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Hemos dejado atrás la semana del fracaso del DUSI, los fondos europeos que eran la última esperanza del Ayuntamiento para salvar un año o dos años, con una inversión de poco más de 18 millones de euros. No era mucho dinero, pero en la situación en la que se encuentra el Consistorio jienense todo vale. La decepción ha sido mayúscula, empezando por el alcalde. El argumentario oficial es que se han denegado a Jaén los fondos DUSI, único caso entre las capitales andaluzas, que ya es un dato a tener en cuenta, “por cuestiones formales”. O lo que es lo mismo, lo que pretenden dejar sentado es que no es una cuestión política y menos que haya habido dejadez por parte de Fernández de Moya, faltaría más que al secretario de Estado se le vaya una. Puede que no, pero los políticos además de trabajar afanosamente en los congresos para colocar el éxito de su parte, con las armas que sean precisas, también, es decir, sobre todo, tienen que preocuparse y ser sensibles por los problemas que afectan a los ciudadanos, a los que les votan y a los que no, y aquí ha habido demasiado optimismo y excesiva confianza en que por ser vos quien sois…Ahora es fácil retractarse y negar la mayor, incluso no hacer autocrítica, tal vez sea porque dicen desconocer hasta el momento los verdaderos motivos por los que Hacienda ha dejado fuera la petición de Jaén. A muchos ciudadanos, que no son del todo ingenuos, les cuesta trabajo creer que Montoro y Fernández de Moya no hayan sido capaces de defender el DUSI para Jaén, y sus acólitos tratan de dar una imagen de la política absolutamente limpia, donde para recibir ayudas hay que estar a la altura y ya no cuenta nada más. Qué fuerte…Vamos que no me lo creo. 

Entiendo que los ciudadanos tenemos derecho a saber qué es lo que ha pasado, esto es transparencia y poner todas las cartas sobre la mesa, entre otras cosas para valorar cuál ha sido el trabajo del Ayuntamiento y si se han hecho o no bien los deberes. El equipo de gobierno no solamente no ha hecho autocrítica, sino que se ha armado de valor y ha reconocido que lo que estaba previsto abordar en la ciudad “se hará con DUSI o sin DUSI”. Esto más que decirlo hay que verlo. Y está bien que trate de que suene la flauta en la tercera oportunidad. Ahora, cuando llegue el momento, el Consistorio tiene que atar muy bien que el expediente reúne todas las condiciones y si los técnicos no dieran la garantía, que lo ignoro, hay empresas que se dedican a este menesteres y que cobran solo si hay éxito en la gestión y por ello procuran hacer trabajos de excelencia para que no devuelvan los papeles. Diga lo que diga el Ayuntamiento, no es lo mismo tener que no tener el DUSI, en la situación de extrema dificultad en que estamos no creo que sean apropiados esos excesos de arrogancia, porque todo el mundo sabe en las condiciones económicas en las que nos movemos.

Insisto una vez más que lo siento especialmente por el alcalde, Javier Márquez, que se merecía un regalo de esta naturaleza. Le están cayendo todos los marrones, la mayoría de los cuales ha heredado de unos y de otros. Pienso que si Márquez se hubiera encontrado con un panorama diferente, no digo sin problemas, pero sí con menos tensión, una deuda que marea, el pago de las nóminas, y algunos palos en las ruedas, etc., hubiera podido demostrarnos que es un buen alcalde, sobre todo porque quiere a su Jaén. En este momento ser alcalde no es una cuestión fácil, pero él se merece por muchas razones que se le ponga el viento de cara, lo digo como lo siento. Ya he repetido hasta la saciedad y no he cambiado aún de opinión al respecto, que la ciudad no está bien, porque decir lo contrario sería mentir, pero el alcalde bastante hace con aguantar el tipo y asumir la carga tras algunos intentos fallidos de arrojar la toalla, en los que ha podido más su responsabilidad y las ganas de ayudar a superar todos los obstáculos. La oposición tiene que hacer un ejercicio de colaboración, no para salvarle el pellejo al PP o a Márquez, sino porque los 27 concejales debieran comprometerse con salir del fondo del pozo en que le metió una trayectoria nefasta en la que los últimos ayuntamientos tuvieron administraciones manirrotas porque sus responsables confundieron los intereses de la ciudad con los suyos propios, gravísimo error que estaremos pagando durante tantos años como la ciudad tal vez no pueda levantar cabeza.

PLIEGO DE LA BASURA, AL FIN

Por lo demás, en el ámbito municipal, ha destacado el pleno celebrado el viernes, donde quedó aprobado por los votos del PP y de los tres concejales no adscritos, que en este asunto han opinado lo mismo, y llama la atención, pero bueno el caso es que después de varios años de espera, en una situación un tanto atípica se produce la licitación del servicio con una duración inicial para el contrato de 12 años, con posibles prórrogas. Las propuestas del PSOE como de JeC se han desestimado, los primeros defendían que el pliego no garantizaba el control público del servicio y con respecto a Jaén en Común defendían la municipalización del servicio. El concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, que es el sufridor perpetuo dada su condición de concejal de Hacienda, y la verdad es que está defendiendo su cargo con bastante dignidad dadas las condiciones objetivas del Ayuntamiento, ha señalado que se trata de un contrato imprescindible para la ciudad y va a permitir un ahorro respecto a las condiciones anteriores.

Mientras que ha existido la división política, lo que no existe es divergencia sindical. El comité de empresa es el primero en apoyar la licitación y rechazar la municipalización, porque lo que quieren es que se mantengan la totalidad de los alrededor de 350 empleos que hay trabajando ahora para la concesionaria que tiene el servicio provisionalmente, que es FCC, empresa por cierto con la que los trabajadores están contentos y no hay Ayuntamiento que, sobre todo con lo mal que están las cosas, quiera meterse en un conflicto sindical y laboral.  Dicho esto lo deseable es que la empresa que resulte concesionaria no tenga patente de corso y el Ayuntamiento pueda marcar directrices y llevar a cabo una labor de vigilancia y control, porque algo distinto no tendría sentido. Pero que los empleados prefieren por ejemplo a FCC antes que a todas las fórmulas puestas sobre la mesa, esto es así, y con ellos los sindicatos. Cualquier otra solución daría lugar a una guerra sin cuartel.

HARTAZGO CON LA CANTERA

En una semana en la que no ha habido muchas otras novedades, llama la atención que se sigan escribiendo cartas el Ayuntamiento y la Junta a propósito de la cantera de la Fuente de la Peña. El alcalde le ha solicitado el cierre a los representantes del gobierno andaluz y estos, por su parte, lo que quieren es que quien actúe sea el Ayuntamiento. Es de estas cosas impresentables que pasan en la ciudad de Jaén y que llevan al hartazgo de los políticos, porque no están tan lejos para hablarse, reunirse y cambiar impresiones y hacer de una vez por todas lo que parece es necesario, detener por completo los trabajos  que se vienen realizando en la cantera. Se ha apelado a la legalidad, pero se está hablando de acuerdos antiguos y las decisiones que se tomaron hace bastantes años se pueden y también se deben anular porque tal como defienden los colectivos que llevan meses con una cruzada vecinal digna de encomio, se está causando un daño irreparable en una zona que debería estar protegida. Qué difícil se hace todo en Jaén y es la facilidad con la que se enzarzan las administraciones, con lo sencillo que es hablar (hablando se entiende la gente) y actuar por consenso, siempre que sea posible, para beneficiar al interés general, que siempre debe estar por encima de los de una empresa o un sector concreto. Ya está bien de marear la perdiz y de perder un tiempo que es de oro para tener algo que le estorba a la ciudad y es una clara afrenta, lo diga quien lo diga. 

ADEMÁS…

En comentario aparte me ocuparé de la Catedral y del simposio que si me lo permiten tengo la impresión de que no ha respondido a las expectativas que había levantado, lo dejó aquí por el momento. También me alegro de la moción que salió adelante en el pleno entre PSOE y JeC para permitir que los trabajadores de Aprompsi sigan optando al servicio de recogida de papel y cartón usado. Destacar asimismo que mañana se abre, por fin, el Centro de Salud de Expansión Norte y la calle Cataluña sigue esperando, tras el tradicional tira y afloja de las administraciones, como venimos demostrando, al final los que sufren las consecuencias son los vecinos y ahora los usuarios. También se han conocido los datos del Consorcio Metropolitano de Transportes y la deuda del Ayuntamiento es muy considerable. El Consorcio no es un invento más, es algo que en su filosofía contempla propiciar beneficios a la capital con la llegada de personas a diario desde toda el área de influencia. No sé si no se ha pagado porque no hay un euro, que puede ser, o por insensibilidad con el fin que se persigue. En resumidas cuentas este proyecto es positivo y merece la pena que esté apoyado por la totalidad de los ayuntamientos. Y por último agradecer que se haya presentado la nueva línea de autobuses que une el Bulevar con la UJA, el centro comercial y el Gran Eje, pero me parece excesivo que se haga a bombo y platillo como si fuera el logro del siglo. Con el tema del transporte público, en concreto autobuses urbanos, mejor no sacar pecho porque las quejas son continuas y el Ayuntamiento parece que no hace valer su autoridad para mejorar. Por lo que se refiere a la nueva línea, si se hace con los vehículos que ya existen, de algún otro sitio los quitarán, por tanto vamos a no vender humo y a tomar las cosas en serio. Cuando los jienenses hablen bien de sus autobuses entonces empezamos a cambiar el chip, por el momento todos sabemos que es de los servicios que son menos valorados por los jienenses, y no les falta razón.

Foto: Los trabajadores de la recogida de basura apoyan la licitación del pliego de condiciones. Están contantos con FCC.

 

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