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Por ANTONIO GARRIDO / El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, nos tiene en ascuas, juega al escondite sobre la más que segura convocatoria electoral antes del verano, tan es así que como en medios políticos y periodísticos le han delimitado las posibles fechas, 19 o 26 de junio, porque para el 12 ya llegaríamos tarde, teniendo en cuenta que han de pasar 54 días desde el anuncio oficial hasta la cita con las urnas, ahora, en la ceremonia de la confusión, apunta que las elecciones no tienen que celebrarse necesariamente en domingo, y es verdad, su propia colega madrileña Díaz Ayuso la puso un día laborable y barrió. Moreno, que ayer salió por peteneras en un mal tono, extraño en él, a preguntas de los periodistas, y conste que ha sido el propio gobierno el que con tantos dimes y diretes ha alentado la polémica, ha dicho en ámbitos cercanos que espera que se baje el suflé, pero es imposible, todo el mundo sabe que la legislatura está agotada. En fin, como dice su socio Juan Marín, que apriete el botón cuando quiera.

No solo en Andalucía se habla de elecciones, el soniquete suena también a nivel nacional y tanto las encuestas como las declaraciones de los políticos nos lo advierten. Es cierto, ahora vienen una cita detrás de otra y las formaciones hacen sus cábalas. También a nivel provincial y local se pone en marcha la maquinaria, nadie quiere que le coja el toro. Los próximos comicios, o algunos de ellos, pueden deparar sorpresas, las encuestas mancan tendencias y existe la posibilidad de otear escenarios inéditos. Pero hay que esperar. Hoy es hoy, mañana será mañana. A todo esto este país no sería el mismo sin la picaresca y los pelotazos. Hemos estado muy entretenidos con la hazaña del dúo Luis Medina y Alberto Luceño, tras engañar al Ayuntamiento de Madrid, y su alcalde no sabe cómo salir del lío, porque es verdad que en todos sitios cuecen habas, pero los hay donde deberían ser exquisitos con el dinero de los demás, porque no es verdad que el dinero público no sea de nadie, Carmen Calvo dixit, es de los contribuyentes. Qué les voy a contar, en Jaén tenemos alguna historia parecida y es muy lamentable, sobre todo que se vayan de rositas.

La Semana Santa, espléndida, en general ha hecho buen tiempo, había muchas ganas de procesiones y el turismo se ha situado en niveles de prepandemia, que es un buen presagio para estos próximos meses. Los jienenses han salido a la calle como nunca, natural después de dos años largos de adversidad, aun cuando el covid-19 sigue vivo, cierto que con mucha menos virulencia como indican los datos de la Junta. En cuanto a las mascarillas, hoy oficialmente se ha levantado la veda, pero el sentido común y la responsabilidad demandan precaución, paso a paso, poco a poco, prudencia. Se han lucido las procesiones y, claro, los políticos en ellas, presumiendo de bastones, en algunos casos se han multiplicado, es curiosa la metamorfosis que experimentan una vez al año, y en 2023 será el cénit porque estaremos en época electoral. Ahora que viene a cuento, observo que en el caso del PSOE parece que se ha transmitido una consigna de jaenerismo a ultranza, desde los más elevados cargos hasta los más humildes militantes, especialmente en las redes sociales, difunden #hashtag de amor desaforado a Jaén, lemas que pretenden identificar como los guardianes de las esencias de la ciudad, como ese slogan de Bella Ciudad de Luz, que es una frase que tiene años, es del himno a Jaén y tiene un autor, Federico de Mendizábal, está casi todo inventado. Pero nada que objetar, esta ciudad está ansiosa de cariño, pero preferiblemente acompañado de hechos que lo demuestren.

En los temas referidos a la Junta, en relación con la Universidad de Jaén, la única novedad es que no hay novedad. En la sociedad civil, desde la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA, cada día se tiene más claro que no hay ningún documento firmado que acredite que pasado este año la Universidad de Jaén tendrá suficiencia financiera, también para el Grado de Medicina, no solo el primer curso, sino los siguientes. El presidente de la Junta no ha recibido a los rectores ni se ha pronunciado siquiera sobre esta cuestión del clamor de Jaén. No nos debe preocupar el futuro inmediato, este es el único camino en el que se ha avanzado, pero sí y mucho el futuro a medio y largo plazo, y todo hace indicar que la pelota va a estar en el tejado del próximo gobierno. Por tal motivo habrá que mantener encendida la antorcha de la exigencia al poder político para que no le dé una nueva bofetada a Jaén en la cara de su institución más emblemática. Claro que la Plataforma toma nota de que entraremos en campaña, dará los pasos con prudencia, pero no renuncia a movilizar a la sociedad en el momento en que se dirima el nuevo modelo financiero. Eso sí, cuando entremos en campaña, en semanas, veremos cómo nos llegan propuestas y promesas desde todos los puntos cardinales, cosa diferente es que luego se cumplan. Un día de estos les recordaré lo que unos y otros nos dijeron en la última víspera electoral. Les adelanto que de lo anunciado, casi nada. Estamos hartos de los cantos de sirenas.

Por otro lado no nos ha sorprendido en exceso la comunicación de la Junta de Andalucía en el sentido de que se prorroga sine die el proceso de cara a la liquidación y extinción de la Cámara de Comercio e Industria de Jaén. Debe ser muy complejo, pero han pasado ya varios años, y ni el anterior gobierno de la Junta ni el presente han sabido cómo dar cerrojazo a un ente que bien se pudo salvar en su día en lugar de condenarlo a la desaparición. Porque entre otras cosas, hasta que no se ponga el punto final y se entierre la antigua Cámara, no se podrá iniciar la aventura de crear una nueva. Qué triste historia, en la que la política no ha dado una a derechas, pero hay que reconocer que los que crearon el problema se fueron de rositas y entre unos y otros dilapidaron un instrumento que hoy podría resultar útil en el servicio al mundo empresarial. Las cosas de este Jaén al que tanto queremos y donde resistimos.

Más de la Junta, el anuncio de obras de mejora en las carreteras A-306 y A-311, con lo que otra infraestructura de carreteras largamente acariciada, la autovía Torredonjimeno-El Carpio, sigue sin estar en la hoja de ruta. El PSOE dice que este proyecto lo dejó encauzado, pero llega tarde, tuvo años de sobra para ejecutarlo. Creo que por el momento no hay que hacerse idea de esta autovía, no hay voluntad política, y dinero puede que tampoco haya, pero sí para la Andalucía de otra velocidad, ¿o estamos ciegos y no lo estamos viendo a diario? Este gobierno andaluz de PP y Ciudadanos ha comprometido en Jaén muchas más cosas de las que ha hecho, la verdad es que casi todo está en el capítulo de pendiente, aunque la publicidad y las reiteradas declaraciones presenten el panorama de otra manera. A título de ejemplo, iremos a elecciones sin saber nada de los 800 y pico millones que Moreno Bonilla anunció para dos años, que ya han pasado. O que Juan Marín dijo que de inmediato se resolvía el proyecto de la Ciudad de la Justicia, y de esto hace ya algunos años, al mismo tiempo que asumía en primera persona la puesta en funcionamiento inmediatamente del tranvía de Jaén. Hay fotos y textos en las hemerotecas. En Jaén tenemos unas enormes tragaderas.

Por cierto, ya que estamos con las carreteras, hoy ha estado por la provincia la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, que ha pintado la mar de bonito el inminente futuro de la famosa y polémica autovía A-32, sí, esa que lleva 26 años en construcción y lo que le quede. Ha venido a afirmar que en breve se van a aperturar dos tramos y licitar otros dos. El alcalde de Villacarrillo, Francisco Miralles (PP) le ha entregado una carta en nombre de otros regidores, demandando el compromiso para concluir de una vez por todas esta importante infraestructura. Como es natural, porque de otra manera no se entendería una visita institucional, la ministra ha hablado del socorrido «compromiso del Gobierno con Jaén». Dos cosas más, no se conoce que haya estado presente la reivindicativa Plataforma de Alcaldes del PSOE, que se ve que tiene muy delimitada su hoja de ruta. Y dos, con respecto al tema ferroviario, la ministra se ha referido a la mejora de la conexión con Jaén, vía Córdoba, y lo bien que se va a quedar la estación de Jaén. En realidad no saben qué decir. Eso se nota, como también que por mucho que nos quieran vender la moto el peso político de Jaén es escaso, con permiso de Felipe Sicilia y todos los demás próceres socialistas.

Uno de los asuntos estrella de estos días ha sido el de la vía libre municipal, aunque sea por los pelos, con los votos a favor de PSOE, la concejal de Ciudadanos y Salud Anguita, con la abstención de PP y Siempre Jaén y el voto en contra de Adelante Jaén, para el proyecto de construcción en la zona del Bulevar (al final casi todo desemboca en esta manzana) de un hospital privado en el que un grupo de inversores, entre ellos destacados empresarios jienenses, promueven esta infraestructura que se pretende construir en dos años, con un presupuesto de 20 millones de euros y la creación de 100 puestos de trabajo directos y otros 200 indirectos. Entre esos empresarios hay dos grandes activos, como he visto en las fotos, Fulgencio Meseguer e Ismael Muñoz, que me merecen todo crédito. Se ha constituido Jaén Salud, S.L., sociedad a la que el Ayuntamiento hará una concesión por 60 años, con 95.000 euros anuales a las arcas municipales, en un terreno que desde hace tiempo figuraba para colegio, pero no ha habido ningún movimiento al respecto, las cosas que pasan en Jaén.

Tuve oportunidad de seguir el debate en el pleno extraordinario del Ayuntamiento y en parte se centraba en el socorrido dilema entre lo público y lo privado, dos conceptos que no deben ser excluyentes, al menos a mi modo de ver. La primera misión de los responsables políticos es garantizar servicios públicos de calidad, esta es una regla de oro. El actual gobierno andaluz sacó del cajón de los olvidos el clamor por la Ciudad Sanitaria de Jaén, y en este tiempo ha habido avances muy significativos, pero a día de hoy seguimos con el proceso urbanístico y es más que probable que tengamos un nuevo hospital privado antes que el público. La Ciudad Sanitaria, está pensada como una infraestructura de muchísimo nivel, el día que se termine será histórico y pasaremos a disfrutar de una sanidad en condiciones. Pero, ¿cuándo será eso? Este es el único reproche por el momento. Digo que defiendo lo público, pero no solo disfrutar de un gran complejo, sino mejorar listas de espera y hacer que la sanidad pública sea la joya de la corona, como alguna vez se le ha considerado y han llegado momentos en que la realidad demostraba que hay políticos que se nublan por las impresiones. En relación con el hospital privado que se proyecta en Jaén, viene a cubrir una necesidad imperiosa, el estado de la sanidad privada en la capital y provincia es deficiente, solo hay un centro de referencia, la clínica Cristo Rey, y aunque en parte se ha mejorado en los últimos años, tiene una escasa capacidad de camas y contrasta con la enorme cantidad de usuarios, que no son solamente los ricos, como algunos entienden sin conocer de qué hablan, sino que hay un amplísimo contingente de funcionarios que son asistidos por esta medicina, tanto a nivel hospitalario como de especialidades y de atención primaria. Una sanidad privada moderna, con un centro a la altura de los que existen en otras capitales, es una demanda imprescindible y supongo que eso es lo que ha movido al grupo de empresarios a invertir en esta dirección. Lo celebro porque es otro signo de progreso para la capital, para situarla en foco de atracción con más recursos, y al fin y al cabo el Ayuntamiento lo que hace es atender una demanda y un beneficio para millares de jienenses, más de lo que se pueda pensar, fuera ya de toda demagogia como se suele hacer cuando se quiere enfrentar lo público y lo privado, pues ambos intereses son compatibles. Por esta razón me extraña que una iniciativa de estas características no haya obtenido más respaldo en el Consistorio, sobre todo después de escuchar las intervenciones y no advertir posturas contundentes de rechazo, salvo la del grupo Adelante Jaén.

Foto: El alcalde de Jaén, con empresarios de la sociedad que proyecta el hospital privado para la capital.

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