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Por ANTONIO GARRIDO / De entrada felicito al nuevo rector de la Universidad de Jaén, Nicolás Ruiz Reyes, por la buena nueva de su recién nombrado equipo para regir los destinos de la institución durante los próximos seis años. Se trata de una renovación profunda, una gran cantidad de caras nuevas y llegados por vez primera a puestos de responsabilidad, y en una lista en la que ha equilibrado la presencia de hombres y mujeres, de hecho de 42 personas que integran los distintos niveles de responsabilidad para el gobierno de la UJA, 22, mayoría, son mujeres. En las reacciones de la comunidad universitaria hay de todo, satisfacción, sorpresa, extrañeza…está claro que el rector ha obrado con su criterio, a fin de cuentas es el llamado a dar la cara y a ser responsable de los colaboradores de los que se rodea.

El rector que no se sabe bien cuándo tomará posesión porque su nombramiento es preceptivo que aparezca en el BOJA y eso depende de la voluntad de la Junta, es decir, del consejero Villamandos y del presidente, Juanma Moreno, tendrá que esperar a que llegue ese momento, se supone que en este mismo mes de junio, para empezar a actuar de facto como el nuevo Rector Magnífico, pero lo que sí ha hecho ya es presentar sus cartas credenciales, en lo que lo primero que me llama la atención es una actitud de coherencia, es decir, ha empezado su hoja de ruta con el mismo discurso que ha desarrollado durante toda su campaña, el crecimiento de la UJA a todos los niveles, empezando por el económico. Entiendo que si cada uno de los anteriores rectores ha servido para un tiempo determinado, en el caso de Nicolás Ruiz me da la impresión de que quiere pasar a la historia de la institución académica como el responsable de abrir las puertas del futuro a los nuevos tiempos a los que se enfrenta la UJA, empezando por la financiación y siguiendo con otras muchas cuestiones, porque si la Universidad es, y todos somos conscientes de ello, el motor de la provincia, aunque a veces se nos olvide este papel incuestionable, tiene que tomar partido en su estrategia por las líneas que hagan posible el crecimiento, expresión clave en el discurso de Ruiz Reyes.

Sus primeras apuestas, los nombramientos, y concretamente algunos de ellos que conocemos con más cercanía, no están planteados, desde luego, para contentar a la Junta de Andalucía, más bien presentan a un líder incómodo porque no se va a limitar a decir sí a todo, sino que para cada cuestión que se dirima en las relaciones con el gobierno andaluz y específicamente con la Consejería de Universidades, va a defender hasta las últimas consecuencias los intereses de la Universidad de Jaén, en primer lugar los de orden económico, para que no nos quiten ni un solo euro de lo que merezcamos en justicia de acuerdo con nuestras potencialidades. Y en segundo lugar, o mejor en paralelo, seguir impulsando una Universidad de calidad, con proyectos de futuro, para que sea cada vez más útil al territorio, que esa es la principal razón de su nacimiento y de su existencia, según se aprobó en la ley de creación de 1 de julio de 1993. De modo que aviso a navegantes.

Uno de los mensajes más nítidos que ha expresado el rector con la designación de los principales responsables de su gobierno se corresponde con llamar al catedrático Alberto del Real Alcalá para ocupar el vicerrectorado de Comunicación y Desarrollo Territorial, una enorme tarea que recae en una persona muy seriamente comprometida con la UJA y con la provincia de Jaén, otro jienense que se sumó al espíritu de rebeldía cívica con ocasión de la afrenta del Colce y que desde entonces ha militado activamente en la sociedad civil, ha sido hasta hace poco el portavoz y coordinador de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA, donde, por cierto, ha desarrollado una labor admirable, pues junto con su equipo de colaboradores en una concentración histórica se pudo doblegar en la calle, y pese a las piedras que se pusieron en el camino tanto en el propio ámbito universitario como en el político, concretamente en responsables de la actual Junta, el nefasto modelo Velasco sobre financiación de las universidades, que era letal para los intereses de nuestra Universidad de Jaén, como de hecho han reconocido tanto el hasta ahora rector como otras instancias conocedoras de las cifras con las que nos querían conformar, menos mal que hubo una contundente negativa, y ahora se negocia un nuevo modelo en el que al menos tenemos la seguridad absoluta de que el rector expresará un NO rotundo si entiende que nos perjudica.

Por lo demás en la propia responsabilidad de Alberto del Real va a estar la política territorial, es decir, los compromisos y estrategias de la UJA con la provincia, y ahí están desde el Cetedex, que es de esperar que no esté en peligro, hasta otros proyectos emblemáticos, y también desarrollar de una vez por todas la Fundación Universidad-Empresa, uno de los emblemas de la UJA que probablemente no ha crecido en la medida esperada por falta de medios, una estructura potente que le permita convertirse en poco tiempo en la joya de la corona y no en un conglomerado de empresas que tratan de aprovechar las sinergias con la UJA, algo que es legítimo y que debe hacerse en las dos direcciones, aunque lo que tiene que ser ya de una vez por todas es un instrumento que sostenga a la Universidad, sea uno de sus grandes activos e incluso una fortaleza económica en la medida en que sea posible.

Tiempo habrá de seguir analizando la hoja de ruta del nuevo rector, Nicolás Ruiz. Los primeros pasos me parecen acertados, y también  que sea valiente y reivindicativo, es la seña de identidad que corresponde a alguien que está elegido para representar unos intereses y en este caso son trascendentales y ponen mucho en juego. No me gustan los responsables públicos, sean de lo que sean, amigos de la comodidad y del buenismo. Una cosa es el respeto y la lealtad institucional y otra muy diferente, aunque a veces lamentablemente se confundan, estar de espaldas y sobre todo olvidar competencias y fines para los que se ha sido aupado a un cargo de tanta responsabilidad. Ya lo he dicho, le deseo suerte al rector y a su equipo. Su éxito será el de todos los jienenses, por lo menos de todos los que, y pienso que somos una mayoría, no obedecemos el dictado de la política, cualquiera que sea su procedencia y sus siglas, y hemos llegado al convencimiento de que posiblemente esta sea la hora de Jaén y que si no la aprovechamos, estaremos haciendo entre todos, una peligrosa dejación de funciones y de responsabilidades.     

Foto: El nuevo rector ya ha enviado un mensaje a la sociedad y a la política con la elección de su equipo.

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