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HAY QUE MEJORAR LA FERIA. Acaba de finalizar la edición 2018 de la Feria de San Lucas y es hora de valorar lo que han sido estos días en los que los jienenses y cientos de visitantes han sido los protagonistas de unas fiestas que han tenido de casi todo, también tranquilidad y paz, aunque ha sido imposible de olvidar la muerte de una chica en plena juventud, ocurrida en el ecuador de la celebración, a causa de alguien irresponsable que arrolló la moto en la que viajaba. Tampoco han faltado incidentes en el recinto ferial, la mayoría causados por los excesos de alcohol, para qué negarlo. Hoy, a la hora del balance los responsables de hacerlo, han dejado al margen los datos que más alarma social causan, por ejemplo los numerosos comas etílicos, los servicios al hospital, los robos, etc., etc., que ya sabemos que no son exclusivos de nuestra ciudad pero que afectan a la imagen de lo que debieran ser unos días alegres, feriales; cada noche hemos visto el lamentable espectáculo de la peregrinación hacia el ferial de cientos de jóvenes, pero ponemos el acento en muchísimos de ellos, menores de edad, cargados con lo necesario para montar botellones, con todo Jaén mirando hacia otro lado y los primeros sus padres.

Por lo demás los once días, que es lo que en realidad han sumado las fiestas, nos siguen pareciendo excesivos, por lo cual se han notado altibajos, cosa normal porque no siempre los horarios y los trabajos permiten vivir la feria a tope, y no digamos la economía, a lo que hay que añadir el caso verdaderamente inédito de que no haya ni un solo día de vacaciones para los escolares. Creo que es algo que se debe corregir. Entiendo que el Ayuntamiento quiera hacer un guiño a los caseteros y a los feriantes, para que estas fechas les sean productivas, aunque este año las relaciones no han sido tan cordiales porque bastantes casetas se han quedado sin instalar y ha habido airadas protestas a cuenta de las exigencias municipales. Con respecto a la duración, hay poblaciones que han logrado concentrar la feria en un máximo de siete días y ya está bien, además de esta manera se piensa en el interés general que es el que ante la duda debe prevalecer. Once días (desde la noche del día 11 ya había feria, aunque oficialmente se iniciara el sábado, día 13) es una exageración se mire por donde se mire y hay que poner freno a este despropósito. Por otro lado el Consejo Escolar Municipal debería tomar cartas en el asunto para que la feria no pase tan desapercibida para los niños y niñas, que debieran ser los grandes protagonistas.

El tiempo ha hecho todo lo demás, aunque como es bien sabido la lluvia se ha reservado sus huecos, que finalmente han sido menos de los que pronosticaban los meteorólogos, pues de lo contrario ésta no sería la feria de San Lucas. Los jienenses, y los visitantes, han inundado en ocasiones el recinto ferial, sobre todo aprovechando los dos fines de semana, provocando aglomeraciones y enormes colapsos de tráfico, y un ambiente muy animado en la zona del casco antiguo con la feria de día, una opción que se sigue abriendo paso entre tantos jienenses que la prefieren al bullicio, aunque la realidad indica que hay público para todos los gustos.

La programación festiva ha sido muy austera, son los tiempos que nos han tocado vivir por la situación económica del Ayuntamiento y el ciudadano en parte parece haberlo entendido. Pero nada que ver con ferias de tiempo atrás con unas programaciones muy completas, con los mejores artistas del momento y muchos atractivos, en fin todos los ingredientes de una gran feria propia de una capitalidad. Baste el ejemplo del pórtico ferial, que más ha parecido el de cualquier pequeño pueblo jienense que el de una capital de provincia que quiere estar en el escaparate, y menos mal que algo lo salvaba al estar iluminado por las noches. Muchos pueblos de la provincia nos ganan por goleada. Nada que ver con las portadas de la etapa de Cristina Nestares, que hicieron época, con la réplica de nuestra Catedral. Dicho lo anterior, el protagonismo hay que anotarlo, como siempre, en el haber de todo Jaén que se involucra a manos llenas en la defensa de su feria de San Lucas y crea el ambiente propicio desde el primer momento hasta el último. En fin, con lo bueno y lo menos bueno, San Lucas ha pasado y tenemos todo un año para pensar en mejorar y apostar por esta cita tan jaenera.

CANDIDATOS. De cara a las elecciones autonómicas ya se van configurando las listas de las diferentes formaciones. El PSOE apuesta para abrir la candidatura por la que sin duda es la mejor opción posible, el actual consejero Felipe López, que está avalado por su propia gestión y por su predicamento en la provincia. La segunda posición creemos que va a ser la de Ángeles Férriz, es lo lógico. Por lo que respecta al PP este pasado fin de semana se ha dado a conocer el nombre de su número uno, que es una mujer, Maribel Lozano, alcaldesa que fue de Torredonjimeno, a la sazón vicesecretaria de Política Municipal y Desarrollo Rural en la ejecutiva regional del PP, es decir, del equipo de confianza de Juanma Moreno. Entre todas las opciones que se han barajado el candidato a la presidencia de los populares ha decidido y se ha decantado por un nombre no tan sonoro pero sí una cara nueva, además mujer, un gesto renovador. Lo normal es que para el segundo lugar se cuente con José Antonio Miranda, que ha dado muestras sobradas de su capacidad y encaje parlamentario, por lo que resultaría una gran sorpresa que no se le tenga en cuenta. Si decide Sevilla como con Lozano, parece claro, si le dan a elegir a la dirección de Jaén, podría estar la duda. Y se esfumó cualquier posibilidad de dar cabida a Fernández de Moya, en cambio en Córdoba, el ex secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha sido repescado para encabezar la lista de las autonómicas. Se puede concluir que a Juanma Moreno ni se le ha pasado por la cabeza.

Es fácil de imaginar las tensiones internas que se han tenido que vivir en el seno del PP hasta llegar a este momento, y lo más sonado ha sido que el presidente provincial, Juan Diego Requena, que era una de las alternativas, ni ha sido llamado ni parece haber visto con buenos ojos la imposición de Sevilla. Baste decir que el único que ha valorado positivamente la presencia en el número 1 de Maribel Lozano ha sido el alcalde de Jaén, Javier Márquez.  Ahora hay que armar la lista. Por lo que se refiere a Ciudadanos, fueron los primeros a elegir al trío de cabeza, con Mónica Moreno como número uno, se trata de una sevillana con bastante recorrido en el asociacionismo patronal, al frente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Andalucía, donde fue “fichada” por el partido de Rivera. Le acompañarán Raquel Morales, portavoz de Ciudadanos en la provincia, y Enrique Moreno. Por lo que se refiere al colectivo Adelante Andalucía, la operación política liderada por Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, hace semanas que se hizo público su candidato en Jaén, con la vuelta a la primera fila de José Luis Cano Palomino. La candidatura va a depender de la negociación entre las confluencias donde han surgido voces críticas, que a pesar de todo no parece que afecten a cambios en la ya anunciada primera posición.   

MÁS POLÍTICA. Y ya estamos en campaña. El secretario provincial de los socialistas, Francisco Reyes, ha hablado, tras la proclamación como candidata de Susana Díaz, respaldada nada menos que por Pedro Sánchez, de que la actual presidenta de la Junta es “garantía de progreso”. Ahora que viene la hora de los discursos y de los programas tendrán que explicarnos muy bien lo que ha hecho Susana Díaz por Jaén al margen de las generalidades de las que siempre hablan y que afectan a todos los territorios. Me temo que se les acaba pronto el discurso. En cambio tienen la posibilidad de sellar compromisos en el nuevo programa, y me refiero a proyectos de y para Jaén. Por el momento no creo que sea necesario reproducir la lista de espera, la mayoría de los jienenses la tienen que conocer de memoria.

A todo esto el que se ha dejado ver hoy por Jaén, que no es tan frecuente, es el diputado de Podemos en el Congreso por la provincia, Diego Cañamero. Como debería pensar que no estaba bien venir con las manos vacías, se ha inventado una invitación al resto de los diputados jienenses en la Cámara Baja, tanto del PSOE como del PP, para demandar las necesarias inversiones que la recuperación económica de la provincia exige. Es de suponer lo que le van a contestar los otros grupos a la bienintencionada iniciativa, hay que creer que es así. Lo que pasa es que Cañamero debería de reunirse antes que con los diputados del resto de formaciones de la circunscripción, con su propio jefe de filas, Pablo Iglesias, que tan cercano está ahora del presidente Pedro Sánchez y le puede arrancar compromisos para la provincia de Jaén. Por cierto, ¿no fue el propio Iglesias el que se comprometió en que iba a defender la mejora del ferrocarril en Jaén? Aquello se quedó en un brindis al sol. Por eso el señor Cañamero, si de verdad tiene interés en lo que ha propuesto hoy en rueda de prensa, debe dirigirse a quien corresponde y no salirse por los cerros de Úbeda. Tiene el interlocutor en su propio grupo, su deber es comprometerlo. Si los demás se suman, mejor aún, pero no juguemos al despiste.

EL CULEBRÓN DEL TRANVÍA. En cuanto al tranvía, lo primero que hay que decir es que hace unos meses nos vendieron como hecho un acuerdo que aún tenía flecos importantes que cerrar. Parece que no se ha alejado del todo la relación de cordialidad entre los actores de la negociación, pero no entendemos que salga ahora y no en su día como un asunto más, el pago de los vagones, que es donde el asunto se ha encallado. El pasado fin de semana volvieron a reunirse Felipe López y Javier Márquez para tratar de avanzar, pero todo hace indicar que no ha sido posible y el pacto está ahora mismo pendiente de un hilo, mientras la Consejería sigue asumiendo sus responsabilidades para favorecer la llegada del tranvía. El alcalde ha declarado reiteradamente que está a favor de poner en marcha el nuevo sistema de transporte, pero con un documento en su poder que entiende que avala su posición, defiende a capa y espada que  los vagones también son responsabilidad de la Junta. En realidad, Javier Márquez se agarra a un clavo ardiendo para tratar de liberar de obligaciones económicas al Consistorio, y esto es fácilmente entendible. De cualquier manera el capítulo que ahora está en discusión tampoco tiene una importancia económica insalvable y la Junta, que ya ha hecho un esfuerzo importante, hay que reconocerlo, con respecto al tranvía de Jaén, podría asumir también este capítulo a cuenta de lo que argumenta el alcalde, pero también, porque sería una manera de compensar la deuda histórica que el gobierno andaluz tiene con esta ciudad.

Quiero entender a las dos partes, cada cual tiene sus razones, pero el Ayuntamiento de Jaén es la administración débil en este trato y sería lamentable que algo que en relación con la globalidad del proyecto es insignificante tenga tanto y tan definitivo peso para cargarse la puesta en marcha cuanto antes del polémico tranvía que nos impuso la Junta sí o sí y que por coherencia es ella misma la que más tiene que poner para defender su inversión. Las partes han aplazado una posible salida a una próxima reunión de la comisión técnica en tanto que la Junta ha pedido hoy respeto por el pacto al que se había llegado y firmar el convenio “cuanto antes”. En fin, parece que estamos con la Ley de Murphy, si algo malo puede pasar, pasará.

 

Foto: Los candidatos Felipe López (PSOE), Maribel Lozano (PP), Mónica Moreno (Ciudadanos) y José Luis Cano (Adelante Andalucía).

 

 

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