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De vez en cuando surge en Jaén el debate algo cateto, al menos a mi juicio, que nadie se moleste, del agravio con Granada. Es inevitable, porque estamos muy cerca y tendemos a buscar equiparaciones que no juegan precisamente en nuestro beneficio. Pero hay razones, aunque algunas sean de pura lógica y otras pienso que entran más bien en el terreno de la mentalidad. 

Con motivo de la reciente apertura del Centro Comercial Nevada, no es que se hayan ido a visitarlo y a comprar miles de jienenses, que todo el mundo los ha visto, es que el propio centro, dentro de su estrategia para extenderse, se ha promocionado en la ciudad de Jaén y posiblemente en otras de la provincia, pero lo ha hecho porque conoce que, por las razones que sea, hay una potencial clientela muy considerable. Muchos jienenses están difundiendo su protesta en las redes sociales y demás medios, porque el Ayuntamiento de Jaén facilite la llegada de una firma granadina para quitarnos una parte del pastel. A lo mejor el Ayuntamiento debería obrar de otra manera, tampoco lo veo muy claro, pero en los tiempos en que estamos lo que no se puede hacer es ponerle puertas al campo. Las familias se mueven con la libertad que les viene en gana. Luego están los que presumen de amar a Jaén y se llevan las manos a la cabeza porque salir a comprar fuera es una gran afrenta para nuestra ciudad.

 

Deseaable, claro, pero…

Es verdad que sería deseable que el dinero de Jaén se quedara en Jaén, pero esto no hay manera de imponerlo, es mucho más fácil que en Jaén se creen las condiciones para que los propios jienenses no sientan la tentación de coger el coche buscando lugares más atractivos para comprar y para pasar unas horas de ocio.

Personalmente tengo acreditado mi cariño a Jaén, pero no me rasgo las vestiduras ante este tipo de hechos, soy de los que piensan en definitiva que debemos quejarnos menos y hacer más para colocar a la capital jienense en un lugar privilegiado del escaparate. Y desde luego es urgente y necesario un plan para apoyar al comercio jienense. No se trata de que los concejales se gasten obligadamente 300 euros mensuales como se proponía hace poco alegremente desde un grupo municipal, pero es cierto que en el capítulo del respaldo a este importante motor de la economía de la ciudad está casi todo por hacer. Y no se trata especialmente de dinero, sino de ideas y de imaginación. 

A este gran objetivo están llamadas las administraciones, en especial el Ayuntamiento, pero los empresarios en general y los colectivos del comercio en particular, tienen mucho que decir. Les voy a decir lo que a mí me gustaría ver en Jaén: empresarios que arriesguen su dinero, porque lo hay, y por ejemplo monten unos cines de categoría en el centro y otros servicios de ocio como los que se han venido anunciando desde hace años y no han llegado aún; se debería implicar al comercio y tal vez a otras instituciones, para darle mayor protagonismo a las calles comerciales de manera que sean un gran reclamo para el consumidor, y se le pueden y se le deben añadir alicientes como concurso de escaparates, que hace mucho tiempo que no se convocan; elementos decorativos para llamar la atención a nuestro comercio tradicional; planes de ayuda de distinto tipo para este comercio que pueda hacer el esfuerzo de inventarse cheques regalo y otro tipo de premios al consumo; estaría también facilitar el aparcamiento, que es un hándicap para acceder al centro; especialmente se me ocurre que los motivos de atracción deberían acrecentarse para las tardes de los sábados, con objeto de enganchar a los jienenses que tengan necesidad de emigrar para hacer sus compras; tampoco me olvido de que es indispensable en el caso de los que no cumplan con esta regla, tener buenos comercios competitivos, es decir, que sea posible encontrar en Jaén todo lo que se busca fuera…y así podíamos seguir, en definitiva se trata de hacer un gran esfuerzo entre todas las partes implicadas, para que brille el comercio de Jaén y se nos vayan los complejos existentes, algunos con motivos y otros sin ellos, pero en realidad en el ámbito comercial las cosas no son muy distintas de lo que le ocurre a Jaén en casi todo, que se ha quedado atrás y que no vale que nos quejemos amargamente de nuestro sino, lo que corresponde es luchar por ganarnos un puesto, en este caso poder estar orgullosos de un comercio acreditado y atractivo. Hay que poner los medios y saber utilizar el marketing adecuado, si después de eso la gente quiere salir de Jaén, esta es una opción y nada se puede hacer contra ella.

Granada se moviliza

De todas maneras mi principal inquietud como jienense que además me preocupo de analizar las cosas que pasan a nuestro alrededor, es observar que en la vecina Granada, por ejemplo, se da testimonio casi permanente de una mayor mentalidad ciudadana en defensa de sus legítimos intereses. El viernes nos lo hicieron notar con la llegada a Jaén de la marea sanitaria liderada por un médico y que congregó en Jaén a unas dos mil personas con la idea de llamar la atención de la situación de la sanidad pública, aprovechando la presencia de la presidenta Susana Díaz. Los granadinos vinieron aquí, nosotros difícilmente nos hubiéramos ido a manifestarnos a Granada por esta causa. Y en Jaén, aunque nos quieran hacer lo blanco negro, tenemos reivindicaciones que hacer relacionadas con la sanidad, algunas como las que está barajando la “Marea del Cucharón”, pero tenemos que ganar en rebeldía cívica, con seriedad y responsabilidad, pero creo que ya hemos aprendido que la política sí conoce este lenguaje, el de la gente harta que sale a la calle a pedir lo que considera justo. Con la resignación es con la que se no se va a ninguna parte.

Hay que espabilarse

Alguna vez he señalado que no nos engañemos, si por Jaén discurre una autovía que va hasta Granada y a la costa no es precisamente por la presión de los políticos jienenses, todos habitualmente muy dóciles, sino por la que en su día hicieron los parlamentarios granadinos, que por cierto estuvieron, como era lógico, en primera fila, el día en que esa infraestructura se abría al público.

En fin, podíamos seguir con los argumentos, pero como los mandamientos, todo se encierra en una idea, y es que tenemos que espabilarnos, porque nadie nos va a regalar nada, nosotros tenemos que ganárnoslo, y dudo mucho que en este momento sean visibles las ganas de luchar, al menos de una manera colectiva.

 

Foto: El nuevo Centro Comercial Nevada, de Granada, se promociona en Jaén, porque sabe que aquí tiene clientela.

 

 

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