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El Rey Felipe nunca defrauda. Llegó esta mañana y cumplió a la perfección con el programa previsto, un gesto hacia la ciudad y la provincia para inaugurar nada menos que la XX edición de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, Expoliva, el acontecimiento que cada dos años, desde 1983, nos hace visibles en todo el universo olivarero gracias a que somos la primera potencia productora del mundo en oro líquido, a nuestros 66 millones de olivos, que se dice pronto, ese inmenso bosque olivarero del que se quedan prendados quienes nos visitan del extranjero o de otras zonas del país, incluido el propio Felipe VI que en repetidas ocasiones se ha declarado firme defensor del aove y que además controla, el mundo del aceite no le suena a chino, se lo sabe. El monarca ha tenido una calurosa acogida por parte del público congregado en los alrededores de la Institución Ferial, como por parte de quienes se encontraban dentro del recinto de la Feria, en la que ha conocido al detalle los aspectos más importantes de la misma, deteniéndose en diferentes stands y conversando con las autoridades que le acompañaban, tanto nacionales como autonómicas, provinciales y locales.

Es evidente que por la propia visita del Rey la Expoliva no va a variar el rumbo de sus resultados, que al fin y al cabo para eso se organiza, pero sí es un gran acicate que el Jefe del Estado, como ha demostrado ya en diferentes ocasiones, sea sensible con uno de los acontecimientos más importantes que cada dos años se celebran en Andalucía y de la trascendencia que tiene, en una provincia como Jaén, con sus luces y sus sombras, ser un referente mundial de un producto como el aceite de oliva. La visita no cambiará el resultado final del evento, insisto, pero la presencia del Rey le ha dado un espaldarazo que no puede otorgarle, y ya lo quisieran, ninguna instancia política. Por supuesto que han estado presentes los responsables de las diferentes administraciones e instituciones que normalmente suelen acudir, apoyen o no la Feria, también económicamente, aunque a la hora de las fotos rivalizan como si les fuera la vida en ello, y no digo nada en ediciones que coinciden, y no han sido pocas, con campañas electorales.

Felipe VI ha visitado Jaén desde que subió al trono en variadas ocasiones. No hace mucho también vino a la misma Institución Ferial para encontrarse con agricultores y ganaderos al clausurar un congreso de la organización agraria Asaja. En aquella oportunidad, hace un par de años, abogó por el futuro en el mundo rural y para los jóvenes, que son quienes tienen que darle vida y dinamizarlo, y que se creen en estos espacios de la España Vaciada condiciones dignas para vivir, al reconocer el Rey que la despoblación es uno de los graves desafíos a los que se enfrenta España. También aludió al olivar, hoy no se ha dirigido públicamente con ningún mensaje especial, bastaba su sola presencia, pero en la anterior oportunidad hizo referencia al olivar como generador de riqueza y empleo, que ha sido capaz de mantener un medio rural vivo y dinámico, a pesar de todo. Hay que recordar, asimismo, que durante el confinamiento por la covid-19, también se interesó, en una videoconferencia, por las consecuencias para el sector, que en ese momento preciso estaba angustiado por la crisis de los precios, hoy mejorada, y por la incertidumbre que siempre se cierne en torno a la futura Política Agraria Común.

Pues bien, ¿qué se ha encontrado el Rey en la Expoliva 2021? En primer lugar el propio milagro de haber celebrado la Feria. No pudo fijarse para el pasado mes de mayo, por razones muy poderosas de la pandemia, y se aplazó para septiembre por si la situación mejoraba. Entre finales de julio y principios de agosto se estuvo a punto de suspenderla a causa del mal pronóstico de la quinta ola, pero un acto decidido de valentía optó por afrontar el reto con todas sus consecuencias, y aquí está. No cabe duda de que en un año “normal” todo sería diferente, pero dadas las circunstancias ha sido casi una heroicidad vender los casi 40.000 metros cuadrados de extensión del recinto, interiores y exteriores, dando cabida a 266 expositores, a la representación de 18 países productores (diez de ellos con stand propio), a casi un millar de empresas representadas, y en el caso de España con 25 provincias presentes de una u otra forma. Cualquiera que pretenda hacer un recorrido como hoy lo ha hecho el Rey, encontrará, como otros años, aparte de instituciones públicas, entre ellas la Junta, la Diputación, el Ayuntamiento de Jaén, o la Universidad, a las firmas más representativas del sector, que exhiben cada una de ellas las principales novedades de la actividad a la que se dedican. Por supuesto la Feria es un referente de los cambios tecnológicos y de la modernización de todos los medios de los que se abastece el sector, ya sea para la mecanización de los procesos de la recogida, tractores, etc.

Pero Expoliva es mucho más. Sigue contando con un espléndido Salón del Aceite, donde están representadas centenares de marcas, con la presencia asimismo de acreditados chefs para apoyar con su presencia la importancia del aceite de oliva en la gastronomía, es decir, en las cocinas. Es el marco de una nueva edición, la XX precisamente, del Symposium Científico-Técnico, para estar al día en los foros anunciados, donde se abordan cuestiones como olivar y medio ambiente; la industria oleícola, tecnológica y calidad; la perspectiva económica y social; la relación del aceite de oliva y salud, y la cultura del aceite de oliva, entre otras, todas ellas para generar opinión y debate.  La calidad del producto, la PAC, los nuevos modelos de agricultura, la exportación, etc., van a estar también presentes, en general todas las preocupaciones del sector caben en las jornadas de análisis de su realidad.

¿A quién hay que agradecer, pues, que Expoliva 2021 se celebre, pese a los contratiempos y se convierta en una nueva oportunidad para el mundo olivarero y para Jaén? En primer lugar a la Institución Ferial, Ifeja, que es la que tiene la encomienda de la organización de las ferias y lo ha trabajado contra viento y marea, y que simbolizamos, representando a un amplio equipo muy bien afinado, en las personas de su presidenta, África Colomo, una política que sabe estar, y el gerente, con grado de veteranía, José María Valdivia, que le tiene tomada la medida. También al apoyo imprescindible de la Caja Rural de Jaén, una aliada desde el primer momento, y que resulta vital para el éxito definitivo de la Feria. Por supuesto la Diputación, cuya labor de apoyo y promoción del aceite de oliva virgen extra está acrisolada y se le considera, con toda justicia, como la Administración que más ha hecho durante los últimos años, mejor décadas, por la apuesta de la calidad, creando iniciativas como los Aceites “Jaén Selección”, llevando los aoves a las ferias nacionales e internacionales, propiciando la Fiesta del Primer Aceite, en definitiva, espoleando a un sector que lleva el conservadurismo en su ADN y que poco a poco, más lentamente de lo que sería de desear, está enganchándose a los empresarios aceiteros más dinámicos y que son la punta de lanza de un proceso, el de la calidad, imprescindible para seguir avanzando y que el aceite de oliva virgen extra ocupe el sitio que le corresponde en los mercados, en el nuestro y en todo el mundo. Por fortuna hay firmas emblemáticas que llevan años en ello, que exportan, que ganan premios y que están muy bien posicionadas y son el mejor ejemplo. Asimismo está en la Feria la recién constituida Indicación Geográfica Protegida (IGP) del aceite, un instrumento para velar por el sello de calidad, que, como consecuencia de las características del sector, antes aludidas, ha conseguido reunir a unas 40 empresas y medio centenar de marcas, pero el reto es multiplicarlo por mucho si se quiere que esta apuesta funcione.    

Mi adhesión total a Expoliva desde sus comienzos hasta el día de hoy, por el camino recorrido, por tanto tuvo mucho mérito que en 1983 la Cámara de Comercio, hoy desaparecida y entonces bajo la presidencia de un empresario tan providencial como lo fue Hermenegildo Terrados, decidiera crear la Feria, del mismo modo que hay que agradecer que no se ha desistido y cada dos años ha llegado fiel a su cita, y la última edición, en 2019, todos los datos indicaron en su balance que había sido histórica, calculándose en alrededor de 600 millones de euros el volumen de negocio obtenido. Pero no todo tienen que ser satisfacciones ni parabienes. La Feria refleja con toda nitidez cómo la inmensa mayoría de las empresas auxiliares del sector son foráneas, es decir, cómo, en este y en otros aspectos de todos conocidos, por ejemplo la propia venta del aceite, no reporta a la provincia el valor añadido que merece su potencialidad. Dicho de otro modo, a veces da que pensar hacerse a la idea de que por ese atávico conservadurismo, de miedo al riesgo, de desconfianza, la provincia se ha visto tan resentida y con ella este sector al que nos referimos. Esta debe ser una de las razones de que en la Feria no abunden en exceso las firmas netamente jienenses, que las hay, pero son escasas proporcionalmente, y es más penoso si se llega a la conclusión de que potentes organizaciones del sector, incluso cooperativas o grupos de cooperativas, no se suman como expositores, aunque se adhieran al fervor por la Expoliva. La Feria es un éxito, hace visible a Jaén en el mundo, pero tengo la convicción de que todavía hay margen para que nuestra provincia saque pecho y acuda a esta cita bienal con más poderío, no solo que se celebre en Jaén sino que la provincia mande en presencia y representación real. Por esta razón tiene más mérito que haya empresas, como es el caso de Guillermo García Muñoz, que sea incondicional, esta y otras, y que representan un ejemplo a seguir.

Para finalizar dos apostillas. Una, que la Feria de 2021 no se ha olvidado de que está en camino la declaración, que puede llegar en un par de años, de los “Paisajes del Olivo” como Patrimonio de la Humanidad, candidatura también auspiciada por la Diputación de Jaén, la única referencia junto con la Caja Rural y la Universidad, para impulsar todas las acciones en pro del desarrollo provincial. También cabe felicitar al Ayuntamiento de Jaén y a su concejala de Agricultura, Mari Carmen Angulo, por la iniciativa de creación del I Galardón Internacional del Aceite de Oliva, que ha tenido amplio eco, otorgándose los premios al Consejo Oleícola Internacional y a Túnez, que es el segundo país con mayor superficie de aceite de oliva del planeta. Es una buena iniciativa poner a la ciudad como emblema, pero con el anterior gobierno municipal, con Javier Márquez como alcalde, la concejal Charo Morales de Coca planteó su oferta y ahora llega otra, ni peor ni mejor, diferente. Creo que sería bueno que con independencia de quién esté al frente del Ayuntamiento, hay que registrar una idea y mantenerla para que cale y no estemos a merced de la improvisación, lo planteo como sugerencia, sin menoscabo de reconocer que el Ayuntamiento ha dado un paso al frente, a pesar de que su economía no le permite grandes dispendios.

Espero y deseo que la Feria transcurra como en su inicio de hoy, con total éxito, y que al final, cuando se conozca la valoración de los expositores, que es la mejor evidencia, y los datos de las repercusiones económicas, resulte que la decisión valiente adoptada en su momento mereció la pena. Que haya volumen de negocio es el objetivo y que Ferias Jaén, esa empresa que fue creada para contribuir al desarrollo de la provincia, pueda seguir caminando con otros eventos si la situación lo permite, como ahora ocurre. No me olvido de que el Rey Felipe es consciente, me consta, de la deuda que la democracia tiene contraída con Jaén y que esta provincia se expresa a través del olivar. No sé si alguien le ha insinuado al monarca que esa deuda sigue sin saldarse por las diferentes administraciones. Ya sabemos que el Rey reina pero no gobierna, pero al menos debe estar informado para instar a los poderes públicos a que se enfrenten a una realidad que requiere comprometerse mucho con Jaén. Y ahí es donde radica el problema. Por eso la deuda, que hace años ya era muy grande, tiene hoy una magnitud considerable y con el tiempo se sigue elevando, que es lo mismo que reconocer que otras provincias y otras capitales avanzan al mismo ritmo que Jaén ni converge ni progresa. No descubrimos la pólvora, las mismas administraciones de Jaén, que a veces caen en excesos de triunfalismo, reconocen y exigen una discriminación positiva. Confiamos que el Rey, dentro de sus limitadas competencias, sea más receptivo con Jaén que lo son las diferentes administraciones tan olvidadizas y tan insensibles.

Foto: El presidente de la Diputación y de Ferias Jaén, Francisco Reyes, explica al Rey detalles sobre la mejora de la calidad de los aceites de oliva virgen extra, en presencia del presidente de la Junta, Juanma Moreno y del ministro de Agricultura, Luis Planas. 

 

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