Skip to main content

Por ANTONIO GARRIDO / Dime de qué presumes y te diré de lo que careces. El Partido Popular en Jaén se pone muy serio y contundente a la hora de exigir al Gobierno central “una lista larga de infraestructuras que el Estado debe a Jaén”. Está en su derecho, es oposición al gobierno de España y bien sabemos que la deuda del Ejecutivo con nuestro territorio es enorme, pero no solo de la etapa de Pedro Sánchez, que también, es decir, ha corregido y aumentado todo lo que se venía comprometiendo años atrás, casi desde el inicio de la democracia, con la sucesión de gobiernos insensibles con Jaén, desde Felipe González hasta Mariano Rajoy, pasando por José María Aznar o José Luis Rodríguez Zapatero. González nos negó el pan y la sal con el pretexto de que habían dedicado mucho dinero en la salvación de las entidades cooperativas jienenses creadas por Domingo Solís, y además nos alejaron del AVE que bien pudo acercarnos más a la modernidad. Ni él lo hizo ni los políticos jienenses lucharon por ello, no recuerdo ninguna manifestación al respecto. Aznar, con su ministro Álvarez Cascos, siguieron la misma senda, y fueron los responsables del proyecto que alejaba de Jaén, la ‘cobra’ le llaman, la alta velocidad entre Granada y Madrid, que da un rodeo impresionante con tal de evitarnos. Supongo que el peso de esta decisión era lo poco que pintaba Jaén y su escaso peso político.

A Zapatero al menos hay que reconocerle el famoso y efímero Activa Jaén, algunas de cuyas actuaciones con el tiempo se han ido desvaneciendo. El resto de sus atenciones también fue discreto. Rajoy, en la misma línea, y ni siquiera logramos una apuesta significativa con la presencia de Cristóbal Montoro al frente de Hacienda, la cesión del edificio del Banco de España, que costó muchas súplicas durante años y poco más que contar. Sánchez ha sido el colmo de los colmos, porque ha quedado para la historia la gravísima afrenta del Colce, que ni siquiera borrará el premio de la lotería que puede ser el Cetedex, y digo puede ser porque todas las previsiones optimistas hay que confirmarlas. Menos mal que ya no hay en exclusiva declaraciones políticas sino que en el proyecto se integra la credibilidad del Ejército y la de nuestra Universidad de Jaén.

Lo que quiero decir es que hace muy bien el PP en exigir al Gobierno de Madrid, justamente lo que no hizo cuando gobernaba en España este partido, lo que ocurre, y siempre me gusta referirlo también cuando el que exige es el PSOE, es que para ser creíble, lo primero que tendrían que hacer los populares es empezar pidiendo a su propio gobierno andaluz, que ya lleva unos cuantos años en el poder y aunque es verdad que el PSOE ejerció durante varias décadas y su balance para la provincia fue ampliamente insatisfactorio, dejando en los cajones la mayoría de los proyectos que fueron tan recurrentes durante años, a pesar de que ahora se quieran convertir en el azote de los populares, sin  mucha legitimidad para hacerlo, de todos modos ese es su papel en la oposición y nada que objetar a que lo cumplan, si bien hemos de tener memoria histórica, por lo que respecta al PP provincial debe de dejarse de discursos vacíos o mirando hacia otro sitio, como si no fuera con él, y mostrarse exigente con la Junta a la vez que lo hace con el gobierno de España, no es incompatible clamar en las dos direcciones, es más, provoca en la ciudadanía un mayor grado de confianza. Pero está claro que los mensajes diarios de los partidos van dirigidos a “los suyos”, a tratar de demostrar que defienden los intereses de Jaén, pero qué lejos están de ese objetivo. Como ciudadano me indigna esta manera de hacer política del “y tú más”, el PSOE contra la Junta, el PP contra el actual gobierno de España, los ayuntamientos, según su color, barriendo para casa, el Ayuntamiento de Jaén contra la Diputación y claro, viceversa.

El Ayuntamiento de Jaén alineado con la Junta a muerte, comprometido con la política partidista hasta el final, con el jefe sentado en la bancada popular, Erik Domínguez y su fijación contra la Corporación Provincial y contra Reyes. En fin. Siempre recuerdo al que fue presidente del Congreso de España, Gregorio Peces Barba, que el día que fue elegido para ese cargo se dio de baja del Partido Socialista, un gesto para demostrar que su misión institucional era sagrada. Primero, ciudadano y responsable, demócrata en definitiva, en este país en el que la democracia se sirve a la carta. Y en segundo lugar, la ideología. Para determinadas responsabilidades, al menos así lo pienso, hay que llegar a las instituciones ligeros de equipaje. No estoy diciendo que las ideologías no importen, la democracia se basa en la pluralidad y en el papel operante de los partidos políticos, por supuesto, pero lo inconcebible es llegar a momentos como el de ahora mismo, tanto en la política nacional como en la más próxima, incluida la local, donde todo es política, o más bien diría que politiquería, y mientras se está en ella es imposible poner todos los sentidos en solucionar los problemas de la gente.

Los responsables públicos se han aprendido un discurso que estos días multiplican, que si la subida del salario mínimo, que si las pensiones, que si…todo ese es cierto y en la política social se reconocen importantes avances, pero no es menos verdad que a cambio se está lesionando la convivencia, se está vendiendo como normalidad hechos y situaciones perversas, el todo vale no es entendido por una legión de españoles, y a estos se le incluye, se nos incluye, en lo que el presidente del Gobierno llama “fachosfera”. O conmigo o contra mí. Todos fachas, menos los que andan abducidos con él y los que por intereses económicos o políticos le otorgan su confianza. Pues bien, gente como yo clamábamos por la democracia antes de que Sánchez irrumpiera en la política y la haya convertido en un juguete peligroso en sus manos, como se está viendo, una operación un tanto surrealista que le puede salir bien cara.

Me he apartado del hilo porque la política no mejora sus expectativas, en todo caso el futuro se va poniendo más en peligro. Volviendo al Partido Popular de Jaén, que representa a la fuerza política que está gobernando en Andalucía y que es posible que si continúa esta deriva acabe en Moncloa, ya que en las últimas elecciones estuvo cerca, lo que hay que exigirle sin más miramientos es que se deje de excusas, y que en vez de señalar a los otros empiece dando ejemplo. Trasciende en la calle que la Junta no tiene dinero para Jaén y se constata con la simple observación y con los números del presupuesto aprobado para este año, más todavía, con el discurso que se viene repitiendo de que se están sentando las bases. Que venga el presidente de la Junta y anuncie el edificio de la lavandería como el gran signo de que la Ciudad Sanitaria está en marcha, es un brindis al sol. La Ciudad Sanitaria y la Ciudad de la Justicia, van pasando los meses y no hay concreciones, sí, estudios y declaraciones cargadas de buena fe, pero nada firme. El compromiso con Jaén se reduce sobre todo a las frases grandilocuentes, que Jaén está de moda, que la Junta está cerca del Ayuntamiento, antes lo decía de la capital, ahora también de Linares y supongo que todos los pueblos donde gobiernan los populares. En resumen, hablar mucho y hacer poco. Eso sí, lo poco que hacen lo tratan de explotar, de un grano de arena hacen una montaña.

Por supuesto que estoy analizando el famoso Acuerdo por Jaén firmado por Partido Popular y Jaén Merece Más para la gobernabilidad del Ayuntamiento y para el avance de la ciudad de Jaén en su camino hacia una capital vigorosa. El resultado en los primeros casi ocho meses, es bastante escaso. El socio Jaén Merece Más, que se juega mucho en el empeño, parece más interesado en que se vean detalles, por ejemplo acaba de presentar una moción recabando potencia eléctrica; se movilizó por el tren dando protagonismo a su plataforma ciudadana, que creíamos ya inexistente; y acaba de reiterar la necesidad de que Jaén sea la sede de algún organismo de los que el Estado trata de sacar fuera de las grandes ciudades para apoyar a la España Vaciada…en fin, se supone que están trabajando, pero dado que hay exigencia a corto, medio y largo plazo, los resultados en algunos casos tardarán en producirse, de todas maneras el tiempo vuela y los logros no siempre son fáciles de obtener.

El gobierno local y los firmantes del Acuerdo por Jaén deberían saber a estas alturas responder cuando se les pregunta qué hay del Fondo de Equilibrio Territorial y Convergencia Socioeconómica. Lo que se firma debe cumplirse. ¿Qué pasa con ese Fondo?

Para ser justos y aunque se trate de compromisos políticos que ya estaban tramitados, porque un PEC TAC no se concibe de la noche a la mañana, su instalación es un grandísimo logro en el ámbito sanitario, sin ninguna duda. Algunas cuestiones de avance, aunque sea testimonial, la disminución del plazo de pago a proveedores, aunque seguimos a la cabeza de España, nada menos que un año y ocho meses, no es conveniente ni siquiera una concesión al optimismo; se ha avanzado en un proyecto liderado por el propio alcalde, de “El Banco” como polo que pretende ser de atracción de empresas digitales y de generación de empleo; incluso se ha presentado un plan de turismo, que aunque parezca un error que rompan estrategias pasadas y vayamos improvisando con la necesidad que tiene Jaén de una marca única y duradera; también se ha creado la figura de la Defensora del Jienense, aunque dista mucho de la concepción que muchos tenemos para ese cargo de persona independiente y con más calado; se está en la mejora, imprescindible, de la Gerencia Municipal de Urbanismo, clave para dar vida a la construcción, al empleo y al avance de Jaén…y se han ido materializando algunos, no todos, los proyectos que dejó pendientes el anterior gobierno municipal, como la conexión con Ifeja, etc.

Hay temas en los que el Consistorio no se ha mojado lo suficiente y son vitales. La Ciudad Sanitaria y de la Justicia corren el peligro de que en esta legislatura pasarán “in albis”, ojalá me equivoque; por descontado que uno de los compromisos firmes, hacer un presupuesto, está incumplido hasta este momento y creemos conocer las dificultades, las mismas que tuvo el anterior gobierno local, la actual ruina nos obliga a dar cuentas al Ministerio de Hacienda y sus exigencias son letales, así que mejor dejarlo como estaba, aunque el último presupuesto elaborado por Manuel Bonilla, fuera de 2017. Es un asunto muy delicado y complejo, no le arriendo las ganancias y la deuda municipal está ahí, sin que funcione todavía ese marcador anunciado también por el alcalde, para que, en aras de la transparencia, la ciudadanía observe los cambios, de haberlos, en el día a día. Con respecto al Cetedex, han tenido que asumir la realidad después de un largo periodo de negación, si bien la Junta que dice apoyar al Ayuntamiento y a la ciudad no se ha manifestado abiertamente desde Sevilla ni el consejero Sanz ha rectificado unas declaraciones impropias de un responsable público cuando calificó esta infraestructura para Jaén como representativa de la vieja política.

Luego hay algunas pretensiones, como que el COI ponga una sede en Jaén, que por el momento no se ve factible. Por descontado, ninguna acción, salvo la de Jaén Merece Más plataforma, para impulsar el desarrollo ferroviario, que aunque depende del Gobierno de España es un asunto de máxima importancia y la Administración Local tiene mecanismos de exigencia. Sin novedad con el Museo Íbero, al margen del blablablá. Tampoco, que sepamos, salvo conversaciones aisladas con agentes afectados, se ha movido con celeridad el futuro Plan General, ese que el anterior gobierno no consideraba urgente, pero que en una capital no exista una figura de planeamiento urbanístico es una absoluta anormalidad.

En el Acuerdo por Jaén hay que reconocer que por llenarlo de contenido hay cuestiones que no tienen recorrido, es por tanto imposible el cumplimiento al cien por cien, ya me conformaría con un 25%, pero esto sería muy optimista y sinceramente no lo espero, y no por falta de voluntad política y deseo de las partes firmantes, sino porque las decisiones no les corresponden. Choca que el PP andaluz firmara un documento que tiene seguro que no puede cumplir, al menos en cuatro años, por tanto es una hoja de referencia, de buenas intenciones y ya está.

También hay incumplimientos flagrantes en los que no se ha entrado hasta ahora, que sepamos. En primer plano se encuentra la Universidad de Jaén, que a todos se les llena la boca, pero le faltan los apoyos desde el Consistorio, por el seguidismo hacia la política de la Junta, que mantiene los recortes hacia la UJA. No ha dado el grito en el cielo, me refiero al Ayuntamiento, ante los problemas de financiación del Grado de Medicina, no ha mediado en favor de que el nuevo modelo garantice el crecimiento de la UJA en lugar de relegarla con un presupuesto congelado, no le hemos visto reivindicar y exigir, que la Universidad, como tiene solicitado, pueda actualizar y potenciar su oferta formativa, etcétera. Ha habido reuniones entre el alcalde y el rector, pero no hemos visto al Ayuntamiento en modo “acción” para la defensa de la UJA y es vital, además en este mismo momento se trata de una prioridad absoluta.

Por supuesto veo muy improbable que se instale en Jaén una sede del CSIC y otros organismos públicos, sí se avanza en la alfombra roja a los empresarios, y hay que seguir por este camino. No hay avance en la consideración de Jaén para participar de la red de plataformas logísticas, no se sabe nada del concierto con el Puerto de Motril para el comprometido Puerto Seco, el tranvía sigue siendo un servicio en lista de espera que llegará cuando llegue, no confío en los plazos, porque ya nos han engañado todos bastante. Está pendiente la Cámara de Comercio local, sobre la que ha habido contactos, pero la situación ahora es la idónea porque ya se extinguió y es momento de unir voluntades empresariales. Por supuesto está ahí esperando, como el slogan turístico de Jaén, el momento de dar protagonismo al casco histórico, igualmente un futuro digno para la Plaza de la Libertad y la actual estación de autobuses, sacar a la luz un proyecto para estación intermodal, imprescindible ya en una ciudad como Jaén. El entorno de Jabalcuz. Etc, etc.

Soy consciente de que los deberes en Jaén son numerosos y la capacidad de maniobra de un Ayuntamiento es relativamente escasa, porque cualquier iniciativa ha de cubrir plazos y más plazos. Ha pasado poco tiempo aún, pero la gestión tampoco se hace de la noche a la mañana, lo que hoy no se planifique (ojo con un Plan Estratégico absolutamente imprescindible) no podrá estar listo en este mandato municipal, lo diga quien lo diga. Hay demasiados asuntos pendientes y por tanto hay que priorizar los objetivos. Depende del nivel de implicación y compromiso de los políticos. Jaén los está esperando.

Foto: En el Acuerdo por Jaén figuran algunos compromisos específicos con la Universidad, pero ninguno de ellos se ha abordado a pesar de que la UJA ha necesitado y necesita de este apoyo.

Dejar un comentario