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Por ANTONIO GARRIDO / Algún cambio en el funcionamiento del equipo de gobierno del Ayuntamiento, que se explica en la voluntad del alcalde de elaborar un presupuesto para el próximo ejercicio, que parece que ya toca, pues se sigue funcionando con el del año 2017, que ya es decir, nadie ha sido capaz desde entonces de realizar el trabajo que en su día correspondió a Manuel Bonilla, que fue uno de los mejores ediles de Hacienda que ha tenido el Consistorio, de hecho sus cuentas están sirviendo, aunque con las modificaciones oportunas en cada ejercicio, pero que el Ayuntamiento de una capital lleve seis años seguidos sin su documento económico de referencia no tiene justificación alguna. Bueno, sí, de orden político, porque el temor está en que el Ministerio de Hacienda no le dé su plácet, no sé si ahora hace la vista gorda para no causar más problemas de la cuenta, no olvidemos que el gobierno municipal y el estatal han sido del mismo partido, pero hay que contar con un Ministerio que tiene el deber de control y puede exigir el cumplimiento de una serie de requisitos que tal vez el Ayuntamiento de Jaén no pueda cumplir. Esa es la labor que tiene encomendada el responsable de Hacienda, Francisco Joaquín Martínez Garvín, y no le arriendo las ganancias al concejal liberado para esta importante misión, aunque le deseo el mayor éxito en el empeño.

El gobierno anterior renunció a confeccionar tanto un presupuesto, sólo hizo amagos, como iniciar los trabajos para el nuevo PGOU con las nuevas disposiciones que existen al respecto, y ambos retos los quiere abordar Agustín González. El tema económico es el más importante, sin lugar a dudas, de ahí que sacar adelante unas cuentas medianamente presentables puede ser el principio para ir combatiendo el gravísimo lastre de la deuda de los 600 millones, poco más o menos, que pesan como una losa, a pesar de que tantas veces se pretenda tapar tanto su existencia como sus efectos. El consejero de Justicia, José Antonio Nieto, muy político él, y que he de decir que no me disgusta, porque como político experimentado ya viene con cierto sentido de la responsabilidad y conocedor de que a la gente hay que darle respuestas, aunque no me creo mucho lo de la Ciudad de la Justicia, quiero ser sincero, dijo ayer en Jaén, con respecto a la deuda, algo que he repetido en los últimos años hasta la saciedad y me agrada coincidir con él, y es que un Ayuntamiento en tal situación de ruina o déficit es un candidato a la pérdida de expectativas y en consecuencia de población. A las pruebas me remito. Nieto ha ofrecido la receta: el Ayuntamiento tiene que desbloquear deuda, modernizar la gestión administrativa y activar proyectos importantes que la ciudad lleva mucho tiempo esperando. Su Consejería está dispuesta a colaborar, y se agradece. En los tiempos en que el PSOE gobernó Andalucía nunca hubo sensibilidad con este problema, y desde luego la que menos interés puso fue María Jesús Montero, esa es que pasó totalmente del asunto. Pero es curioso que cada vez que se habla de la deuda municipal se dé la sensación de que se ha llegado a ella por arte de magia, por generación espontánea, cuando es la suma de la irresponsabilidad de algunos políticos, unos cuantos, que en alardes de grandeza hipotecaron el futuro de la ciudad por muchos años, y encima se fueron de rositas.

Ya he visto, por otra parte, que el Ayuntamiento sigue insistiendo en que el centro comercial Jaén Plaza no abrirá sus puertas hasta que funcionen perfectamente todas las medidas de seguridad. Creo que se ha hablado poco de lo ocurrido con el incendio del 24 de julio y sobre todo de sus consecuencias y también de la imagen proyectada por la ciudad en toda la provincia y fuera de ella. El día de autos las llamas se originaron en una zona en obras en la parte exterior, pero llegaron a afectar al edificio, y de qué manera. De aquellos polvos, estos lodos. Hubo avisos de que se estaba corriendo una maratón para la apertura del centro comercial, porque a los políticos entonces con mando en plaza les interesaba incluir la inauguración o lo que fuera, en la campaña electoral. Se abrió y todos pudimos ver que aquello no estaba finalizado, era evidente la ausencia de algunas de las firmas comprometidas y la planta de arriba, dedicada a la hostelería ni se podía visitar, todo esto aparte de detalles que llamaban la atención sobre una celeridad nada aconsejable. Al mes ocurrió el incendio, y la verdad es que nos sorprendió relativamente porque las prisas casi nunca suelen ser buenas consejeras. Durante este tiempo no he visto ningún comunicado de responsables del anterior equipo de gobierno sobre este particular, igual se me ha pasado, y hay que ver lo exigentes que son las administraciones para unas cosas y lo permisivas que se vuelven para otras.

Creo honestamente que el anterior equipo debió dar la cara con explicaciones y no esconderse cuando forzó una apertura de forma innecesaria de la nueva galería con todos sus establecimientos. Responsabilidad compartida con el grupo Alvores, que debió medir también los tiempos y ser más juicioso, una infraestructura no se puede inaugurar hasta que no está totalmente terminada. Luego pueden surgir incidencias, claro, pero no serían atribuibles a un mal procedimiento. Y estoy de acuerdo con la denuncia que hizo en su día Comisiones Obreras y a la que nadie parece que concedió crédito, en el sentido de que era un caso para que la Fiscalía actuara de oficio en la búsqueda de responsabilidades. En una ciudad no pueden suceder cosas, que se quedaron en daños materiales pero que pudieron ser una tragedia, sin que se delimiten bien las causas. Antes digo que daños materiales, pero debo añadir que se ha visto afectado el numeroso personal trabajador de los establecimientos abiertos, abocados desde entonces a diferentes situaciones. En resumidas cuentas, que se podría haber evitado y como siempre ocurre en estas circunstancias todo el mundo escurre el bulto, los primeros quienes movieron Roma con Santiago para sus aspiraciones e intereses personales.      

Foto: Imagen que se hizo viral el 24 de julio con el incendio que afectó a la flamante galería del centro comercial Jaén Plaza.

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