Los datos del paro registrado correspondientes al mes de abril pasado proporcionan algo de alivio en una senda dramática en la que Jaén se ha instalado y parece que con la intención de quedarse. El saldo que nos proporcionan los últimos datos nos dan 1.525 desempleados menos en las listas, claro que con todo es la provincia andaluza donde menos se reduce el desempleo en cifras absolutas y todo ello teniendo en cuenta el efecto Semana Santa, que son fechas que en principio deberían ser temporada alta para un elevado repunte de los puestos de trabajo, aunque sean estacionales.
Como es fácil observar con una tendencia tan evidente, durante los últimos años, no hay ningún motivo para echar las campanas al vuelo, en todo caso este registro menos malo del mes de abril debe ser un acicate para aproximar posiciones entre quienes tienen responsabilidades para ver qué se puede hacer para remediar el gravísimo problema al que se enfrenta la provincia, y esto hay que hacerlo desde planteamientos realistas, por tanto poco se puede aportar desde el triunfalismo propio de los que gobiernan y se agarran a un clavo ardiendo, como tampoco se pueden atisbar salidas desde un derrotismo impenitente. Por cierto en la capital se registran 10.566 desempleados, que no son pocos.
No pretendemos aguar la fiesta pero la relativa bondad de los datos de empleo se producen en una provincia que abandera el ranking del paro en el país y que es la primera provincia andaluza con este “honor” mientras seguimos teniendo una estadística aterradora, por tanto cuidado con las valoraciones fuera de tiesto porque el panorama que en general presenta la provincia en el mercado de trabajo si a algo llama es a la reflexión profunda y a que cada palo aguante su vela en la seguridad de que esta dura procesión del desempleo va a ser larga.
Me subleva especialmente cualquier valoración optimista respecto del paro en Jaén y, desde luego, la actitud tanto del PP como del PSOE, culpándose los unos a los otros de los malos datos, pero agarrándose a ellos cuando les conviene. La realidad que tiene que constatar esta provincia es que en tantos años los gobiernos de Madrid han sido insensibles con la especial situación de Jaén en relación al desempleo y Rajoy le ha dado la puntilla negándose a planes de empleo especiales, porque Jaén tiene un panorama singular que requiere de medidas adaptadas a esta realidad socioeconómica.
Pero la Junta de Andalucía no se puede escabullir de esta situación, es la responsable directa de las políticas de empleo, que se encuentran transferidas, y tiene que asumir el costo de llevar toda la vida, desde la llegada de la democracia, gobernando esta comunidad y asumir por tanto la cuota parte que le corresponde. La responsabilidad está bien repartida entre los dos gobiernos y esto lo sabemos bien los ciudadanos, aunque ambos traten con tanta frecuencia de confundirnos. La realidad innegable es que estamos ahora mismo en 53.950 desempleados, que es una cifra que a algunos responsables públicos, insisto de ambas administraciones, debería sonrojarles. Pero ni eso.
FOTO: La capital jienense aparece en el paro registrado durante el mes de abril con 10.566 desempleados.