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Suma y sigue. Más de cinco horas ha durado en la mañana de hoy la nueva jornada promovida por la Universidad de Jaén dentro de su programa UJA-CEP, Compromiso con la Estrategia Provincial, que lleva funcionando casi dos años, en el que se están abordando algunos de los retos más importantes que tiene la economía y la sociedad en nuestro territorio. En esta ocasión tocaba hacer una radiografía del sector oleícola jienense con la presencia de expertos y para responder al título de la convocatoria: “Estrategias del sector oleícola jienense para liderar el mercado global”. Una de las conclusiones, tal vez la más importante, que se pueda extraer del intenso y esclarecedor debate, es que el olivar y el aceite de oliva jienense se mueven alrededor de muchas debilidades, pero también, que no se nos olvide, de grandes fortalezas. Y otro punto cardinal igualmente conocido, pero que sigue siendo una asignatura pendiente, es el reto de hacer que nuestra potencia olivarera y aceitera repercuta, porque ello es posible, y existe un mundo de posibilidades para lograrlo, deje mayor riqueza y futuro en la provincia que es conocida en todo el mundo como el paraíso del mejor aceite.

El primero en intervenir en esta jornada online, que ha sido tan seguida o más que otras temáticas anteriores, lo que da idea del interés que siempre suscita cualquier encuentro sobre el futuro de nuestra principal riqueza, ha sido el rector de la UJA, Juan Gómez Ortega, para fijar el objetivo de la institución académica de identificar las cuestiones que afectan al desarrollo provincial, por su responsabilidad de imbricación con el territorio, y la obligada tarea de apoyar su avance, no desde un papel ejecutivo, que no le corresponde, sino desde el ámbito del conocimiento y formulando propuestas a las instancias oportunas. Para provocar el debate posterior, el rector ofreció algunos datos ilustrativos de que el sector oleícola de Jaén, aun liderando la producción a nivel mundial, en España y en Andalucía, sin embargo su efecto real en el PIB provincial no pasa del 12-15%, o lo que es lo mismo, al binomio aceite de oliva-olivar no se le saca todo el provecho, representa alrededor de 1.300 millones anuales de facturación, prácticamente en los mismos términos económicos en que se mueve una sola empresa de la provincia, Valeo. La idea que el rector transmitía era la de que el liderazgo está desaprovechado porque sus beneficios podían ser mucho más ambiciosos para la provincia. Aludió a algunos retos, desde la profesionalización del sector hasta el aumento del consumo, ya que existen posibilidades reales para ello, o la utilización de los vectores de liderazgo y desarrollo de la sociedad actual, adaptarse a los cambios culturales relacionados con el consumo, sin olvidar otros factores como la concentración de la oferta, comercialización, o precios, en el sentido no solo de venderlo más caro sino de rentabilizarlo mejor; y, por supuesto, abundó, estar en la punta de lanza de la innovación, aludiendo a que de igual forma es vital que sea todo lo bueno que se hace en Jaén en torno a su producto emblema. Completó su intervención inicial aportando detalles de la implicación de la propia UJA con el sector, entre otras realidades, con la presencia de 65 de los 119 grupos de investigación dedicados exclusivamente al mundo del olivar y del aceite de oliva, para terminar con un lamento, el de que en la provincia, hay todavía una escasa cultura del olivar y del aceite de oliva.

La primera de las ponencias de esta jornada ha estado a cargo del coordinador de la sesión, el catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados, Manuel Parras Rosa, uno de los más reconocidos expertos del sector, que se ha referido a las estrategias para una olivicultura jienense más competitiva, basado en el libro de reciente aparición del propio profesor Parras con otros especialistas, en concreto Francisco J. Torres, José Antonio Gómez-Limón, Antonio Ruz Carmona, Manuela Vega Zamora, Carlos Parra López, Samir Sayadi Gmada y Sergio Colombo. La principal idea planteada es la de priorizar las acciones privadas y las políticas públicas más adecuadas y el corto-medio plazo (5-10 años) para hacer al sector oleícola más competitivo, que genere renta y empleo, pero que, además, lo haga de manera sostenida en el tiempo generando bienes públicos y transitando hacia una oleicultura más verde en el seno del paradigma de la bioeconomía circular. El también presidente del CES y del Consejo Regulador de la IGP Aceite de Jaén, también ha identificado algunos de los ejes estratégicos y las acciones a priorizar. Para definir las líneas de acción se ha contado con la opinión de más de 70 expertos del mundo de la investigación y del tejido productivo jienense, que han fijado seis ejes estratégico y 18 acciones entre las que Manuel Parras ha señalado las referidas a “incrementar la rentabilidad de las explotaciones olivareras y aumentar la orientación al mercado para mejorar la comercialización, lo que pone de manifiesto que la actual crisis de este sector es de carácter económico”. Se han preparado nueve vídeos para hacer llegar las conclusiones de este libro, de gran interés y signifcación, a los agricultores, cooperativas y almazaras. Parras se ha mostrado convencido de que la IGP debe ser y va a ser un aldabonazo para nuestros aceites.

Otra interesante ponencia, defendida por el catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Córdoba, José Antonio Gómez-Limón Rodríguez, ha versado en torno al tema “Pagos directos al olivar: convergencia y futura regionalización”, de candente actualidad, de contenido informativo, en referencia a aspectos de la política agraria, por ejemplo que el valor de los derechos reconocidos en la PAC se basan en la productividad del periodo 1999-2002, sin que haya datos posteriores, de la misma manera que ha subrayado que las ayudas de la PAC suponen el 3% del PIB en la provincia, eso sí, por encima de la estimación para otros territorios. En cuanto a la convergencia, que es el asunto de actualidad, y que está siendo objeto para la polémica, el profesor Gómez-Limón ha explicado de qué se trata, la igualación de los pagos directos para demostrar que las ayudas tienen carácter disociado. Se ha referido a ventajas e inconvenientes de la convergencia, entre las últimas, el hecho de que la transferencia de recursos de unas regiones a otras genera conflictos, para añadir que la citada convergencia es obligatoria pero que los estados miembros disponen de cierta flexibilidad para su aplicación. Desde su opinión técnica, no cabe hablar de perjuicio tan lesivo para la provincia ni para Andalucía, aunque sí entiende que puede suponer una posición de fuerza de cara a la próxima negociación de la nueva PAC para 2023, y además que lo que sí provocará es que con las transferencias, por ejemplo en el caso de la provincia de Jaén, es posible que más de tres millones de euros van a cambiar de manos de unos agricultores a otros, en función de sus explotaciones. El experto tampoco ve justificación técnica ni social para este tipo de transferencias, que pueden favorecer a los oleicultores menos profesionales que han invertido poco, y van a perder los más profesionales que han gestionado mejor sus olivares. Ha llamado la atención, además, de que las ayudas de la PAC no son un derecho consolidado y que en cualquier momento pueden desaparecer. Finalmente reconoce que la negociación debe pasar por mantener el máximo número de regiones posibles, y, de todas maneras, subraya la complejidad en el caso de España de tener como interlocutoras a diecisiete comunidades autónomas. 

La tercera de las ponencias ha estado a cargo de Francisco José Torres Ruiz, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la UJA, con el título “Tendencias en el consumo de alimentos y estrategias para alcanzar una mayor orientación al mercado en la oleicultura provincial”. En ella ha apostado por la idea de que acercarse al consumidor final y adaptarse a sus necesidades, ofrecerá más oportunidades de negocio y de trabajo y van a surgir más ideas y empresas, que redundarán en la economía de la provincia. En el caso del aceite de oliva opina que se trata de un producto que es capaz de generar emociones, porque con él se consume salud, y se favorecen valores y cultura. Se ha preguntado por quién certifica la veracidad de toda la información que circula en el mercado en torno a los aceites, para añadir que los productos hablan mucho de nuestro estilo de vida, razón por la cual en una sociedad en la que se han experimentado importantes cambios en materia de consumo, que se deben traducir en oportunidades, hay que saber adaptarse al mercado, al marketing, y en el caso que nos ocupa establecer la mejor estrategia para posicionar como merece el oro líquido de Jaén. Por último ha puesto mucho énfasis en la información, consciente de que a mayor información habrá más consumo, y ha elogiado los aceites de la variedad picual, genuinamente jienenses, de igual modo que ha hecho una llamada a la defensa de la calidad, imprescindible para el futuro del sector.

Si han sido interesantes y productivas las conferencias, las dos mesas redondas no le han ido a la zaga. La primera de ellas sobre “Pacto verde y ecoesquemas: ¿oportunidades o amenazas para la oleicultura provincial?” la ha moderado Juan Carlos Rodríguez Cohard, profesor de Economía Aplicada de la UJA, con las intervenciones de Vicente José Gallego, doctor por la Universidad de Jaén y jefe del Servicio de Ordenación Académica de la UNIA; José Domingo Sánchez Martínez, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Jaén; Anastasio José Villanueva Rodríguez, investigador del IFAPA, y Antonio Garrido Almonacid, profesor de Ingeniería Cartográfica, Geodésica y Fotogrametría de la Universidad de Jaén. Se han planteado cuestiones interesantes, como que solo el 1,5% del olivar de la provincia es ecológico, muy poco (profesor Sánchez Martínez), que se ha detenido en el llamado pacto verde y en las estrategias “de la granja a la mesa” y sobre la biodiversidad en el horizonte 2030; en tanto que el profesor Garrido Almonacid se ha referido al diseño por un equipo de la UJA de una base de datos geográfica, con el doble objetivo de tener una radiografía del olivar y contemplar su evolución, de modo que a medio y largo plazo será posible conocer la rentabilidad parcela a parcela. El profesor Villanueva se ha referido al nuevo elemento del ecoesquema, que se incorpora a la PAC para sustituir al pago verde, con la referencia de un mayor desempeño ambiental. Y por su parte, Vicente José Gallego se ha preguntado por el encaje que se puede dar a unos fondos con una naturaleza muy determinada, algo nuevo en la PAC, con un pago variable que podrá oscilar de un año a otro, de tal modo que puede haber fondos que no se ejecuten, refiriéndose al caso concreto de la provincia de Jaén, donde 112 millones se van a ver afectados por las nuevas exigencias.

La última mesa redonda ha dado protagonismo al sector, en concreto a las organizaciones agrarias. Moderada por Juan Ramón Lanzas Molina, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Jaén y Delegado del Rector para la Fundación Universidad de Jaén-Empresa y Relaciones con Entidades de Innovación, ha tratado de “Acciones para una oleicultura provincial más competitiva”, con la intervención de Luis Carlos Valero (Asaja), Elio Sánchez (UPA), Juan Luis Ávila (COAG), Manuel Alfonso Torres González (Infaoliva) y Cristóbal Gallego (Cooperativas Agro-Alimentarias). Valero, que ha sido el primero en intervenir, ha reivindicado el trabajo que se viene haciendo en la provincia y ha dado algunas claves para sacar al olivar de la situación en que se encuentra. Cree que la mejor posición actual de los precios no será duradera y ha clamado por los problemas que se oponen a la competitividad, al tiempo que ha apostado por la reconversión y por la agricultura de precisión. Elio Sánchez, por su parte, ha abogado por una competencia social y económica, porque el olivar le siga dando vida al mundo rural y a sus gentes, y porque la PAC no perjudique la personalidad del sector del olivar y que no se excluyan las regiones. También se ha detenido en la importancia de la comercialización, porque hay margen de mejora, ha dicho, con un producto excelente, y, por último, se ha referido al agua, un problema añadido para el sector. Juan Luis Ávila, ha empezado por valorar lo mucho que se ha avanzado en los últimos años: “Somos un modelo, la envidia”, ha dicho, para añadir que se han invertido más de 1.500 millones de euros en modernización y puesta al día, para abundar que no todo está conseguido, “pero el sector del aceite de oliva ha hecho sus deberes”. También ha señalado que se compite en calidad con la UE, pero no con países con costes que son diez veces menos que los nuestros, “eso no es posible, las condiciones que se nos ponen son difíciles de asumir”. Igualmente y con referencia al agua, ha señalado que no es que falte, sino que está mal repartida.

Manuel Alfonso Torres ha expuesto, entre otras cosas, además de la necesidad de rejuvenecer el sector, que hay un olivar de secano en la provincia muy eficiente, al tiempo que ha abogado por una mayor promoción, aludiendo a que existen paneles de cata fuera de España que se encargan de airear que nuestros aceites no están a la altura. Cristóbal Gallego, finalmente, ha defendido la modernización de las estructuras del olivar de Jaén para hacerlo más competitivo, para referirse después a las tres “s” del sector del aceite: salud, sabor y sostenibilidad. Ha reivindicado músculo para saber llegar hasta el final de la cadena con un producto atractivo. En un segundo turno, Valero ha señalado que “o tenemos un olivar competitivo o nos sacan del mercado”. Elio Sánchez se ha referido a la necesaria agrupación de los agricultores; Juan Luis Ávila ha valorado la IGP Aceites de Jaén, una herramienta imprescindible, un gran plus para los olivareros jienenses; Manuel Alfonso Torres ha demandado más dinero para la promoción además de producir, producir, producir, y Cristóbal Gallego ha dado el último mensaje: trabajar juntos, sumar.

Como conclusión, cinco horas seguidas que han servido para tomar el pulso al sector más importante de la economía de la provincia. El Delegado del Rector, Juan Ramón Lanzas, y el coordinador de la jornada, Manuel Parras, han agradecido las intervenciones y el seguimiento. Muchas veces se ha hablado de la cara y la cruz de nuestro olivar, y es verdad que siempre están encima las amenazas, pero pesan más, muchísimo más, las satisfacciones que ofrece el orgullo de contar con 66 millones de olivos, que son no solo un recurso económico para miles de familias, sino que forma parte de nuestro modo de vida y de nuestra cultura milenaria. El día que el Paisaje del Olivar sea declarado Patrimonio Mundial lo celebraremos con orgullo porque sencillamente el olivar, como la Universidad que hoy ha promovido el debate, son Jaén.

   

Imagen: Todos los participantes en la jornada UJA-CEP, que ha abordado las estrategias y retos del sector oleícola jienense para liderar el mercado.

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