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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / «Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo en exceso lo que no tengo» (León Tolstói). En efecto, la felicidad es un sentimiento de bienestar y siempre está a un paso de nosotros, es una decisión. No hay secretos para ser felices, ni nadie es feliz a todas horas, cada uno tiene su punto de vista, podemos estar tristes, felices, nerviosos, pero lo importante es estar agradecidos de que sentimos y que tenemos el poder de escoger qué camino tomar y si queremos disfrutarlo o no. El novelista ruso nacido un día como hoy de 1828 está considerado uno de los más importantes escritores de la literatura mundial. Sus dos obras más famosas, que reflejan fielmente la sociedad en la que vivía, fueron Guerra y Paz y Ana Karénina, ejemplos de su literatura e inspiración ideológica de personalidades de la talla de Gandhi y Luther King, entre otros. Los dos títulos citados constituyen la cúspide del realismo ruso, junto a obras de Dostoyevski. Otras frases de Tolstói: “A un gran corazón, ninguna inquietud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa”, y una pronunciada poco antes de morir agradeciendo los testimonios de solidaridad hacia su persona: “Sobre la Tierra hay millones de hombres que sufren: ¿por qué estáis al cuidado de mí solo?”…También un día como hoy, de 1585, nacía el que sería conocido como Cardenal Richelieu, que además de eclesiástico era noble y estadista francés, con gran poder tanto en la Iglesia Católica como en el Reino de Francia. Personaje irrepetible también por su mecenazgo del arte y por fundar la Academia Francesa, su imagen que ha llegado a nuestros días, tiene mucho que ver con el trabajo de Alejandro Dumas, autor de Los tres mosqueteros, novela que describe al cardenal como un personaje codicioso y hambriento de poder, pero con un fondo de carácter noble y grande. He aquí algunas de sus frases más conocidas: “Yo soy católico, pero antes que católico, francés”, “La autoridad apremia a la obediencia, pero la razón persuade” y “No decir sino lo necesario, a quienes es necesario y cuando es necesario”…Registramos asimismo el nacimiento un 9 de septiembre de 1908 del novelista y poeta italiano Cesare Pavese, de controvertida personalidad, pero figura destacada en el ámbito literario, al que siempre persiguió su trágica vida y la admiración por la belleza que paradójicamente entraña el sufrimiento. Le recordamos con estos dos testimonios: “Es hermoso escribir porque reúne las dos alegrías: hablar uno solo y hablarle a la multitud” y “Todos los pecados tienen su origen en el complejo de inferioridad, que otras veces se llama ambición”…Y un 9 de septiembre, de 1898, fallecía el poeta y crítico Stéphane Mallarmé, que representa la culminación y al mismo tiempo la superación del simbolismo francés, y se le considera uno de los grandes del siglo XIX. Recogemos sus testimonios: “El pensamiento es donde las palabras deben dormir mucho tiempo con el fin de nacer nuevas y puras” y “Lo sé, sólo somos inútiles formas de la materia, pero bien sublimes”…Como final, una cita del filántropo Andrew Carnegie: “A medida que me hago mayor, presto menos atención a lo que dice la gente. Simplemente veo lo que hacen”. Se aprende a relativizar, a distinguir lo importante de lo accesorio, a sacar el verdadero jugo a la vida y a no comulgar con ruedas de molino. Este es el privilegio…

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