BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / «Disfruta de las pequeñas cosas, porque tal vez un día vuelvas la vista atrás y te des cuenta de que eran las cosas grandes». (Robert Breault). Qué gran verdad, en ocasiones estamos a la espera de manás y nos pasan desapercibidas cosas sencillas a las que no damos importancia y finalmente dejan su huella. Hay que estar preparados para la sorpresa, en la vida surgen coincidencias y detalles pequeños que al observarlos después, con cierta perspectiva, es cuando detectamos su verdadero valor. Todo transcurre muy deprisa, por eso nuestros sentidos tienen que estar alerta para exprimir las sensaciones…Una conocida frase de Franz Kafka: “En la lucha contra el resto del mundo te aconsejo que te pongas del lado del resto del mundo”. Nos recuerda el célebre escritor que vivimos y convivimos en sociedad, es inviable imponernos a esta evidencia, y a pesar de cómo está el mundo y cómo se muestra a veces eso que llamamos sociedad, no se consigue nada tratando de cambiar el paso, porque es una batalla perdida. Eso sí, hay que vivir guardando siempre la compostura, las convicciones, las ilusiones, la coherencia. No se trata de abdicar de nada, sino de asumir la realidad, aunque a veces no sea de nuestro total agrado…Además recordamos al poeta y novelista francés Alfred de Vigny, que nos dejó frases tan ocurrentes como estas: “Sólo el silencio es grande; todo lo demás es debilidad” y “Nunca he encontrado un hombre de quien no haya aprendido algo”…Una frase ahora del escritor argentino Ernesto Sabato: “Para ser humilde se necesita grandeza”. Y otra de la novelista Amelia Barr: “Es siempre lo sencillo lo que produce lo maravilloso”…En este día les regalo este fragmento del precioso poema de Mario Benedetti: «No te rindas por favor, no cedas./Aunque el frío queme,/ aunque el miedo muerda,/aunque el sol se esconda,/y se calle el viento,/aún hay fuego en tu alma,/aún hay vida en tus sueños». Con este mensaje tan singular transmito mis mejores deseos a tantas personas en nuestro entorno que pasan por el duro trance del desempleo o cualquier otra grave adversidad, sobre todo respecto a la salud A todos esos rostros humanos, muchos de las cuales están en nuestro día a día, los tenemos cerca, nos tropezamos en la calle, les envío este latido a voz en grito de optimismo y esperanza. Sí, ya sé que es difícil ponerse en su piel, pero también sueño con un mañana, ojalá muy pronto, en el que se avance en el respeto a la dignidad a la que todo ser humano tiene derecho…Y una cita final de otro escritor importante, el alemán Thomas Mann: “Si vas a salir de frente a descubrir la verdad, deja la elegancia para el sastre”.