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A propósito de la socorrida polémica, y con razón, que cada año se produce, tanto cuando nos dan cuenta los políticos de la parte de tarta que corresponde a Jaén de la Junta de Andalucía como del Gobierno central, este año se me ha ocurrido hacer un repaso por las diferentes provincias andaluzas para comprobar por mí mismo cómo se “venden” las cuentas en cada uno de los territorios de nuestra comunidad, sobre todo para saber si están justificados nuestros recelos, y he llegado a la conclusión de que así es, ciertamente, y paso a relatar los argumentos.

En Córdoba se contemplan proyectos anunciados en años anteriores, esta es marca de la casa, pero lo más destacado es que se ponen sobre la mesa más de 10 millones de euros para la Ciudad de la Justicia, que también espera desde hace años. Eso sí, aparece en presupuestos la gran apuesta que hace este año la Junta para la declaración de Patrimonio de la Humanidad de Medina Azahara. Ya hubiéramos querido que la misma Consejería de Cultura hubiera hecho lo propio con nuestra Catedral, de la que pasó olímpicamente. Sevilla en cambio se queja de los presupuestos de la autonomía, en concreto el diario ABC dice que la capital hispalense es la última cuando vive en ella el 22% de los andaluces. En Huelva se han presentado con una inversión en infraestructuras de 70 millones, eso sí, los encargados de darlos a conocer los bautizaron como “los más sociales de la historia de Andalucía”. En Cádiz se jactan de contar con 280 millones para inversiones en infraestructuras, con el objetivo de “sacar a Cádiz del ranking del paro”. Una de las afirmaciones realizadas en la capital gaditana es que “hay partidas concretas para proyectos tangibles” y aparece el dato de 18 millones de euros para el tranvía de la Bahía. En Málaga, el metro se llevará 100 millones, con la crítica por parte de la oposición de que de ese total, 70 son para que la Junta pague debido a su incompetencia por el sobrecoste de explotación. En Granada aparecen inversiones sueltas, pero no son tan contundentes en la satisfacción, aunque aquí lo que apuntan es que las cifras buscan la vertebración del territorio “y van a permitir llevar a cabo los compromisos que tenemos con la provincia de Granada”, explicaron estos días sus políticos representativos.

Donde más han sacado pecho es en la provincia de Almería, donde el regreso anual de la polémica por las cuentas de la Junta se salda en esta ocasión de modo positivo. Baste decir que según cuentan los políticos locales que han dado la cara para presentar las cifras, Almería “liderará por segundo año consecutivo la licitación de obra pública de la Junta en toda la comunidad”. Y más concreciones. Dicen que el gobierno andaluz “dará” a cada ciudadano almeriense más de 2.000 euros, por lo que si hay 700.000 habitantes, el montante total del presupuesto asciende a 1.400 millones, siempre según las cifras del gobierno socialista andaluz. Los mismos que indican que la provincia que les sigue es Cádiz, a la que superan en 137 millones y en este caso la inversión por habitante también es menor.

Tras el repaso por el resto de las provincias hermanas a Jaén, por aquí nos quedamos sin saber el puesto que ocupamos, que si lo conocen en Almería es porque son posibles de conseguir, y me pregunto ¿por qué no nos lo han dicho? Ya sabemos que ni el primero, ni el segundo…¿acaso el último y les ha dado vergüenza expresarlo? En Jaén, lo hemos recordado hace unos días, venimos siendo los últimos en licitación de obra pública, pero de todas las administraciones, también de la Junta de Andalucía, y la que medianamente se salva es la Diputación, más pegada al terreno, es decir, a la realidad de la provincia.

En la presentación que hace unos días han hecho en Jaén el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, y la delegada del Gobierno, Ana Cobo, podrían habernos dado todos los datos que nos pudieran interesar, no sólo los que podían ser favorables. Pasamos por alto el ‘totum revolutum’, es decir, cuando en las circunscripciones en vez de provincializar, que hace años que no lo hacen, al menos en Jaén, incluyen la lucha contra la pobreza y la desigualdad, el apoyo a los emprendedores, Universidad, etc., gastos que son iguales o parecidos para todas las provincias, sólo faltaría que en Jaén no pagaran las nóminas de la sanidad o la educación, o las prestaciones de la dependencia, por poner algunos ejemplos. Nos lían metiendo todo en el mismo paquete. Desde luego queda muy bien que se nos diga que las cuentas tienen “un marcado componente social y buscan generar riqueza y empleo”. Dudo que en Jaén con estos presupuestos tan buen propósito sea realmente posible.

La realidad es que para la capital, excepción de lo que vaya a pasar con el tranvía, en donde muy atractiva y generosa tiene que ser la oferta de la Junta para que el Ayuntamiento la acepte, por razones económicas entendibles, lo que se ha concretado es una partida para el Museo Íbero, que de otra forma no podría empezar a funcionar, aunque la apertura definitiva es posible que se retrase; 1,3 millones para el IES El Valle; algunas mejoras sanitarias en el Complejo Hospitalario; el millón de euros comprometido para el Olivo Arena, que no es para tirar cohetes porque otras capitales disfrutan, mucho antes que Jaén, de sus palacios de deportes y aquí ha sido necesario el concurso de la Diputación, porque el Ayuntamiento es insolvente, y todos los grupos lo saben…; se incluye la rehabilitación de la iglesia de Santo Domingo, pero no se ha dado a conocer qué cantidad se compromete y fechas para realizar este demandado proyecto; aparece una partida insignificante para seguir mareando la perdiz con la Ciudad de la Justicia, y un año más se incorpora, cómo no, el Conservatorio de Música…y van…y medio millón de euros para una vía ciclista urbana, que hubiera sido imposible, dicho sea de paso, en la etapa de Fernández de Moya, que se oponía a este tipo de proyectos. Mención aparte para el tranvía. Felipe López ha dicho confiar “en que a lo largo de este año seamos capaces de avanzar”. Ya no lo dicen tan rotundamente que 2018 será el año del tranvía, de todas maneras veremos qué oferta le hace el consejero a la capital para poner en marcha el polémico sistema tranviario.

Está claro que la Junta no está saliendo al rescate de Jaén en tan difíciles circunstancias para el Ayuntamiento y la ciudad. Tampoco quiero hacer una enmienda a la totalidad, percibo que el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, está haciendo una buena labor en el ámbito provincial, actuando sobre infraestructuras de carreteras, sobre todo, y tenemos que seguir confiando en él, porque es un buen político y porque conoce bien a la provincia, de ahí que hagamos recaer sobre su persona y representatividad una carga de mayor responsabilidad. De los demás consejeros nos da buena impresión el de Agricultura, también la provincia cuenta con el de Turismo y Deporte, que viene colaborando activamente con la Diputación Provincial, y pensamos que en el ámbito de Cultura se va a mejorar con el nuevo consejero, Miguel Ángel Vázquez, periodista para más señas, después de toda la pérdida irrecuperable de tiempo de la etapa de la nefasta Rosa Aguilar, de la que en Justicia esperamos bien poco.

En los presupuestos faltan muchas cosas porque la ciudad tiene bastantes carencias que no han sido suficientemente atendidas en muchos años. Desde la Ciudad Sanitaria a la de la Justicia, pasando por las Protegidas, el parque arqueológico de Marroquíes Bajos, los parques compensatorios del tranvía, el Grado de Medicina, el casco antiguo, la eliminación de infravivienda en barrios, la autovía a Córdoba, el Conservatorio de Danza, muchas de estas necesidades las ha recordado el Ayuntamiento, y con toda razón, son compromisos insatisfechos.

Lo cierto es que en estos últimos días se han criticado duramente las cuentas. En algunos casos podría tratarse de algo normal, porque la oposición tiene que hacer su papel, en semanas se invertirán los términos si llegamos a tener Presupuestos Generales del Estado. La portavoz en el Ayuntamiento, Reyes Chamorro, ha dicho que han vuelto las mismas promesas y partidas y que “Jaén es la ciudad de los olvidos y los retrasos”, al tiempo que afirma que la Junta “estrangula la economía de la ciudad”. Por su parte la plataforma “Jaén Merece Más” ha hecho una denuncia contundente al expresar que “lo que se hace con Jaén sistemáticamente es intolerable, es una chapuza inadmisible”. Más aún, esta plataforma en la que hay representadas decenas de colectivos, lamentan con toda contundencia que el gobierno andaluz haya hecho oídos sordos a las reivindicaciones de la manifestación del 17 de junio. “Se ha olvidado el clamor social”, han apuntado, y en los últimos días reivindican para Jaén una zona ITI (Inversión Territorial Integrada) y ZUR (Zona de Urgente Reindustrialización).

Y ahora me detengo en la defensa a ultranza que hacen los socialistas jienenses de estos presupuestos para la ciudad. Con mucha vehemencia, el secretario general local y portavoz en el Ayuntamiento, Manuel Fernández Palomino, ha hablado de “la bizquera del alcalde que no es capaz de ver las graves carencias en inversiones del Gobierno central en la ciudad”, y añade que si el Gobierno de España, con Fernández de Moya y compañía, cumplieran con Jaén “otro gallo nos cantaría”. Pero se olvida que es la Junta la que tiene la mayoría de las competencias. Cierto que a Rajoy no se le debe otorgar precisamente la medalla de oro de la ciudad porque en todos estos años, digan lo que digan los populares, no ha hecho el más mínimo mérito, todo lo contrario. Pero de la señora Susana Díaz, que tiene casi todas las competencias, se puede decir exactamente lo mismo, pero corregido y aumentado en razón de los niveles competenciales. Igual da en este caso mirar a derecha que a izquierda.

Creo además, que el PSOE hace muy mal en actuar de palmero de la Junta, porque esta actitud es la que se le vuelve en contra en las citas electorales locales, y Fernández Palomino tiene que pensar en que si es él o es otro el que encabece la lista debe tener alguna ayuda en lugar de piedras en el camino y una sensación muy extendida de que la Junta no cumple con esta capital. Esta actitud socialista es difícil entenderla desde fuera, bueno en realidad no tanto, ya sabemos cómo se funciona en los partidos, pero es complicado poder compartirlo. En la misma línea ha defendido las cuentas en dos ocasiones Julio Millán, miembro de la ejecutiva regional, que en la segunda oportunidad ya en vez de asegurar tajante que “2018 será el año del tranvía” lo que se ha mostrado es “optimista”, me parece que ha rebajado el nivel de euforia, aunque insiste en que es un compromiso de la Junta. Millán también hace responsables a los de enfrente, al afirmar: “Esperemos que en el Ayuntamiento, el PP, de una vez por todas deje de castigar a los andaluces y los jienenses”.

Y todo esto me lleva a la siguiente pregunta final, sin la menor acritud, pero muy en serio, desde la preocupación que me embarga como jienense militante y libre de cargas y gravámenes: ¿de verdad se cree la Junta de Andalucía que con los presupuestos que nos ha ofertado se puede conformar una ciudad como Jaén?, ¿creen que es la respuesta adecuada a una capital de provincia con altas cifras de paro y, como ha recordado la plataforma “Jaén Merece Más”  con un constante goteo de jienenses que se ven obligados a abandonar su tierra? El año pasado el lema de la Junta era: “El presupuesto de 2017 permitirá a Jaén crecer más y mejor”… Este año se les ha olvidado decir que Jaén sería “la niña bonita”, aunque creo que les parecía tal vez exagerado y tampoco se han atrevido a motejarlo como el año del “patito feo”. En fin, no hay más preguntas, señoría.

 

Foto: El tranvía es protagonista en los presupuestos de la Junta, aunque no figura presupuesto alguno. Todo queda a expensas de la voluntad política.

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