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Por ANTONIO GARRIDO / Dentro de muy poco se van a cumplir los cien días de gestión del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Jaén compuesto por PP y Jaén Merece Más y será en ese momento cuando corresponda hacer una primera aproximación a lo que ha supuesto para la ciudad la existencia en su caso de revulsivo tras una etapa en la que los jienenses nos hicimos a la manera de actuación política del PSOE, que como el PP ha regido los destinos de la ciudad en otras etapas, hubo alternancia, y que en la última ocasión lo hizo junto con Ciudadanos, primero con un grupo más numeroso y hacia mitad del mandato con el único apoyo de una edil. De todas maneras y a modo de adelanto, hay que reconocerle al equipo que lidera Agustín González, que están procurando llegar a todos los sitios, en las diferentes concejalías es visible la existencia de objetivos, da igual que se trate de Hacienda, donde han liberado al concejal para que se centre en la deuda y en la elaboración de un presupuesto, que de la Universidad Popular, que algunos daban por muerta y que por el contrario todo hace indicar que ha resucitado con impulso. El PSOE ha vuelto a su papel de oposición y estamos asistiendo a episodios de enfrentamiento a cuenta de proyectos en los que se plantea la duda, porque desde fuera no tenemos todos los datos, de a quién corresponde la responsabilidad. Los concejales socialistas se van a una calle del casco antiguo para alentar a los vecinos a la crítica y el actual gobierno censura ese modo de operar porque, señalan, la actual oposición no dice la verdad.

A este estado de situaciones tenemos que seguir acostumbrados, es normal que el gobierno de turno se jacte de todo lo que hace y hasta llegue a considerarlo histórico, y que la oposición esté al quite del más mínimo descuido para tratar de ponerlo en un brete. Insisto en no extrañarse porque en los últimos cuatro años el PP, entonces en la oposición, también fue duro con el gobierno de turno. La verdad es que sería deseable una mayor sintonía, sobre todo cuando se trata de mejorar la ciudad en la que vivimos y los 27 concejales que conforman la Corporación, de los distintos grupos, se supone que deberían tener amplias coincidencias, pero esto sería desconocer la esencia de la política. Eso sí, tan importante es el papel del gobierno, aunque es obvio que su responsabilidad es mucho mayor, que el que corresponde a los grupos de la oposición, que representan a miles de vecinos, que le otorgaron su confianza desde el lugar que hoy ocupan gracias a la aritmética, que, como bien sabemos, es la que manda a la hora de formar alianzas de gobierno.

Dicho esto lo que hoy quiero señalar es precisamente lo que he indicado al principio, en estos primeros meses, como el aspirante que tiene prisa por demostrar su nivel de eficacia, el equipo de gobierno ha intentado estar en todos los frentes, en especial la figura del alcalde, y proporcionan a diario un caudal de información sorprendente. Esta mañana, por ejemplo, se ha presentado un plan especial de choque de limpieza, de la mano de FCC, como no puede ser de otra manera, y por el tono con que se ha escenificado esta acción parece que va muy en serio, y, más todavía, pretende llegar a todos los confines de la ciudad, calle a calle y barrio a barrio. Todos los equipos de gobierno, con razón o sin ella, han pretendido hacernos creer que la ciudad estaba limpia, pero bien sabemos que ese optimismo no siempre lo respaldaba la realidad. No voy a cebarme con FCC, que podría, porque también hay mucha responsabilidad ciudadana, pero la limpieza en Jaén es manifiestamente mejorable, de hecho alguna vez nos han sacado los colores al respecto. Ya me imaginaba que en ese terreno iba a entrar el concejal Antonio Losa Valdivieldo, a quien el alcalde ha llenado de competencias desde el primer día, es el Padorno de esta etapa, pero con responsabilidades corregidas y aumentadas, bajo la denominación de Conservación e Infraestructuras. A Antonio Losa, que fue en el anterior mandato la pesadilla de Julio Millán y del PSOE, desde su condición de “concejal a pie de calle”, como le gusta llamarse, le toca ahora estar en la otra parte, y la verdad es que en este tiempo que lleva asumiendo competencias no me ha sorprendido, porque pienso que es el concejal que todo equipo quisiera tener, que se gana su sueldo y que está siempre al pie del cañón. No siempre he coincidido en sus expresiones y vehemencia, es más, alguna vez me pareció que directamente se pasaba de frenada, pero nunca tuve duda de su eficacia y de la pasión por la ciudad a su estilo, forma y manera.

Lo que me apetece decir es que el gobierno o la oposición también los hacen las personas y que las hay dotadas para esa tarea, y Losa Valvivielso es una de ellas, que en cuatro años nos puede ofrecer sorpresas, espero y deseo que agradables dadas sus amplias funciones. A mí me da igual en el sitio en el que esté cada cual, en la anterior etapa hubo muy buenos concejales tanto en el gobierno municipal como en la oposición, y esto hay que decirlo con rotundidad, lo mismo que debe recordarse que cada uno de los 27 concejales y concejalas de este momento, mandato 2023-2027, tienen una responsabilidad que asumir y un compromiso con Jaén, que cada cual actúe en consecuencia para cuando llegue la hora de hacer el balance de esta etapa.

En otro momento, cuando llegue ese balance de los cien primeros días, trataremos de fortalezas y debilidades, éxitos y fracasos, porque de todo ha habido en este periodo, bien es verdad que he de adelantarme a decir que más luces que sombras, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los aterrizados eran nuevos en política y han tenido que pagar esa bisoñez. Sí quiero referirme brevemente al caso de la concejal de Igualdad, María Segovia, que en estos meses ha tenido algunos tropiezos, para la que en los últimos días y de forma reiterada, la oposición y algunos colectivos externos le han pedido que dimita o al alcalde que prescinda de esta edil. Las reacciones proceden, en especial, de ámbitos relacionados con el PSOE, que han encontrado un filón, munición suficiente, basada en razones fundadas, eso sí, y pretenden aprovecharlo al máximo, tanto que han pedido que el alcalde convoque el Consejo Local de Igualdad. No puedo dar la cara por María Segovia en este asunto ni por supuesto comparto lo que ha dicho en redes sobre la violencia de género, ignorando, o eso se deduce, el drama que está siendo para muchas mujeres, y colocándose en un papel de radicalidad, donde incluso se sale de la propia órbita del PP, de acuerdo con lo escuchado hace unos días en Jaén al presidente de la Junta, o las mismas declaraciones del alcalde, condenando la “violencia machista”. La concejal ha escrito, entre otras cosas: «La verdaderas víctimas de violencia de género, al igual que el resto de víctimas, merecen la PROTECCIÓN y RESPETO de toda la sociedad, y Jaén ya está en este camino. Al igual que merece respeto la presunción de inocencia de los hombres, y protección a todos aquellos que sufren el escarnio público de falsas denuncias por violencia de género». Mensaje en dirección contraria al consenso existente, del que se excluyen muy pocos partidos políticos, la violencia machista no es una leyenda, desgraciadamente, y lo estamos viendo casi todos los días, es una triste realidad.

Dicho esto creo que hay que darle un margen de confianza, es una persona a la que tengo por competente y con buen talante, con ilusión por su tarea, que ha puesto todos los sentidos en el desempeño de su responsabilidad política, por tanto no es una inconsciente, aunque la experiencia le hará modular sus mensajes, si bien de entrada pienso que María, por cierto en avanzado estado de buena esperanza, por tanto en un momento dulce de su vida, es una joven mujer de su tiempo, asimismo me da la impresión, y puede ser la causa de sus salidas de tono, de que es un tanto impulsiva, perdonable y hasta justificado a su edad, aunque le puede acarrear problemas de entendimiento, pero confío en su nivel y en su trabajo y además espero que sepa estar a la altura y rectificar cuando sea el momento. Es de sabios y de sabias hacerlo.  

Por lo que respecta al avance que hemos conocido del Festival de Otoño, presentado para conocimiento de los patrocinadores, no soy tan optimista o eufórico como la responsable del Patronato de Cultura, María Espejo, en el sentido de que va a ser algo así como “el mejor programa de la historia”. Una característica de los responsables públicos es la exageración y no me refiero solo al Ayuntamiento. En principio, a falta de la programación completa para valorar con más elementos de juicio, lo que se ha presentado está en la línea de un buen cartel, pero a distancia aún de los años dorados del Festival de Otoño, cuando no había tantos problemas económicos y Urbanismo actuaba de principal fuente de financiación, propiciando una programación de lujo, con un director que valía por su agenda, como era el recordado Diego Martínez, en fin, cada etapa tiene su afán. Los años anteriores, el concejal socialista José Manuel Higueras imprimió su sello al evento y le dio otro aire, creo que a satisfacción en términos generales, un Festival así permite un sinfín de posibilidades y casi siempre depende del color del cristal con que se mire. Un referente es Úbeda, en la ciudad Patrimonio de la Humanidad nos llevan una considerable ventaja porque son muchos años también y no ha habido un relevo drástico en la organización, de ahí que su oferta resulte muy atractiva para toda la provincia. De lo que no cabe la menor duda es que María Espejo ha estado a la altura con sus colaboradores, con el escaso tiempo que han tenido desde la toma de posesión después de mediados de junio, y tras el episodio inicial de la retirada de la obra de Ana Belén, resuelta finalmente, menos mal, tienen mérito de haber confeccionado un Festival de Otoño que sigue la estela de los anteriores y que logra mantenerse muy dignamente, con el apoyo de los colaboradores que siguen siendo aliados de esta cita cultural que siempre estará a merced del poderío económico. Contando con esa adversidad, hay que agradecer el esfuerzo realizado y desearle todo el éxito a esta aventura anual que está plenamente consolidada, a pesar de que nos gustaría tocar el cielo.   

A destacar también la presentación en la Universidad de Jaén (UJA) del Informe de Inserción Laboral de sus titulados, que se sitúa en el 57% (60% para hombres y 55% para las mujeres, un dato que invita a poner el acento en favor de la igualdad), situación que le coloca por encima de la media del conjunto de las universidades públicas andaluzas, que es de un 54%. Como ha dicho el rector, Nicolás Ruiz, uno de los objetivos más importantes que tiene la Universidad de Jaén es conseguir que sus estudiantes se integren en el mercado laboral de la mejor y más rápida manera posible. Ha señalado, asimismo, que el alumnado que se forma en una universidad pública como la nuestra, joven, pero con prestigio, debe tener la oportunidad de devolver a la sociedad todo lo que ha aprendido y recibido.

De acuerdo con el informe presentado, al año siguiente de concluir sus estudios, con referencia a septiembre de 2022, el 74% de los titulados de la UJA se ubican entre la población activa, o lo que es lo mismo, trabajan o son demandantes de empleo, mientras que el 26% restante no busca trabajo, justificado principalmente en que continúan la formación a otros niveles. Más todavía, el desempleo de los titulados de la UJA, al año siguiente al de la graduación, se sitúa en el 14% frente al 25% del paro juvenil en la provincia y el 21% en Andalucía. Y otro dato que conviene subrayar es que la tasa de inserción laboral de los titulados de la UJA aumenta con el nivel de estudios, siendo del 53% en Grado, 63% en Máster y 81% en Doctorado. Son cifras que permiten alguna concesión al optimismo, sobre todo pensando en todas las puertas que la UJA está intentando abrir, para que de una vez por todas no tengamos que denunciar que el talento que formamos de Jaén sale de nuestra tierra. No le tenemos que poner puertas al campo, fuera hay grandes oportunidades, inútil es negarlo, pero debemos trabajar para que la primera opción de nuestros jóvenes formados sea, si así lo desean, quedarse en casa.

Poco más. Ya hay fecha para la reapertura, con todas las garantías, del Centro Comercial Jaén Plaza. En paralelo se anuncian actuaciones para dar vida al comercio local, de hecho se anuncia una Feria Tradicional en el centro aprovechando el tirón de la Noche Jahenciana, con el Ayuntamiento en primera línea y también con el concurso de la asociación Mûy Jaén. Esta asignatura pendiente de luchar para favorecer el comercio de proximidad es absolutamente prioritaria, no hay más que darse una vuelta por el Jaén de siempre para comprender que hay un SOS que se debe atender.

Foto: Antonio Losa Valdivielso, en plena faena de «concejal a pie de calle».

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