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De las convocatorias de hoy tenía interés en escuchar el discurso del rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez Ortega, en el acto de inauguración del curso de la UJA, que he podido seguir vía streaming. La curiosidad era porque el rector de Jaén es el presidente de la Asociación de Universidades Públicas de Andalucía, y hay malestar entre los rectores por el reparto de los fondos Covid por parte de la Junta, de hecho el rector de la Universidad de Sevilla, en su intervención hace unos días en un acto similar al de hoy en Jaén, criticó duramente a la Junta por usar los remanentes de las universidades andaluzas para financiar a la RTVA. Su intervención se ha hecho viral, y la hizo ante el consejero Rogelio Velasco, el mismo que hoy nos ha visitado, y no le dolieron prendas ni para pedir que vuelvan a las universidades los 135 millones que les han sido recortados, ni tampoco para señalar, que por muy importante que sea el “show de Bertín”, en referencia al cantante Bertín Osborne, de quien cree que va a ser uno de los destinatarios de la transferencia a la televisión autonómica, más importante es a su juicio la educación superior de los andaluces, su desarrollo científico y la capacidad de desarrollo de sus empresas.

Pero en el caso de Jaén las intervenciones han sido más moderadas, el consejero ha empezado por lanzar piropos a la UJA y el rector ha estado comedido, en realidad ha planteado el conjunto de sus reivindicaciones, y recuerdo que fue duro y contundente hace varios meses en un documento, pero ha acabado otorgando un voto de confianza al consejero y a la Junta, ante el anuncio de que se prepara un nuevo modelo de financiación y algunos compromisos más. Ha debido ser un pacto de no agresión porque a buen seguro la perorata del rector sevillano ha hecho pupa y el gobierno andaluz debe estar estos días apagando fuegos para que las instituciones universitarias no se rebelen, y el mandamás de Jaén en calidad de presidente de las rectoras y rectores de la comunidad puede influir en mantener cierta calma, aunque en los últimos meses los equipos directivos del conjunto del sistema universitario público andaluz estaban de uñas con la Junta.

El acto de inauguración oficial del curso en la UJA ha sido distinto a lo habitual, sencillo, sin parafernalia, ni siquiera la imposición de becas a los nuevos doctores, y lo que más ha llamado la atención este año ha sido la ausencia de la lección inaugural, que siempre es un hecho distintivo y en esta ocasión se podía haber programado, aunque hubiera sido más breve, ya que la propia intervención del rector no ha sido menor que otras veces, de hecho ha sido el centro de la apertura, tras un breve informe de la secretaria general y las palabras del consejero, que aunque con menor duración, también se ha explayado, porque se le notaba en el tono que quería quedar bien y marcharse de Jaén en son de paz, que bastante tiene con la que le ha caído esta semana. El discurso de Juan Gómez tiene aspectos que merecen ser tratados aparte, por lo que volveremos a él y a puntos concretos que no tienen desperdicio porque se refieren a un futuro prometedor, y al fin y al cabo estas son las líneas que tienen relevancia para nuestro territorio. Un adelanto, los estudios de Medicina…

PREOCUPA LA PANDEMIA

En otro orden espero que los negacionistas, los que tratan de minimizar los duros efectos de la pandemia por la que estamos atravesando, también en Jaén, acumulen argumentos para rectificar. El de ayer, con los últimos datos conocidos de la Consejería andaluza de Salud y Familias, fue un día difícil, sobre todo porque por primera vez en todos estos meses sumábamos en 24 horas siete fallecimientos. Ya quedan muy pocos escenarios que se escapan a los efectos de la COVID 19. Hay quien se queja en las redes sociales de que existe exceso de información del coronavirus, pero a la vista de los registros que nos proporciona cada jornada, lo que realmente no es posible es cerrar los ojos a la evidencia. Eso de ojos que no ven, corazón que no siente, no viene al caso, lo que está pasando nos afecta a todos, de una u otra manera, hay un principio de solidaridad, es verdad que hay muchas más personas que no han tenido contacto con el contagio, pero todos conocemos a gente que o ha fallecido o ha padecido o padece los efectos de este problema sanitario, y también podemos recurrir al dato positivo de los más de 3.000 curados que son en este caso la fortaleza, prácticamente la mitad de los pacientes confirmados han recibido el alta, 219 han fallecido, esto es lo más duro de digerir, y más de 2.400 paisanos nuestros se encuentran en este momento aislados y siguiendo cuarentena determinada por las autoridades sanitarias.

Poco a poco se va hacia la presión hospitalaria, ya estamos cerca del centenar de ingresados en las plantas de nuestros hospitales y se va elevando también la atención en las Unidades de Cuidados Intensivos. El bicho acecha y se cuela por donde puede, a veces aprovechando descuidos o medidas insuficientes de protección, que de todo hay. El panorama se va complicando y adquiere tintes de preocupación en esta segunda oleada. Hay algunos pueblos donde ha habido necesidad de extremar las medidas, si bien lo más llamativo en las últimas horas ha sido la decisión del gobierno andaluz de actuar en Linares, donde la elevada tasa de contagio de los últimos 14 días ha decidido el camino a seguir, se reduce la movilidad, si bien se dan algunas paradojas difíciles de entender. Eso sí, aquí por fortuna no ha habido un problema político, como el escándalo de Madrid, el gobierno de la Junta es del mismo color que el del Ayuntamiento de Linares y el Consistorio lo ha entendido perfectamente, hay que atajar el problema y no se puede perder ni un minuto, para liberar a Linares de una pesadilla y la psicosis que ha prendido en la población. No digo todo esto para poner mal cuerpo a nadie, ni porque me guste la idea de comentar el minuto y resultado, sino porque debemos tomar con seriedad, y percibo que una mayoría sí lo hace, pero hay muchas personas que parecen no ser conscientes de que la pandemia no es una broma sino un asunto muy serio.

POLÍTICA

En el terreno político me ha llamado la atención la presencia en redes esta semana de la sustitución del responsable del Instituto Andaluz de la Juventud en Jaén, Daniel Sánchez Puerto, que por lo que percibo es una consecuencia de los conflictos internos en el seno del partido Ciudadanos en Andalucía. Esto siempre ocurre en las formaciones políticas y Ciudadanos no iba a ser la excepción. La cuestión es que sacan de su puesto a un joven jienense, que por lo que cuentan estaba haciendo una buena gestión y lo sustituyen por alguien de fuera que no conoce el territorio, por lo que se crea un problema que debió evitarse. Y sí, se percibe con nitidez que hay dos sensibilidades en Ciudadanos en Andalucía y que se traslada miméticamente a Jaén. Un problema para el coordinador provincial, Miguel Moreno, que tiene que entenderse con Mónica Moreno, la diputada andaluza y también con responsabilidades orgánicas. En todos sitios cuecen habas, no crea Moreno, el regidor de Porcuna, que esto solo ocurría en el Partido Popular. Con la cantidad de cosas que hay que hacer y qué manía de las formaciones políticas en dedicar tiempo a un clásico de la política, la ambición por las cuotas de poder, tan antiguo como el mundo. En Vox ha ocurrido la misma situación, dos candidaturas a la presidencia provincial y al final se ha crispado tanto el proceso que los dos pretendientes han tirado la toalla o les han obligado a hacerlo. Ni viejos ni nuevos partidos, política en estado puro.

LA NO FERIA

En una situación de normalidad estaríamos ya instalando las casetas para la feria de San Lucas. Lo han recordado los feriantes que ayer protestaron enérgicamente en la Plaza de Santa María, frente al Ayuntamiento, un grupo numeroso en representación de 2.000 familias que en la provincia viven de esta actividad y que este año se enfrentan a un panorama desolador, lo dicen ellos, a una ruina total, sin apenas ayudas pero teniendo que afrontar obligaciones económicas como préstamos, impuestos, hipotecas, etc. Es entendible el malestar como lo es el de otros sectores económicos que son víctimas de esta pandemia, y pese a los intentos de las administraciones de hacer compatible la atención sanitaria con el mantenimiento de la actividad económica, bien sabemos que hay espacios a los que no llega. La NO Feria de San Lucas es un buen ejemplo. Curioso por cierto el hecho de que el año que la feria se queda en su mínima expresión, tal vez la iniciativa privada trate de sacarle algún partido si dejan las circunstancias, es cuando el programa taurino es más completo. El Ayuntamiento por su parte ha decidido sacar a la calle actividades, tales como teatro, conciertos, una exposición de carteles viejos. Al menos que no perdamos la memoria de una cita que cada año es entrañable.

¿EL TRANVÍA? PRUDENCIA

Más asuntos de la ciudad. Buenas expectativas para el Jaén Plaza en su camino para convertirse en el gran referente comercial de Jaén. ¿Del tranvía? El alcalde insiste en que estará funcionando el año que viene y lo pongo en duda, mejor dicho, no me lo creo. Estoy más con las recientes declaraciones del presidente de la Junta, Juanma Moreno, que para curarse en salud ha dicho que en esta legislatura. Incluso esta versión la veo complicada. Qué manía la de los políticos, incompatibles con la mesura, pero el tiempo se va encargando de irlos desmintiendo uno a uno.  

imagen: Foto de familia tras el acto inaugural del curso en la Universidad de Jaén. Muy austera. Faltan sobre todo los doctores, que cada año llenan la instantánea por el número y por la vistosidad del distintivo universitario.  

 

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