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Por ANTONIO GARRIDO / Les supongo informados de la esperada sentencia que llega once años después, sobre el famoso caso ERE de Andalucía, que ha dictado la Sala II del Tribunal Supremo, donde lo más significativo es que se confirma pena de prisión para el expresidente José Antonio Griñán e inhabilitación especial para Manuel Chaves. Desde que se conoció el contenido de este fallo ha habido numerosas reacciones, muchas de ellas en apoyo de los ex dirigentes socialistas, y otras de crítica al episodio que forma parte de la leyenda negra de la política en nuestra comunidad. De los 19 ex altos cargos que en su momento fueron condenados por la Audiencia de Sevilla por malversación, a nueve de ellos se les impusieron penas que oscilan entre los seis y los ocho años de prisión, entre ellos el propio Griñán y el consejero jienense Francisco Vallejo Serrano (siete años y un día de prisión).

Otros nueve ex altos cargos fueron condenados únicamente por un delito continuado de prevaricación, y entre ellos se encuentra el ex consejero de Presidencia, el jienense Gaspar Zarrías, cuya pena es únicamente de inhabilitación. Se ha informado que el texto íntegro de la sentencia, porque lo que se conoce es un avance, se publicará una vez sea redactado el voto discrepante anunciado por dos magistradas que opinan que tenían que haberse estimado parcialmente los recursos presentados, entre otros, por José Antonio Griñán y el propio Vallejo, para los que se solicita sean absueltos del delito continuado de malversación de caudales públicos.

Lo que nos toca más cerca es que Jaén, nuestra provincia, ocupa un destacado lugar en el mapa de la corrupción en torno a este caso. Dos ex consejeros de la Junta, Gaspar Zarrías y Francisco Vallejo, han sido condenados, pero Vallejo se lleva la peor parte.

Gaspar Zarrías y Francisco Vallejo, como todo el mundo sabe ocuparon responsabilidades en los sucesivos gobiernos como consejeros en diferentes áreas y además Zarrías en calidad de vicepresidente. Ambos fueron, también se conoce sobradamente, figuras relevantes en el PSOE jienense, y Zarrías secretario provincial en una larga etapa, el político más representativo de esta tierra, al que todo el mundo conocía por el apelativo de “el virrey”, que viene a significar la importancia de su condición y responsabilidad en este territorio y muñidor de la política andaluza. De hecho también fue distinguido con el título de presidente de honor de su partido.

En cuanto a Vallejo, fue varias veces parlamentario andaluz, senador en algún momento y siempre un político de referencia para el socialismo jienense. Se podría hacer historia de las responsabilidades que tuvieron y de los compromisos políticos asumidos con Jaén, tanto los que se hicieron posibles como los que se frustraron, como la Ciudad Sanitaria que Vallejo tuvo en su mano cuando ostentaba la responsabilidad de la Consejería de Salud, y el papel del todopoderoso Zarrías, parece que hay consenso al considerar que en la historia política reciente de Andalucía es difícil encontrar personajes de mayor poder que el del jienense Gaspar Zarrías, especialmente en su larga etapa como consejero de la Presidencia de la Junta, al lado de un Manuel Chaves cómodo dejando en manos del hábil político las mayores responsabilidades de la gobernabilidad. Zarrías sigue teniendo en Jaén muchos adeptos en el PSOE, pero en la provincia cuenta también con una legión de enemigos feroces que lo consideran el principal ideólogo de la leyenda más negra del socialismo andaluz. El principal reproche que se le hace social y políticamente es que durante tantos años hubo mucha política, cierto, pero la verdad es que Jaén no consiguió levantar el vuelo. Los dos están fuera de la política desde el año 2016, cuando se vieron obligados a abandonar la militancia en el partido donde tuvieron tan larga trayectoria.

Por otro lado me parece demencial que los partidos, aunque es lógico que hagan sus críticas, utilicen la corrupción como arma arrojadiza cuando más de uno y más de dos están salpicados por los escándalos y lo que tendrían que hacer es salir a pedir perdón todos los días y limpiar cada cual su casa. Era un pronunciamiento judicial muy esperado y por las primeras reacciones que hemos conocido parece que no contenta a todo el mundo por igual, unos ven un pronunciamiento excesivo mientras otros, no pocos, consideran que los jueces se han quedado cortos en las penas impuestas a los personajes públicos que tuvieron alguna relación con la trama corrupta, una de las más señaladas por su magnitud, de la historia reciente de nuestra democracia, no solo en Andalucía sino en España. Las sentencias, además, parece evidente que en los últimos años han tenido un alto coste electoral. A pesar de ello los máximos dirigentes socialistas apoyan a Chaves y Griñán, entre ellos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En el ámbito mediático es Griñán precisamente el que recibe más apoyos y sus propios compañeros defienden su honradez. A tal efecto se valora la confesión general que hace en su libro, de reciente aparición, “Cuando ya nada se espera”.

Cabe recordar que el Caso ERE nació en Jaén, según desvela en su libro, publicado hace cinco años, “Caso ERE. Las entrañas de la corrupción institucional en Andalucía”, el periodista jienense Juan Esteban Poveda, quien indica que las claves del escándalo de corrupción tiene su origen en la antigua fábrica jienense Molina. Lo escribe de esta manera: “El primer impulso político fue una honesta reacción ante severas crisis industriales que necesitaban respuestas firmes y ágiles. El problema es que por salir de un atolladero –primero el de Molina y luego otro mayor aún en Santana- crearon, según jueces y fiscales, un sistema opaco y discrecional para gestionar el dinero público”. También hace referencia a los personajes no políticos de la trama, unos pocos, donde sobresale el tan renombrado Juan Lanzas, otro jienense al que se adjudica el papel de “conseguidor” de los EREs en distintas empresas, desde su ámbito de responsabilidad sindical.

En fin, un trago amargo para el socialismo español, andaluz y de Jaén, una ocasión para que la opinión pública enjuicie la actuación de los políticos y haga explotar su indignación, que también tiene derecho, pero de todas maneras, aunque ahora se pidan responsabilidades, desde el punto de vista electoral parece que el escándalo está amortizado. A pesar del tiempo transcurrido del lamentable episodio nos hace sentir vergüenza ajena por la pesadilla y el hedor de tanta inmundicia como se describe en las miles de páginas de un sumario demoledor.

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EL CASO DE LOS ERE…y todo empezó en Jaén

(Artículo que publiqué el 25 de marzo de 2017 y que merece la pena rescatar ahora para refrescar la memoria en torno a la presencia de la provincia de Jaén en la trama de los ERE sobre la que se acaba de dictar sentencia.)

https://www.enjaendonderesisto.es/nuestro-jaen/caso-ere-y-todo-empezo-en-jaen/

Foto: Gaspar Zarrías y Francisco Vallejo.

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