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Tras el congreso nacional del PP, en Madrid, tal y como esperaba el presidente provincial de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, los astros se han alineado a su favor. A saber, por un lado la continuidad de María Dolores de Cospedal, con quien mantiene una buna relación que hasta ahora le ha beneficiado, y por otro, que no ha prosperado el criterio de una persona un cargo. Cuando llegue el momento, antes del verano, Fernández de Moya optará a la reelección en la presidencia provincial del partido, y lo justifica, en buena medida, en la cantidad de peticiones que le han llegado para que siga al frente del PP jienense, tanto que él considera que hay un clamor. Lo considera o lo quiere ver así.

No cabe duda de que Fernández de Moya se considera bastante retribuido desde el punto de vista político, con su nombramiento por Montoro del cargo de secretario de Estado de Hacienda, pero él sabe la importancia y el poder que otorga el cargo de representación orgánica, pues gracias a él se está en el ojo de mira y cuando se deja la tarea institucional siempre queda este puesto de mando en el que resguardarse y optar a cualquiera de las ofertas electorales a la carta.

Que se va a presentar es seguro, que hay quienes le apoyan, también lo es. Pero de la misma manera es rigurosamente cierto que un grupo de alcaldes, tal vez no de municipios muy significativos, pero en este caso todos cuentan, han llegado a la conclusión de librar una batalla por el cambio en la presidencia al considerar que la etapa de Fernández de Moya, con sus luces y sus sombras, ya ha llegado a su final. En esta que podemos llamar rebelión de alcaldes se postula para encabezar la candidatura el actual regidor de Porcuna, Miguel Moreno, un abogado al que le gusta la política, que ha ganado las elecciones con toda solvencia, y que es evidente por el voto en su pueblo que tiene un tirón personal que es un importante activo para dedicarse a lo que en este momento aspira. Tiene ya el compromiso de voto y de adhesión al paso que ha dado, de otros primeros ediles de diferentes poblaciones, muchas de las que no han estado en el círculo más íntimo del ahora presidente. Quiero decir que en los últimos años ha habido bastante tiempo para que se hicieran visibles tanto las adhesiones como los agravios, los que están en lapodama de lospartidos saben bien qué es esto, y es la razón de que un grupo haya dicho que hasta aquí se ha llegado.

Estos componentes del PP, que por lo que me cuentan ya son un grupo numeroso, que se ha reunido en varias ocasiones y que incluso han hecho una visita a la dirección regional de Sevilla, parecen animados. En el entorno del presidente regional y candidato a la reelección, Juanma Moreno, lo que se ha pedido es que si no son posibles listas de unidad se presenten las candidaturas librmente y que vayan a la elección, eso sí, tratando de hacerlo de manera que exista fair play y no se causen daños a la organización. Después las urnas dirán la última palabra.

Fernández de Moya ya ha dado a conocer los alcaldes que le apoyan, entre ellos el de la capital, Javier Márquez, que inició su mandato más despegado y ahora aparece como uno de sus principales avalistas, algo que muchos le empiezan a reprochar dentro y fuera del PP. Por su parte Miguel Moreno ya debe estar en la situación de presentar a los alcaldes y significados militantes que le van a respaldar, entre los que hay gente muy significada del partido, de antes y de ahora, por tanto no va a estar solo ni se va a tirar sin paracaídas. La pretensión de esta candidatura alternativa es la de ir a por todas, esperan alcanzar con facilidad los avales, menos de un centenar con los nuevos estatutos, que se necesitan para optar a ser alternativa. Como el voto es secreto, en el congreso esperan incluso que por fuera de las personas que les están manifestando su ánimo haya otras que aunque sea anónimamente, sin hacer ruido, se sumen al nuevo proyecto.

No está exento de dificultad. Fernández de Moya es un potente adversario a batir. Conoce muy bien el partido porque lleva mucho años en él, ha sido bastante tiempo con  el control más absoluto y ahora también sigue manejando muchos resortes del poder. De todas maneras el cambio de mentalidad se ha operado en la gente por la actitud presidencialista del partido, la falta de debate interno. Una de las mayores críticas que se le hacen al actual presidente provincial es la de la confección de las listas, en donde unos comicios tras otros se sigue negando la posibilidad a muchos militantes destacados que merecerían estar en ellas, en cambio algunos de los que aparecen no poseen, afirman, méritos, sobre todo políticos, en el partido, que les avalen, y se pone como ejemplo las sustituciones que se han producido en la lista inicial al Congreso de los Diputados, aunque hay una más larga relación de reproches, entre ellos el de que haya dirigentes que llevan un montón de trienios de escaño en  escaño, con lo que a nivel provincial se impide que el escalafón esté en movimiento. 

De cualquier manera y para resumir lo que me parece saludable, es que en un partido democrático, y el PP lo es, puedan confrontarse con total normalidad en un congreso distintas maneras de enfocar la organización y que los militantes elijan la que consideren mejor. Por cierto estamos aludiendo a dos opciones que son las que en principio están visibles. No sé si puede haber alguna más, si hay algún valiente por ahí, de los que se han señalado extraoficialmente, que decidan participar también de la oportunidad de esta cita que al menos se presenta animada. La uniformidad tan previsible es bastante aburrida. No es la primera vez que llegan al congreso dos listas, ni tampoco debe ser la última.

 

Foto: Miguel Moreno, alcalde de Porcuna, aspirante a la presidencia provincial del PP.

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