Skip to main content

 

El panorama de la política española por lo que estamos viendo todavía es susceptible de empeorar. La regeneración no deja de ser un brindis al sol, todos se apuntan al término pero no hay actitudes ni en los partidos ni en las personas que ocupan los cargos de representación por hacerlo norma de conducta.

El país y no digamos la provincia de Jaén, y especialmente la propia capital del Santo Reino, todos sabemos bien ya las lamentables consecuencias que se están derivando del actual “gobierno en funciones”, el parón tan enorme en la toma de decisiones que afecta al día a día de mucha gente. En nuestro caso es que hay un Ayuntamiento en la UVI, y más de 116.000 vecinos que padecen la parálisis que provoca no disponer de un solo euro para atender las necesidades de la población.

Y en Madrid, los líderes políticos a lo suyo, especialmente apagando fuegos. Mariano Rajoy que pone un circo y le crecen los enanos, pasa, sin solución de continuidad, de Soria a Barberá y lo que te rondaré. Por la boca muere el pez. Rajoy ha hablado mucho, demasiado locuaz a veces, que se lo pregunten a Bárcenas (“Luis, sé fuerte”) o a la misma Rita, alias “caloret”, sí “Rita, eres la mejor”, que se ha resistido y finalmente ha aceptado abandonar el partido en el que ha militado durante cuarenta años, pero ha dejado a un dividido PP en torno a ella, con un palmo de narices al quedarse en su escaño en el Senado, donde desde la oposición tratan de encontrar subterfugios legales que permitan hacerle saltar, ya que su puesto lo es en representación del Parlamento valenciano.

Rajoy no gana para disgustos, si el de Soria fue de dimensiones considerables, el de la polémica y tozuda exalcaldesa no le va a la zaga, no puede negar la evidencia ni mirar hacia otro lado, porque el patio lo tiene para barrerlo a conciencia. No sé si el líder de los populares tiene motivos pese a todo para el optimismo, porque no se sabe bien si tendrá que pagar alguna factura, es decir, si habrá un castigo en las urnas, o los nuevos casos de escándalo político en sus filas acabarán por concederle la mayoría absoluta habida cuenta de la cultura política del país, que es la que es.

Creo honestamente que hay motivos más que de sobra para que Rajoy, para no dañar más los intereses de su partido, dé un paso atrás, con lo cual ahorraría dificultades. Es verdad que él fue quien ganó las elecciones anteriores, con el resultado de minoría mayoritaria, pero la ética y la estética política, y el buen sentido de la regeneración, aconsejan que se adopten medidas valientes. En cualquier país con verdadera conciencia democrática la situación no hubiera llegado al punto en el que hoy se encuentra.

Pero dejemos el PP y vayamos al PSOE, donde el panorama no es mucho mejor. Mientras las circunstancias políticas aconsejen una salida, la que sea, al actual y lamentable bloqueo, para lo que se espera el desenlace de los comicios autonómicos en Galicia y País Vasco, por si apuntan alguna salida, que francamente no creo que ocurra, el secretario general de los socialistas, el ínclito Pedro Sánchez, sigue haciendo oídos sordos. Se ha escrito estos días que ya no comenta ni con los barores, y las declaraciones de Susana Díaz, que parece ser la eterna candidata a quitarle el puesto, si se dan las condiciones, le ha enmendado la plana de manera contundente, al señalar que no se puede gobernar con 85 diputados.

Sánchez desoye todos los clamores y se aferra a las adhesiones que ha encontrado en una parte de las bases de su partido, por la cantidad de veces que le ha negado a Rajoy el pan y la sal. Esto parece que es lo que cuenta, humillar a Rajoy, y no poner coto a una situación de ridículo dentro y fuera del país, y con los españoles como víctimas de esta política torpe, irresponsable y mediocre. No voy a repetir lo que he dicho en otras ocasiones sobre el controvertido y a mi juicio nefasto personaje, que sigue encantado de haberse conocido y que no duden que llegará donde haga falta, hasta el extremo, para intentar una salida personal airosa, porque puede ser aclamado por parte de la militancia, que sobre todo valora la leña al mono (¡dale caña a Rajoy!) pero no cuenta con respaldo y reconocimiento social y el aval de dirigentes socialistas a los que la sociedad española considera activos de la política nacional, exlíderes, presidentes y secretarios generales regionales, etc., que en su mayoría no ven con buenos ojos la deriva a la que se ha llegado.

Lo mismo que he dicho de Rajoy pienso que el mejor favor que Sánchez le haría al país y creo que también a las siglas del PSOE, sería hacer mutis por el foro, porque le falta ascendencia y se ha quemado como líder, tendría que obrarse un milagro para que lo negro se vuelva blanco. Si hay terceras elecciones, y todo parece indicarlo con el panorama al día de hoy, es más que probable que se lleve un buen palo. No lo digo con alegría, el PSOE es un partido necesario para la democracia española, con sus aciertos y errores ha hecho grandes servicios a España y el país lo necesita, como al PP y al resto de las principales formaciones, fuertes, sólidas, regeneradas y con las ideas claras en el sentido de tener bien definida la prioridad de los intereses.

Por cierto, no sé si en las actuales circunstancias Sánchez respira un poco mejor con la noticia del día, que dice que la Fiscalía pide seis años de cárcel para José Antonio Griñán y diez años de inhabilitación para Manuel Chaves, por el ruidoso y turbio episodio de los ERE, por el que se piden responsabilidades a distintos excargos de la Junta, entre ellos Gaspar Zarrías, para el que se solicita igualmente inhabilitación al tiempo que se reclaman condenas de cárcel para otros que fueron responsables del gobierno andaluz, entre ellos el jienense Francisco Vallejo.

Digo que tal vez respire mejor el líder socialista porque es probable que el mal trago para los próceres dirigentes socialistas andaluces, quiera anotarlo en la “cuenta de Andalucía” y se lo quiera endosar a su íntima rival Susana Díaz, como heredera de los dos personajes más poderosos que ha tenido el socialismo en nuestra comunidad autónoma en la historia más reciente. Sea lo que fuere, la opinión pública lo que demanda es que se ponga el punto y final a un caso que, tal vez por sus características, vamos a pensar que sea así, se está haciendo escandalosamente lento.    

Volviendo al panorama nacional y por lo que se refiere a Ciudadanos, hay que reconocerle que dentro de la gran tempestad se ha posicionado, ha arriesgado y esto hay que valorarlo. Lo peor que tiene es que es una formación que se sigue desangrando, aparecen a diario las consecuencias de una situación interna manifiestamente mejorable que o se corrige con urgencia, y parece que es un poco tarde, o puede acabar con la opción de Albert Rivera. Y por lo que se refiere a Unidos Podemos, que también tiene divergencias en su seno, con IU no del todo cómoda por el papel a que se ha visto relegada, Pablo Iglesias sueña todas las noches con la posibilidad, dicho sea de paso bastante remota, de acordar un gobierno, aunque sea in extremis, con Pedro Sánchez, pero los peajes son muchos, habría que convencer a Ciudadanos, a los soberanistas…y nos topamos con las líneas rojas que marcan un extremo peligro y algunos líderes saben que podría ser letal.

 

 

Foto:

Parece que salvo sorpresas va a ser inevitable unas terceras elecciones.

Dejar un comentario