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Se percibe una evidente preocupación no sé si en todo el sistema universitario andaluz, pero desde luego sí en la Universidad de Jaén, más que por la situación actual, por el inmediato futuro que no llega a concretarse y es lo que crea un clima de incertidumbre. Hace unos días el propio rector de la UJA, Juan Gómez Ortega, aprovechó el acto solemne de la inauguración del nuevo curso para exponer algunas razones de esta inquietud, y lo hizo, ante el consejero de Economía y Conocimiento, de quien dependen las universidades, y de la amplia representación de la sociedad jienense.

 

El rector dibujó las principales preocupaciones de la institución, empezando por la deuda que aún mantiene la Junta, que es de casi 39 millones de euros, lo que está impidiendo abordar nuevos y necesarios proyectos para que la UJA siga creciendo y responda a las necesidades y exigencias de la provincia a la que se debe. En ese mismo discurso, Gómez Ortega reclamó autonomía y suficiencia financiera, ya que sin esas premisas, lo dije en ese momento, cualquier modelo al que aspire la Junta se puede estrellar. Igualmente está en el debate el Plan Andaluz de Investigación, asunto fundamental, y que se mueve con una lentitud pasmosa, cuando ha de ser la joya de la corona del sistema.

 

Queríamos subrayar la importancia de un sistema universitario que en la actualidad se encuentra en una encrucijada. Nos importa el todo, como andaluces que somos, pero se nos tiene que permitir el especial empeño en ver que la Universidad de Jaén, que pronto cumplirá sus 25 años de vida, avanza con fortaleza, porque pensamos que en este momento nuestra UJA es la gran oportunidad con la que cuenta esta provincia, en un marco extraordinariamente competitivo, para resultar más eficaz.

 

Ahora, para mayor abundamiento, acabamos de leer las declaraciones que el gerente de nuestra Universidad, Nicolás Ruiz Reyes, ha hecho a la agencia Europa Press, en las que profundiza en algunas de las razones antes apuntadas, destacando la expectación existente ante el anunciado nuevo modelo de financiación, que parece que llegará con “novedades”, no se sabe bien en qué sentido, y que debería estar ya despejado para que se pueda abordar la confección de los presupuestos del próximo ejercicio, tarea que ya se tendría que estar haciendo. Por tanto los retrasos, las improvisaciones, ejercen una influencia sobre los planes de las universidades, cuyo primer objetivo es funcionar pero de una manera ordenada y racional.

 

El modelo de financiación que está funcionando en este momento, se diseñó para los años de 2007 a 2011, pero se ha ido prorrogando, es de suponer que por una ausencia de claridad de ideas, en lo que se considera un revés, porque todo este tiempo ha sido una larga espera que no ha derivado en una alternativa razonable. Ese modelo ha ido acumulando una deuda con las universidades andaluzas, con la nuestra de Jaén en concreto se ha ido reduciendo levemente y ahora se encuentra en torno a los 39 millones de euros, una cantidad muy importante si se tiene en cuenta que el presupuesto de la UJA para este año ha sido de 101 millones.

 

El gerente, como antes el rector, hablan con toda legitimidad, porque lo primero que exhiben es el cumplimiento por parte de la Universidad de Jaén de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, y asimismo paga religiosamente a sus proveedores, como indica el gerente, en un plazo medio de veinte días. Gracias además a que los diferentes equipos de gobierno han hecho una administración económica responsable, que mantiene a la institución “saneada”, una actitud compartida por los diferentes equipos de gobierno que han pasado, y que demuestran la buena gestión de los recursos públicos, como era su obligación por otra parte.

 

En fin, cuando los responsables de la UJA alzan su voz de esta manera, es que el ambiente no debe ser del todo propicio. A nosotros como sociedad también nos tiene que preocupar, si hay una institución en Jaén que merece que la mimemos en todos los aspectos, esa es nuestra Universidad. Con frecuencia observamos que los políticos juegan con los intereses que se relacionan con ella. En el año 2010 vino Griñán a prometernos una Facultad de Medicina que ya no se atisba por ningún lado, ni parece que haya a quien pedirle cuentas de aquella visita de los “reyes magos”, un solemne brindis al sol marcado exclusivamente por la política, en un momento especialmente tenso de las relaciones de los socialistas que mandaban en Andalucía y los que lo hacían en Jaén. Y los jienenses de chivos expiatorios, pagando los platos rotos.

 

Podíamos poner más ejemplos, pero hace unos días, en el propio acto inaugural del curso, que seguí por internet, el consejero de Economía y Conocimiento, el catedrático Antonio Ramírez de Arellano, se despachó con una soflama mitinera impropia de un momento en el que lo que hay que hacer es comprometerse seriamente y cumplir cada uno la parte que le corresponda. Para ese viaje no se necesitan alforjas, mejor que dejen a los universitarios celebrar su día y no lo estropeen con arengas que más bien parecen estar dirigidas a la clase política, en especial a la propia, para alentarles la autoestima, aunque sea a costa de lugares comunes.

  

No me gusta como jienense que nadie juegue con las cosas de comer de nuestra tierra, no me agrada en absoluto que los recortes lleguen a nuestra principal empresa para la transferencia de conocimiento, no es lícito que en público se digan unas cosas y a la hora de la verdad se hagan otras. Tenemos que reclamar cada uno desde su posición, y espero que nuestros parlamentarios andaluces en la Cámara regional, primero que se nos pague la deuda en el plazo más breve posible, y acto seguido que existan los suficientes recursos para que en el caso de la Universidad de Jaén pueda seguir liderando el avance de esta provincia, que es una responsabilidad que socialmente se le tiene encomendada y de la que, como consecu La Universidad se merece una defensa de todo Jaén, si hiciera falta, hasta con uñas y dientes, siempre lo he dicho así, porque el futuro de esta conquista, la principal desde los Reyes Católicos hasta nuestros días,encia, haremos bien en pedirle resultados. no puede mantener permanentemente en vilo a la comunidad universitaria y con ella a todo Jaén.

 

 

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