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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “La resiliencia es el arte de navegar en los torrentes, el arte de metamorfosear el dolor para darle sentido; la capacidad de ser feliz incluso cuando tienes heridas en el alma” (Boris Cyrulnik). Esto es lo que, según el neurólogo y psiquiatra francés, define al resiliente, al resistente, la capacidad de adaptarse a las circunstancias, y añade más: “Después de una catástrofe, siempre hay una revolución”. Hoy les brindo también esta bonita declaración poética de Pablo Neruda: “Si cada día cae dentro de cada noche,/existe un pozo donde la claridad está aprisionada./Necesitamos sentarnos en el borde del pozo/de la oscuridad y buscar la luz caída con paciencia”. Eso, necesitamos sentarnos al borde del pozo para reflexionar y entender sobre el tiempo que nos ha tocado vivir. Precisamente uno de los personajes del día es el escritor inglés Daniel Defoe, que falleció el 24 de abril de 1731. Defoe es conocido sobre todo por ser el autor de la novela Robinson Crusoe, escrita en 1719 y que cuenta el naufragio de un hombre en una isla desierta y las aventuras que vivió en ella, pero este autor un tanto singular, dejó para la historia, y ahora nos sirve de marco de referencia, un libro, Diario del año de la peste, completa novela histórica publicada en el año 1722, una obra tardía que a menudo se lee como si fuera no ficción y que es un relato de la Gran Plaga de Londres. El propio Defoe escribe: “En aquellos días –1665—carecíamos de periódicos impresos para divulgar rumores o para embellecerlos por obra de la imaginación humana, como hoy se va a hacer”. El libro en cuestión muestra que el miedo y el tesón son cualidades que hombres y mujeres han cultivado durante siglos. No me resisto a reproducir el verso que cierra el libro en cuestión: “Una terrible peste hubo en Londres/en el año sesenta y cinco/que arrasó con cien mil almas/¡y sin embargo estoy vivo!”. En cuanto al personaje, ya que nos fuimos por los Cerros de Úbeda, se trata de uno de los primeros cultivadores de la novela, por lo que recibió el título de “padre de los novelistas ingleses”. Dos frases en su recuerdo: “Todo nuestro descontento por lo que nos falta es el resultado de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos” y “El miedo al peligro es diez mil veces peor que el peligro mismo”…También un día como hoy está registrado el nacimiento del dramaturgo madrileño Víctor Ruiz Iriarte (1912), cuya obra está caracterizada por la fantasía y el humor. Recibió el Premio Nacional de Teatro por Juego de niños en 1952. Nos dejó frases sugerentes, como estas: “La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes” y “La vida ríe y llora todos los días, es una cosa más importante que el dolor”…Cómo no, hay que rendir tributo a la figura de Jorge Manrique, poeta castellano del prerrenacimiento y hombre de armas, autor de las Coplas a la muerte de su padre, uno de los poemas clásicos de la literatura española de todos los tiempos. Se cree que nació en el precioso pueblo jienense de Segura de la Sierra, hijo de Rodrigo Manrique. Así recordamos al autor también de “Nuestras vidas son los ríos, que van a dar a la mar”: “Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando, cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando”…Destacamos, asimismo, la muerte en este día, en 1980, del escritor y musicólogo cubano Alejo Carpentier, autor de El Reino de este mundo y El Siglo de las luces, catalogado como uno de los escritores más importantes del siglo XX para la lengua castellana, además de ser uno de los causantes de la renovación literaria latinoamericana imaginando aspectos diversos sobre la realidad. Dos frases en su homenaje: “Los años se restan, se diluyen, se esfuman, en vertiginoso retroceso del tiempo” y “La vida es ciervo herido que las flechas le dan alas”…No me quiero olvidar de San Vicente de Paúl, el sacerdote francés y uno de los grandes representantes del catolicismo en la Francia del siglo XVII (nació el 24 de abril de 1581). Creó las Conferencias de la Caridad y su lema era: “Los pobres son nuestros maestros de vida y pensamiento. Junto a ellos la inteligencia se esclarece, el pensamiento se rectifica, la acción se ajusta, la vida se modela desde el interior”. Dos testimonios de San Vicente de Paúl: “El ruido no hace bien; el bien no hace ruido” y “No puede haber caridad si no va acompañada de justicia”…Un recuerdo a la poeta uruguaya Ida Vitale, Premio Cervantes, que nos dejó una cita vibrante como esta: “Quizás la escuela debería obligar a leer el Quijote antes, porque es un breviario para la vida, está todo en el Quijote”…El final es una cita de Luis de Góngora: “¡Ah, si yo supiera que tu rosal sobrevivió a la tempestad, tal vez el frío me sería más leve”…Feliz Romería de la Virgen de la Cabeza!!!

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