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Ya saben que en este país, y tal vez en los demás, porque estas cosas son contagiosas, es muy común que los dirigentes políticos reconozcan en alguna ocasión, con más frecuencia de lo deseable, que hay hechos importantes de los que se enteran por la prensa. Hasta cierto punto es lógico porque ese es el papel de la prensa, dar noticias y ejercer el periodismo crítico, porque la prensa, es decir los medios de comunicación en general, constituyen el eje de la democracia, más o menos libre ese ya es otro debate. Digo todo esto porque los responsables políticos a un determinado nivel tienen la obligación de estar informados y no llevarse una sorpresa cada vez que se encaran con la portada de un diario, o el informativo de una emisora de radio o televisión, sin olvidarnos de internet, donde las noticias corren a velocidad de vértigo.

Hay clamorosas expresiones de personajes enterados por la prensa de hechos muy destacados. Por ejemplo, Felipe González declaró en su día sin rubor que se había enterado por la prensa del caso Filesa, de ahí en adelante le ha ocurrido a todos los mandatarios, y también en otras escalas, a nivel de grandes empresas y corporaciones. ¿Qué me dicen de la todavía infanta Cristina que se enteró también por la prensa de los chanchullos de Urdangarin? Cuando la prensa actúa en libertad la democracia está a salvo, por tanto y a pesar de que sobre la prensa en general habría mucho que decir, es un buen guardián de la sociedad.

Todo lo anterior es para justificar ya centrados en nuestro Jaén, que esto de enterarse por la prensa es muy común, ocurre de manera habitual, la mayoría de los políticos reaccionan y se dan por aludidos a base de titular. En este aspecto esta provincia y en concreto la ciudad le deben mucho a sus medios. Jaén está mal, porque decir otra cosa, sería mentir a sabiendas, pero si no fuera por sus medios de comunicación les aseguro que estaría aún mucho peor, si es que esto es posible.

Pues bien, esta semana hemos tenido el protagonismo del documental de National Geographic que se ha ocupado de los asentamientos arqueológicos situados en Marroquíes Bajos, en pleno Bulevar, en la expansión norte. El reportaje vincula este importante yacimiento con la famosa Atlántida de Platón y nos ha revolucionado la autoestima. De pronto, en esos impulsos tan jienenses, nos hemos metido en la mítica leyenda y hemos soñado con lo que pudimos ser y no somos. Esos restos tan extraordinarios, porque lo son, llevan ahí descubiertos muchísimos años, y hace veinte en concreto, la Junta de Andalucía anunció un parque arqueológico que no se ha hecho y una Ciudad de la Justicia en la que se trataba de preservar los restos encontrados, que también sigue en lista de espera. Otra versión del estilo Jaén.

Ha habido historiadores locales que se han desgañitado diciéndonos que lo que ahí teníamos y tenemos es un tesoro, y nadie ha hecho caso, por indiferencia y por pereza. Hasta que llega National Geographic y nos espabila a todos en el respeto a nuestra identidad, porque ahí, en Marroquies Bajos, tenemos datada en parte la antigüedad de Jaén en más de 4.000 años. Ahora, a buenas horas, mangas verdes, el alcalde, como si de aquí para atrás la cosa no fuera con el Ayuntamiento, se acuerda de que hay que actuar en esta zona para que sea un recurso turístico de envergadura, y la Junta, que no sabe dónde esconderse, en vez de reconocer su inoperancia pretende sacar pecho de lo que ha actuado, que ha sido nada, pero siempre anda a la defensiva.

 

National Geographic se merece un premio porque en una ciudad con políticos tan apáticos y una sociedad adormilada, al menos hasta ahora, en un momento en el que empieza a cambiar algo, ha venido a recordarnos lo que somos, porque todavía no nos lo hemos  creído. Es cuando me he acordado de la riqueza íbera, de Puente Tablas, del castillo, de la Catedral, de los baños árabes, de la judería, de esta maravillosa Jaén que parece que no nos merecemos. Y es que como alguien escribió la autoestima baja es como conducir por la vida con el freno de mano puesto.

 

(Comentario emitido hoy en La Colmena, en el espacio Hoy por hoy de Radio Jaén)

 

 

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