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Hoy le ha tocado visitar Jaén a la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, es de suponer que de paso para Sevilla, que para eso es viernes, y con la excusa de conocer la nueva sede de la Agencia Tributaria. Al igual que ocurriera con la reciente presencia del titular de la Junta, Juanma Moreno, la ministra no se ha encontrado con pancartas alusivas a las reivindicaciones de Jaén, atención de fin de semana. Ni una sola concreción sobre Jaén en su encuentro con Francisco Reyes y demás responsables públicos, como la subdelegada o el alcalde, ni en la rueda de prensa, para decir verdad solo un anuncio, que se entrevistará con los alcaldes de las ciudades con peor situación financiera, entre ellos Jaén, junto a los de Parla y Jerez de la Frontera, señalando con respecto a nuestra capital, que se trata de una situación heredada y crónica. Deuda heredada, pero, ¿de quién?, ¿de quiénes? Ahora dice que se va a reunir con el alcalde, Julio Millán, supongo que se lo habrá dicho de palabra, que lo ha tenido bien cerca, pero no se nos ha olvidado que ya en su día lo recibió en Madrid, pronto hará dos años, en agosto de 2019, y de aquel encuentro nunca más se supo. Si ahora  hay voluntad tal vez lo debía haber citado para hoy mismo y hacer algo verdaderamente provechoso, pero es la misma persona que cuando estaba al frente de la Consejería de Hacienda de la Junta jamás mostró disposición alguna a echar una mano al Ayuntamiento de Jaén, ni vino aquí, ni tampoco recibió a los alcaldes que acudieron a ella, no respondió a las cartas que se le remitían…

La misma situación que se ha dado desde que es ministra de Hacienda en Madrid, aunque hasta el momento ni Julio Millán ni María Cantos se han quejado públicamente. Pero que le pregunten a los alcaldes anteriores, a Fernández de Moya y sus famosas epístolas, pero sobre todo al último, Javier Márquez, y al que era su concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, la de veces que llamaron a una puerta que jamás se abrió, a excepción de los milagrosos fondos de ordenación, pero eso ya es otra cosa reglada, menos expuesta a la voluntad política y sí a las garantías.

El resto de las declaraciones de la señora Montero, como la de sus predecesores, Reyes Maroto, José Luis Ábalos y José Manuel Rodríguez Uribes, no solo no aportan nada nuevo sobre el futuro de Jaén sino que contribuyen a la ceremonia de la confusión, como cuando dice que “el Gobierno de España cumple con la ITI”, declaración sorprendente por irreal, llevamos mucho tiempo reivindicando esos fondos estatales ante el silencio sepulcral del ejecutivo, en tanto que la ministra transfiere la responsabilidad a la Junta que, sin ser ejemplar su actuación en la Inversión Territorial Integrada, al menos está dando algunos pasos, aunque sean insuficientes. Del fracaso del Colce, nada de nada. Se ve que en este aspecto en el gabinete de Pedro Sánchez han hecho piña con la decisión tomada, en consecuencia, ¿cómo se va a entender que la plataforma ciudadana Jaén Merece Más haya presentado una denuncia formal en los juzgados? Montero dice que no comprende, pero que respeta.

La versión oficial que está en la web de la Diputación dice otra cosa. Que han abordado el papel que pueden desempeñar lo gobiernos locales en la gestión de los fondos de recuperación, así como las gestiones que se vienen realizando en los distintos ministerios en aras a proyectos importantes para la provincia. La propia ministra ha apuntado que una de las líneas importantes en las que trabaja la Diputación de Jaén es que varios municipios unidos tengan capacidad de poder optar a ser financiados por los fondos europeos, y ha elogiado las gestiones del organismo provincial en pro de una PAC favorable para Jaén. Y esta ha sido la visita, quedamos a la espera de la siguiente.

Lo que sí sucede es que de un tiempo a esta parte los políticos se dejan ver más por Jaén, aunque como digo no nos traen más que buenos propósitos, y eso en el mejor de los casos, pero de esos estamos hartos, es más, si nos visitan para cumplir y dar a entender su “compromiso” y su “apuesta”, mejor que no vengan porque consiguen lo contrario de lo que pretenden, indignar más la dignidad de los jienenses. El que estuvo ayer en Jaén fue el consejero de Universidades de la Junta, Rogelio Velasco, que justificó su presencia en que está haciendo una ronda de visitas por las diferentes universidades, y me van a permitir que lo dude, o a lo mejor lo hace porque debería estar obligado a esa tarea. A Jaén ha venido porque sus declaraciones la semana pasada en Almería, dando a entender que la implantación del Grado de Medicina en Jaén podía esperar y que el de la Universidad de Almería tenía a su favor que estaba más lejos de Granada, sentó tan mal y le llovieron las críticas de tal modo que no ha tenido más remedio que recoger velas. Que nadie se apunte el éxito porque es colectivo, y el primero que con prudencia pero a la vez con firmeza alzó la voz donde tuvo que hacerlo, fue el propio rector de la UJA, Juan Gómez. Después que se apunten todos los demás, partidos, sociedad civil, etc., porque me consta que al consejero le llegaron algunos recados muy directos, también por cierto de su propia formación política, Ciudadanos.

Así que tras esta salida de tono el rector ha recuperado, y ahora con mayor firmeza, el compromiso de la Consejería, del consejero y de la Junta, para implantar Medicina en la UJA y además Juan Gómez ha señalado que aunque en principio se ha fijado como inicio el curso 2023-24 se va a tratar de acelerar los trámites con objeto de adelantar en lo posible este objetivo estratégico de la Universidad de Jaén. Nos felicitamos porque en esta hora de Jaén los políticos, sean de donde sean, se lo tengan que pensar a la hora de adoptar decisiones discriminatorias para el territorio de Jaén. Es de suponer que la implantación de Medicina estará apoyada en acuerdos y documentos para no depender de la voluntad de un consejero, porque Rogelio Velasco lo es hoy, pero mañana puede serlo otra persona. De todas maneras a los jienenses nos hubiera gustado escuchar esta afirmación no solo del consejero de Universidades, sino del propio presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que unos días antes estuvo en Jaén y tal vez pretendió que el que se pasó de listo en Almería se encargara personalmente de deshacer el entuerto.   

Por último se me ha ocurrido consultar la hemeroteca de hace 25 años por estos días. El entonces ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas, se reunía en Jaén con los alcaldes de las capitales andaluzas actuando de anfitrión el gran Alfonso Sánchez Herrera, uno de los grandes regidores que ha tenido esta ciudad y que espero que muy pronto, porque va para dos años de su muerte, el Ayuntamiento le distinga a título póstumo con los honores que se merece. Pero a lo que iba, en aquel viaje Arenas, para no salirse del guion y del soniquete histórico que nos sueltan los políticos desde que el mundo es mundo, ya dijo que Jaén estaría entre sus “principales preocupaciones”, por su elevado paro. Pero nada de nada. Maldita hemeroteca. Hace un cuarto de siglo, igual que hoy, el sector del olivar se movilizaba por una OCM que parecía una amenaza y acudieron más de una vez al despacho de Loyola de Palacio, la recordada ministra que se dejó la piel en su empeño. Por aquella época, porque la deuda histórica de la Junta con Jaén viene de largo, el propio Alfonso Sánchez se reunía con Manuel Chaves, después de una larga espera y de ser el último regidor en pasar por la presidencia de la Junta. Alfonso Sánchez le pidió al presidente andaluz inversiones por 6.000 millones de pesetas de aquel tiempo, y el bueno de Alfonso se creyó casi todas las promesas, pero a la hora de la verdad se tuvo que conformar con el teatro y poco más. Así se ha escrito la historia.

Foto: La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha pasado hoy por Jaén. En la imagen junto a Francisco Reyes y Julio Millán, con el que ha anunciado que se reunirá para tratar temas del Ayuntamiento.

 

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