante fenómenos naturales que le impresionan como un cuento de hadas”, “Nunca he creído que ser mujer deba tener tratos especiales. De creerlo estaría reconociendo que soy inferior a los hombres. Y yo no soy inferior a ninguno de ellos”, y “Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha”…También el 4 de julio de 1804 nacía el novelista y cuentista estadounidense Nathaniel Hawthorne, conocido por sus historias de ficción gótica y romanticismo oscuro. Entre sus obras más notables figuran La letra escarlata y La casa de los siete tejados. Los rasgos característicos de su literatura son la invención, la creación, la imaginación y la originalidad, todos los cuales valen acentuadamente más que el resto en la literatura de ficción. Dos testimonios de este autor: “El contraste y la mezcla de tragedia con alegría es cosa de todos los días, de todas las horas, de cada momento” y “¿Qué calabozo es más oscuro que el propio corazón?, ¿Qué carcelero es más inexorable que uno mismo?”…Este mismo día, pero en 1927, vino al mundo Neil Simon, que fue rey del género de la comedia, uno de los grandes de Broadway, que se convirtió en uno de los dramaturgos de mayor éxito comercial en los Estados Unidos. Murió a los 91 años de edad dejando un sello particular de humor inteligente y crítico, que ha cosechado éxitos en todo el mundo. Estas dos expresiones son de su autoría: “El mal genio es lo que nos mete en líos. El orgullo es lo que nos mantiene en ellos” y “La vida de un buen hombre es una guerra continua con sus pasiones”…Un recuerdo igualmente para el escritor británico Samuel Richardson, que falleció el 4 de julio de 1761. Las novelas más conocidas de Richardson son Pamela o la virtud recompensada, novela epistolar sentimental de final feliz, que generó toda una moda; Clarisa o la historia de una joven dama; y Sir Charles Grandison. Richardson había trabajado como editor e impresor durante la mayor parte de su vida cuando, a la edad de cincuenta y un años, escribió su primera novela, e inmediatamente se convirtió en el escritor más popular y admirado de su tiempo. Un pensamiento de este autor: “Cuando contenemos las palabras, los ojos suelen decirlo todo”…Una frase de una gran poeta, Emily Dickinson: “La esperanza es una cosa que se posa en el alma y canta una melodía sin palabras, sin dejar de cantar jamás”…Otra de la escritora María Dueñas: “La vida nos tumba muchas veces, pero hay segundas oportunidades y lo mejor está por llegar”…El final se lo reservo hoy a Don Antonio Machado con estas tres citas que nos remiten a su grandeza: “En el corazón tenía la espina de una pasión. Logré arrancármela un día: ya no siento el corazón”; “Converso con el hombre que siempre va conmigo. Quien habla solo, espera hablar con Dios un día” y “Para dialogar, preguntar primero; después, escuchad”.

Dejar un comentario