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Por ANTONIO GARRIDO / Me han contado algunos de los asistentes a la reciente reunión de la comisión de seguimiento del Cetedex, ninguno de ellos político, que pasaron un mal rato, vergüenza ajena, al ver cómo ante una cuestión planteada, creo que sobre un tema de formación, a cargo de la secretaria provincial de Comisiones Obreras, intervino el delegado del Gobierno de la Junta, un tanto airado, y provocó la respuesta, supongo que en el mismo tono, del flamante subdelegado del Gobierno de España. Lo comentaba con alguien estos días y se extrañaba: ¿Jesús Estrella?, pero si es de buen talante. ¿Manuel Fernández?, más de lo mismo”. Pues debe ser así y nada que añadir de ambas personas en su trato habitual, que conste, pero ocurrió y me dicen que no resultó agradable, al final los dos trataban de defender competencias de sus gobiernos. No ha trascendido este rifirrafe, tampoco creo que merezca ser el contenido de un comunicado de prensa, pero sí creo que lo debo comentar, porque me siento concernido como jienense de esta forma dañina de ejercer la política en relación con el territorio y no ya por este hecho concreto sino por la traslación a otros órganos.

Esa comisión ha sido creada en el seno de la Fundación Estrategias, está presidida por el rector de la Universidad y su único objetivo es constatar los avances del proyecto que se considera importante para la capital y por extensión a toda la provincia, esto es, ir dando fe del cumplimiento de las expectativas de impulso del Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación. Pero que una reunión de estas características dé pie a la recurrente pelea entre administraciones dice poco y mal de quien o quienes aprovechan la más mínima oportunidad para poner en evidencia, lo he dicho en multitud de ocasiones, el verdadero lastre de esta tierra, que cada cual quiere hacer política por su cuenta, que cada cual quiere contentar a sus jefes y que no son capaces desde ninguna trinchera, de sumar esfuerzos para que esta capital y provincia consigan sus metas. Jaén no es el problema, el problema son sus políticos, y lamento generalizar porque tristemente pienso que son pocas las excepciones. Lo que provoca hartazgo es que cada vez que abren la boca es para barrer para casa, cuando bien sabemos que ni el Gobierno central pero tampoco la Junta de Andalucía responden a las necesidades de Jaén, como muy bien ha expuesto de manera contundente, en su reciente informe, el Consejo Económico y Social de la Ciudad (CES Local). Vamos que sobran palabras y faltan hechos, e inversiones pero re-a-les.

Tuvo que ser el rector de la Universidad, Nicolás Ruiz, el que hiciera, una vez más, una llamada al imprescindible consenso. Es una suerte que en torno a este proyecto estén dos instituciones tan solventes como el Ejército y la Universidad, porque de lo contrario sería imposible otorgarle confianza. Hay que decirlo claramente, ni la Junta, ni ninguno de los órganos gobernados por el Partido Popular, han asumido plenamente el Cetedex. La Junta está pero como si no estuviera, su presencia es testimonial en el sentido de que no pone un euro y el Ayuntamiento, en palabras del alcalde, coloca al futuro Centro de Defensa en paridad con la iniciativa municipal de El Banco, que es un bonito y prometedor proyecto pero me parece que no son medibles.

Además, hay expertos que ponen seriamente en cuestión, también lo he escuchado en el seno del propio Ayuntamiento, que el edificio del Banco de España sea el idóneo para esta finalidad, la verdad es que lo ignoro, por eso doctores tiene la arquitectura, sí es cierto que siendo yo director del periódico gratuito Viva Jaén entrevistamos en su día al autor del emblemático edificio, Rafael Moneo, y él afirmaba que lo concibió para Banco de España pero que de cambiar de destino lo que mejor le vendría era una finalidad cultural. Estos días he leído opiniones de profesionales relevantes con el mismo criterio. Y ahí está Jaén observando, con pena, al menos es mi caso, que igual se quejan todos cuando no hay proyectos y cuando existen se dedican a poner palos en las ruedas o a minusvalorar sus posibilidades. Algún día querrán estar, esto sí, en la foto oficial.

Pero estaba con el rector. Nicolás Ruiz, tan claro como él suele hablar, para que se le entienda, y que igual lo hace ante el presidente de la Junta que ante cualquier reunión que venga al caso, ha señalado muy claramente, para que todos lo entendamos, que “el Cetedex será lo que los jienenses queramos que sea” y añade: “Solo desde la unión y el apoyo de todas las administraciones podrá convertirse en un auténtico proyecto, tractor y transformador de nuestra tierra”. Esta parte final es la que no tiene desperdicio y constituye un aviso a navegantes: “De no darse esas circunstancias, Cetedex tendrá un escaso efecto multiplicador”. Mientras esté la UJA él tiene claro que liderará y empujará con todas sus fuerzas. Y como queda dicho, el Ejército es un aval. La Diputación es la gran aliada. ¿Y los demás? Únicamente se les pide colaboración y lealtad para que la hoja de ruta se mantenga en tiempo y forma. También crítica si corresponde, por supuesto, pero no escenas más propias de un patio de vecindad.

Este ya no es el momento para enfrentarse, porque ha habido unos años en los que estaba indicado, el Cetedex no fue un regalo del Gobierno de Sánchez, aunque formalmente figure así, en realidad se trata de una conquista de la sociedad de Jaén, cuando había una sociedad civil medianamente organizada, gracias a su airada protesta por la deuda histórica, pero ahora se trata de esperar a que llegue el Cetedex y que se convierta en todo lo que nos han prometido que será. Es triste tener que volver a denunciar de qué manera la política puede ser el problema y no la solución.

Demasiado frentismo y demasiada fidelidad a las siglas de cada partido, una situación crónica que estamos consintiendo desde hace demasiado tiempo, y ya es hora de decir que quien no se sienta capaz de sumar lo que debiera hacer es marcharse, porque se convierten en obstáculos para el desarrollo de la provincia. Como alguien ha dicho con acierto, el pueblo, en este caso el de Jaén, no debe conformarse con elegir a sus gobernantes, también debe gobernar a sus elegidos. Incluso a quienes no son elegidos o lo son a dedo pero ostentan cargos de representación a los que tienen que hacerse merecedores, porque cuando reducen la política a los intereses partidistas, como es el pan nuestro de cada día, están haciéndole un flaco favor a Jaén. Por esa razón, en gran medida, estamos donde estamos.   Por fortuna, en esa comisión de seguimiento están también representados junto a las diferentes administraciones, la Universidad y el Ejército, la Caja Rural, el propio Plan Estratégico y los agentes sociales, un contrapeso que aunque tenga sus opiniones y las expongan, aportan mesura y ganas de ser útiles. No digo que haya quienes quieran mal a Jaén, eso no, simplemente que hay momentos en que tienen la oportunidad de demostrarlo y permiten que se les vea el plumero político. Hay muchos que se saben la teoría pero no la aplican. Primero, Jaén. Después, todo lo demás.

Foto: Comisión de seguimiento del Cetedex, reunida la pasada semana, donde están representadas las diferentes administraciones, pero también otros órganos y agentes sociales.

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