Skip to main content

Por ANTONIO GARRIDO / La Diputación Provincial de Jaén ha vuelto a elegir por el procedimiento más transparente, un jurado muy profesional y de probada competencia, los ocho aceites que serán protagonistas el próximo año 2023 de “Jaén Selección”, que representan cada anualidad lo mejor del oro líquido representativo de nuestra provincia para todos los actos promocionales, y no son pocos, a desarrollar en ferias y eventos tanto en el territorio nacional como en el extranjero. Esta elección de los “ocho magníficos”, o como le gusta llamar al presidente de la Diputación, Francisco Reyes, “los Óscar del aceite de este país”, se está convirtiendo cada año en todo un acontecimiento por las expectativas que despierta, porque no puede olvidarse que los aceites que gozan de este privilegio tienen durante los doce meses una muy considerable promoción y a quien primero beneficia es a la marca. Es obvio que son todos los que están, pero no están todos los que son, pero es la dificultad que tiene escoger a solo ocho aceites, y es el jurado el que lo tiene más complicado porque, como sus propios miembros han reconocido, hay que elegir el mejor entre los mejores, y en concreto en estos años la calidad está a gran altura, hasta el punto de que cuentan que hay que repetir las catas para hacer justicia.

Las marcas que contarán con este marchamo de calidad el próximo año son Oro Bailén Reserva Picual, de Aceites Oro Bailén Galgón 99, de Villanueva de la Reina; Dominus Cosecha Temprana, de Monva, de Mancha Real; Puerta de las Villas, de la cooperativa San Vicente, de Mogón (Villacarrillo); Oro de Cánava, de la cooperativa Nuestra Señora de los Remedios, de Jimena; Esencial Olive, de Oleícola San Francisco, de Baeza; Pradolivo, de Oleoperales, de Baeza; Señorío de Camarasa, de la cooperativa Santa Isabel, de Torres; y el ecológico Aceite Supremo, de Aceites Supremo, de Jaén. Siete aceites convencionales y uno ecológico.

Con independencia del mérito indudable de los aceites que han sido distinguidos para “Jaén Selección” 2023, es fácil observar que de un año para otro se producen entradas y salidas entre el selecto club de los escogidos, de la misma manera que lo habitual es que concurran en torno a medio centenar o algo más, concretamente en esta ocasión han sido 71 marcas de aceites (77 el año pasado) de 38 localidades de la provincia, que suelen coincidir con las iniciativas empresariales emprendedoras y que una mayor apuesta están haciendo por la calidad y la competencia. En esta ocasión la lista se ha renovado, hay banquillo, y, además, entre los premiados hay 5 almazaras y 3 cooperativas, de siete municipios. Un dato significativo que refleja el comportamiento del sector. ¿Son suficientes setenta y una firmas para participar en un concurso anual de estas características? Seguramente podrían ser más, pero sí, lo cierto es que las mismas buenas marcas de excelentes aoves se repiten constantemente, y, premiadas o no, bien sabemos de algunos de los olivareros que están haciendo bien las cosas, lo demás vendrá por añadidura y si no logran este reconocimiento de “Jaén Selección” son acreedoras a otros premios y distinciones que hacen que no pase desapercibida la labor que vienen haciendo en la defensa de los mejores aceites.

Es digna de elogio la labor promocional que con el aceite de oliva virgen extra realiza la Diputación Provincial desde hace casi veinte años, con lo que ha conseguido al menos dos objetivos: poner al aceite de excelencia en el lugar que le corresponde como producto gastronómico y saludable, y al mismo tiempo, estimular a las empresas olivareras a realizar todos los esfuerzos necesarios para seguir apostando por la calidad de los aceites, condición indispensable para seguir ganando mercados y cocinas en todo el mundo, aprovechando que cada vez se difunden más las cualidades del aceite de oliva virgen extra, de cuya riqueza podemos presumir.

Por último, queda felicitar a todas y cada una de las empresas que han presentado sus aceites, porque han escogido el camino de la calidad, que no siempre quiere decir el de mayor beneficio económico, al menos inicialmente, rompiendo con el conservadurismo a ultranza que siempre ha caracterizado a este sector vital de la economía jienense. Hoy, por fortuna, están cambiando las circunstancias, a veces no al paso de lo que sería deseable, pero existe la convicción de que el tiempo pondrá al olivar y al aceite de Jaén en el lugar que le corresponde y que al margen de lo que el cultivo significa desde el punto de vista del empleo, medioambiental, cultural o económico, la carrera por la calidad acabará imponiéndose, de hecho este año es un buen ejemplo, porque en ella está el futuro de Jaén, no hay otra salida posible.

 

Dejar un comentario