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Utilicen la frase que más les guste. Éramos pocos…y llegó el TSJA con las rebajas, o la Justicia tumba el PGOU de Jaén. Esto ocurre casi tres años y medio después de que se aprobara  definitivamente el planeamiento urbanístico para la capital jienense, que recordamos, porque fue una fecha para la historia, que ocurrió el 3 de octubre de 2014, luego de varios años de espera, de luces verdes, de desencuentros, de sí pero no… Lo bautizamos como el “Plan Márquez” porque su principal inspirador fue el alcalde de la ciudad desde su etapa como responsable del área de Urbanismo del Ayuntamiento, que ya hace una tira de años. El recurso de una empresa con intereses en determinadas zonas de Jaén, por ejemplo lindando con el hotel HO, hizo que Inversiones Olivencia SL, que así se llama la firma demandante, llevara el asunto ante los tribunales, recurriendo contra la decisión del gobierno andaluz, por lo tanto en esta historia el Ayuntamiento es una víctima más, un afectado.

La razón de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía proceda a la anulación del PGOU jienense se debe a que la Junta no ha contado con la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) ni con el informe de Sostenibilidad Económica, o lo que es lo mismo, la legislación andaluza no se ajusta a las directrices europeas en materia medioambiental, sin embargo en su día otorgó todas las bendiciones al documento y por esa circunstancia el Ayuntamiento empezó a funcionar, de tal manera que hay obras en marcha como el Centro Comercial Jaén Plaza, que se puede ver afectado, aunque por el momento todo son dudas, falta esclarecer el panorama y mientras tanto lo que sigue vigente es el Plan anterior. Casi nada con las rebajas, como para fiarse de los idus de marzo.

Para el Ayuntamiento, aunque este tipo de adversidades ya se han dado en otras poblaciones, la medida del alto tribunal andaluz ha caído como un jarro de agua fría. No podemos olvidar que en este momento de la gestión municipal, con una situación de ruina económica, el PGOU se ha presentado como una gran tabla de salvación, una oportunidad para desarrollar actuaciones e ir viendo con ellas el progreso y la modernización de la capital. Era también una válvula de escape para el propio alcalde, confiado en que se fueran viendo resultados de su gestión para dar el salto oficial como candidato. Ahora nada está claro, ¿qué pasa, habrá que paralizar las obras del Jaén Plaza que llevan un buen ritmo para su urbanización?, ¿qué va a pasar con otros proyectos que igualmente se acometían a la sombra del nuevo y esperanzador PGOU? No hay que precipitarse, en todo caso es normal que algunos políticos, ya digo, empezando por el propio alcalde, estén muy contrariados, pero hay que esperar a una lectura sosegada de la sentencia y ver qué se puede hacer y qué no de ahora en adelante mientras se dirimen los recursos, que parece normal.

La Junta, que ha sido y es la parte demandada, por medio de la delegada del Gobierno en Jaén, Ana Cobo, ya ha hecho llegar al alcalde, menos mal, un primer mensaje de tranquilidad ofreciendo todo tipo de colaboración para resolver esta complicada situación con el apoyo de los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, que fueron los mismos que en su día dieron luz verde a la planificación urbanística de Jaén. En sus manos volvemos a estar, lo que no se sabe es el tiempo que puede transcurrir en toda esta tramitación y los perjuicios que se puedan causar a la ciudad. Por su parte la oposición municipal ha demandado diálogo, y es lo que hace falta, diligencia y diálogo para tratar de que los perjuicios, en su caso, sean los menos posibles, aunque el revés ha sido fuerte y en el peor momento posible.

Ya sabemos de sobra que los tribunales están para que se acuda a ellos en legítima defensa, pero en este asunto tal vez ha habido oportunidad de diálogo previo y no ha sido posible, lo ignoramos, lo cierto es que el panorama que se plantea ahora es de inquietud y también de desconcierto. Con lo que costó sacar el PGOU adelante, que necesitó Dios y ayuda, y ahora queda en el aire, por lo pronto, hasta que se conozca el alcance de la resolución punto por punto, y sepa Dios cuándo y en qué circunstancias se puede reanudar la eficacia del documento. Severo revés, es lo que en las actuales circunstancias le hacía falta a Jaén, una adversidad de este calado para hundir de una tacada algunas expectativas esperanzadoras. ¿Tan mala suerte vamos a tener para que la sentencia del TSJA sea letal para los legítimos intereses de Jaén?

ROSA AGUILAR, EN JAÉN.-Dicho esto que es un hecho lo suficientemente grave para inquietar a los políticos, en especial a los municipales y con ellos a todos los ciudadanos, también hay que recoger la presencia hoy en Jaén de la consejera de Justicia e Interior de la Junta, Rosa Aguilar, que se ha dignado acudir a la ciudad para reunirse con el nuevo presidente de la Audiencia y para encontrarse con el alcalde, con el que se había comprometido inicialmente para el pasado septiembre. Deberían haberle enviado la banda de música, la presencia de Rosa Aguilar en Jaén es todo un acontecimiento, por extraño. La ex de Cultura, que en su responsabilidad anterior pasó por Jaén sin pena ni gloria, pisó suelo jienense en contadas ocasiones y de puntillas, ni siquiera porque se estaba construyendo el Museo Íbero que era de su competencia, ha debido recibir instrucciones porque creíamos que era alérgica a Jaén, pero hoy ha estado y como no podía ser de otra manera ha salido a colación el proyecto de la Ciudad de la Justicia, ese que llevamos lustros esperando, baste decir que el Ayuntamiento cedió terrenos en el año 2005 y que se llegó en 2017 a la fecha de caducidad del ofrecimiento hecho.

Ahora, tras la situación de Marroquíes Bajos, que hace un año por estas fechas nos hicieron caer en la cuenta en un reportaje de National Geographic, de que teníamos un asentamiento arqueológico de primera categoría, del que nadie se ha ocupado para ponerlo en el escaparate, se cae en la cuenta de que no se puede construir en este lugar (bastante se ha construido ya en la zona y cualquiera sabe lo que se ha llegado a enterrar de vestigios de nuestro pasado) por lo que ahora se insta al Ayuntamiento a que ceda unos terrenos en un lugar donde no haya los inconvenientes hasta ahora encontrados.

No hay que ser demasiado optimistas, lo primero de todo hay que disponer de los terrenos adecuados, después cederlos y seguir todo un proceso, pero con todo no espero que la señora consejera actúe con diligencia, a pesar de que tanto en su visita a la Audiencia Provincial como en su encuentro con el alcalde, el proyecto de la Ciudad de la Justicia, y ella debería saberlo, se le ha planteado como urgente, para evitar la actual dispersión de sedes judiciales. De modo que estamos donde estábamos hace unos veinte años, y me quedo corto, las aspiraciones de esta ciudad se mueven con excesiva lentitud, y si hay responsables políticos que no les ponen ningún empeño, peor aún el panorama. Si les digo la verdad y visto lo visto, no confío nada en que la Junta vaya a darse prisa con la Ciudad de la Justicia, y si lo hace se lo reconoceré todas las veces que haga falta.

 

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