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Por ANTONIO GARRIDO / Pues sí, en algunos municipios quedan días de infarto hasta que el 17 de junio sean constituidos los nuevos ayuntamientos. Hay plazas donde aún no ha terminado el duelo, lugares donde gestiones solventes de sus alcaldes y alcaldesas se han castigado por el efecto Sánchez, una de las razones, entre otras, que ha dado pie, pero no solo en la provincia de Jaén, para consuelo, del tsunami PP, que viene empujando, y cuando se produce esta ventolera ya es imparable, quiere decir que toca alternancia. El ínclito presidente del Gobierno ha asumido en primera persona la debacle del voto socialista, menos mal, porque él ha sido el que ha estado sacando conejos de la chistera en un espectáculo que rozaba la indecencia política, porque impedía que los líderes locales se centraran en los problemas propios de los territorios, el caso es que lejos de provocar una reflexión interna, serena y profunda de estos resultados, en otro alarde de autoritarismo, convoca elecciones y deja sin resuello a los dirigentes y a las bases, que en muchos casos no tienen ánimos en este momento procesal. Pero, eso sí, serán pocos los que se atrevan a rebelarse, por el contrario tocarán a rebato y todo el mundo se pondrá firme. L’ État, c’est moi.

La provincia aguanta bien el avance azul, sigue siendo el PSOE la lista más votada pero el PP le viene pisando los talones. Vox es la tercera fuerza más votada y le siguen Para la Gente, Jaén Merece Más y Ciudadanos, gracias a unos feudos que mantienen las siglas, más que nada por el talante de sus candidatos. Los populares logran alcaldías emblemáticas, pero el PSOE mantiene su palacio de la Diputación, la joya de la corona, la atalaya de la política local provincial, con la que ha soñado en los últimos meses el presidente Erik Domínguez, cuyo futuro está por despejar, porque me cuesta verlo de edil, ni siquiera es conveniente un tándem González-Domínguez. En el PP están que trinan porque el PSOE resista 44 años con este poder en sus manos. Dice Domínguez que Reyes está acabado, pero la realidad de los datos, si bien es incuestionable el correctivo, dice más bien que los muertos que vos matáis gozan de buena salud. En cualquier caso los dos líderes han hecho balances triunfalistas, todos ganan, se quedan con los pros y hacen de la necesidad virtud.

En el caso de la capital la pelota está solo y exclusivamente en el tejado del partido Jaén Merece Más. La que durante los últimos seis años, primero como plataforma y después como partido, fuera tan criticada por las formaciones mayoritarias, por tratarse de un movimiento cívico incómodo, por reivindicativo y exigente con las administraciones, es ahora la llave del Ayuntamiento, la que tiene el poder decisorio sobre quién va a gobernar la ciudad. Ninguno de los dos lo merecería objetivamente, pero se trata de ser responsables, aunque se otorgue la confianza al mal menor. Hasta el propio Juanma Moreno quiere negociar, todo sea por pintar de azul todas las capitales andaluzas. Pero una Alcaldía debe tener un alto precio, el futuro de la ciudad de Jaén no permite un mercadeo al uso. El PSOE, a pesar de los cuatro años con todas sus incidencias, ha logrado mantenerse como la primera fuerza, aunque haya sido por una diferencia de 300 votos, pero subiendo más de 800 con respecto a hace cuatro años. El PP suma casi 6.000 votos más, Vox pega otro estirón hasta los casi 5.000 votos, y la izquierda del PSOE pincha clamorosamente, al igual que Ciudadanos, que desaparece. El PP ha recibido votos de Ciudadanos, parece obvio, y Jaén Merece Más se ha nutrido sobre todo de nuevos votantes, porque se ha rebajado la abstención.

Es curioso echar un vistazo por las redes sociales donde surgen politólogos como setas, gente que no ha votado a Jaén Merece Más, incluso que lo han vilipendiado, se sienten ahora con autoridad para exigir el rumbo que debe tener cualquier acuerdo. El voto se les ha dirigido a ellos y probablemente con la intención de que los administren con total responsabilidad, autonomía e independencia. Sé que ya se está diciendo que les ofrecen una luna de miel permanente los unos y los otros, pero conozco a Manuel Vallejo, sé de su integridad y su desapego a los sillones y al poder y me equivocaría mucho, y hasta me decepcionaría, si entra por el aro de dejarse llevar por el envoltorio, el cargo, el poder, el dinero, cuando el momento es histórico para ponerse en plan muy proactivo y sacar en cuatro años todos los proyectos estancados por esa política del “y tú más” que ha sido una bendición para los dos grandes, porque los ha justificado, con la complicidad de su legión de palmeros. Jaén Merece Más no puede echar por tierra su capital, que está en las hemerotecas y en la memoria de muchos, y debe ignorar así de claro a los que presionan para que voten a los suyos, me da igual quienes sean. A Jaén Merece Más lo único que hay que pedirle es que sean dignos, que tengan la cabeza alta para no dejarse llevar por las banderías y que hagan lo que hagan, exista un cronograma, un compromiso firmado y con fechas, una asunción de responsabilidades, que en estos cuatro años se garantice el salto hacia la modernidad y la convergencia que desde hace tanto tiempo venimos reclamando.            

Sin solución de continuidad hay que dejar las reflexiones y pasar página, es decir, hacer listas, porque Pedro Sánchez, y debe tener sus motivos interesados para tanta prisa, no suele dar puntada sin hilo, convoca elecciones y el 23 de julio está a la vuelta de la esquina, quiere dejar sin vacaciones a media España, que votemos por correo o que no votemos. Y hay que adelantarse a los acontecimientos, es hora de renovación, tiempo habrá para entrar más a fondo, pero cuidado con las candidaturas, con los parlamentarios invisibles, con el ausente Felipe Sicilia, sin crédito político aquí y ahora, con los desplantes al territorio, Colce y cía.  Al bedmareño Juan Francisco Serrano querrán mantenerlo, le adjudican buenos oficios con el Cetedex, que por cierto si hay cambios en La Moncloa, y entra dentro de lo previsible, no sabemos el futuro que le aguarda, aunque conociendo la “apuesta y el compromiso” que siempre vende el PP, modo ironía, no deberíamos tener sombra de duda, además sospecho la vuelta de Juan Bravo al primer plano, me parece una obviedad. De todas maneras queda poco para aclararlo y después cuatro años tranquilos para hacer política sin la presión de las elecciones, un periodo donde tanto se promete y tanto se miente, sálvese quien pueda.

En fin, adiós mayo, un mes bien completo, no nos hemos privado de nada, hagan recuento. Y junio promete. Disfrutemos si nos dejan, igual de la bendita lluvia que de las preciosas puestas de sol.  

Foto: Conozco a Manuel Vallejo, sé de su integridad y su desapego a los sillones y al poder y me equivocaría mucho, y hasta me decepcionaría, si entra por el aro de dejarse llevar por el envoltorio, el cargo, el poder, el dinero, cuando el momento es histórico para ponerse en plan muy proactivo y sacar en cuatro años todos los proyectos estancados para Jaén.

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