JAÉN, 23 DE OCTUBRE DE 2017
El personaje de actualidad sin ninguna duda en la escena política es el recién elegido secretario general de los socialistas de la provincia de Jaén, Francisco Reyes Martínez, que en el congreso del fin de semana ha obtenido un respaldo clamoroso, superior al 99% de apoyo. En realidad el proceso congresual que ha durado varios meses, con primarias incluidas, ha sido un paseo militar para el líder del PSOE jienense, que ha contado con una contestación residual y prácticamente imperceptible en el cónclave del sábado.
A Francisco Reyes se le podrán hacer otros reproches, pero en el ámbito orgánico no ha dejado de actuar en ningún momento como secretario general y líder de los socialistas jienenses, asumiendo su plena responsabilidad. Su agenda es la que mejor lo define, no hay otro cargo institucional y orgánico que resista la comparación. Ha estado en cada momento donde se requería su presencia, su dedicación plena a la Diputación, de la que es presidente, no le ha restado ni un ápice a las tareas orgánicas del partido y a su indiscutible liderazgo.
Francisco Reyes, a sus 55 años, es en este momento el político más relevante de la provincia y el que tiene más poder en sus manos, y esto no es una opinión, es una evidencia. Dirige el principal partido al día de hoy y preside la Corporación provincial, a la que ha convertido en la única institución firmemente comprometida con el presente y el futuro, a la que ha llenado de competencias, propias y añadidas, y lo mismo realiza una labor esencial en promoción para vender dentro y fuera las grandes fortalezas de Jaén, con la joya de la corona del “Jaén paraíso interior” que cumple 20 años, o que se interesa por el olivar y ha pedido para el paisaje olivarero la declaración de Patrimonio de la Humanidad, sin olvidar la tutela del Consejo Económico y Social de la Provincia o el Plan Estratégico, por poner solo unos ejemplos, además, claro está, de su principal competencia que es la atención a los ayuntamientos. En definitiva desde la presidencia de la Diputación está dirigiendo una política, a veces casi en solitario, para tratar de transformar la realidad de una tierra, la nuestra, a la que las estadísticas siguen situando en los últimos puestos y no es por generación espontánea.
La provincia, ante el cúmulo de problemas que hay que resolver, lo primero que hace es mirar al PSOE. Reyes es consciente y por esto ha diseñado una dirección para un nuevo tiempo, más abierto y capaz de adelantarse a las exigencias de la sociedad. El secretario provincial de los socialistas, que avala las políticas de Susana Díaz, como a estas alturas todo el mundo conoce, y que al tiempo ha demostrado que su compromiso con Jaén no es de palabra sino de hechos, tiene sin embargo una asignatura pendiente, exigir a la Junta que cumpla con Jaén vía presupuestos, hasta ahora mezquinos por insuficientes.
Lo que Jaén le puede echar en cara al líder de los socialistas es que el PSOE no sea capaz de mantener una actitud más reivindicativa y exigente ante el gobierno andaluz para atender mejor las urgencias que tiene la población jienense, que es la que le vota o la que espera de los socialistas que no sean cómplices de Sevilla sino defensores a ultranza del avance y la modernidad de la capital y la provincia de Jaén. Reyes tiene legitimidad y cartel para no ser garante subsidiario de la política del gobierno andaluz y no debería caer en el error de certificar la frustración, precisamente él que se ha puesto al frente y se ha arremangado tantas veces en la búsqueda de salidas a algunos de los retos pendientes.
Ha presentado una ejecutiva provincial renovada en la que son puntales la nueva presidenta Francisca Medina, alcaldesa de Torredelcampo, además del Secretario de Organización, Jacinto Viedma, que repite, al tiempo que cuenta con activos destacados como son Manuel Fernández Palomino, Josefa Lucas, Pedro Antonio Martínez Moreno o Francisco Estepa, entre otros. También ha incorporado a este órgano, y lo rescata, al exconsejero Antonio Ávila, superadas ya algunas tribulaciones, y concede una importante presencia a un grupo de alcaldes y alcaldesas para reforzar el papel del municipalismo. Prescinde del número 2, tras la incorporación de Ángeles Férriz a la ejecutiva regional, con lo que cierra cualquier posibilidad de lectura para la sucesión, aunque se puede leer ya entre líneas la manera en que se pueden articular algunos compromisos de futuro, en clave de elecciones locales, por ejemplo. El gran ausente es Gaspar Zarrías en la presidencia de honor, aunque el puesto está libre por si algún día es posible recuperarlo. El tiempo dirá.
Escuché con atención el discurso de clausura del congreso de Francisco Reyes, ya se sabe que con las nuevas tecnologías casi es posible llegar al don de la ubicuidad. Intervención medida y de compromiso que es fácil de compartir en muchos de sus aspectos. Hay algo sin embargo en lo que difiero. Reyes sólo dice reconocer a los interlocutores sociales que tienen respaldo por elección o designación, ya sean empresarios, sindicatos y otro tipo de organizaciones representativas. No comparto esa visión porque precisamente una de las rémoras de Jaén ha sido el papel de algunos de sus interlocutores sociales, instalados en la comodidad y en la aquiescencia, que no han estado a la altura de las circunstancias y a la hora de exigir se han dormido en los laureles, con sus excepciones, que también las hay.
En parte por ello han nacido plataformas ciudadanas, como es el caso de “Jaén Merece Más” que tienen toda la legitimidad porque detrás de cada colectivo hay mucha gente empujando y no se puede ni se debe minusvalorar su representatividad, ni la iniciativa de personas que salen al frente porque les duele su ciudad y tienen todo el derecho a arrimar el hombro, aunque esto incomode a la política profesional que siempre es tan celosa y a veces excluyente.
En fin, volviendo a Reyes lo he visto exigente y firme al hablar de la necesidad de actuar con transparencia en la gestión, cuando se ha referido a las exigencias que hay que plantear a la Administración central, también a la Junta, a Europa, etc., porque aunque se puede hablar de muchas conquistas logradas en las últimas décadas, sería injusto no reconocerlo, el propio secretario general del PSOE y presidente de la Diputación sabe perfectamente que este territorio partía de una peor situación y aún hay que trabajar mucho para colocar a la provincia en el lugar que le corresponde. Está bien lo que dice, pero la obligación es exigir más a quien dispone de un mayor caudal de competencias. Todas las administraciones son deudoras con Jaén, pero la Junta es la primera.
Ha sido muy certero al plantear que Jaén no se puede conformar con su aceite de oliva, aunque el olivar ha de aportar más a la economía provincial, pero el reto está en la llegada de industrias y en el apoyo a las que hoy existen, destacando algunos esfuerzos ejemplares en distintos sectores. Y, por supuesto, imposible no estar de acuerdo cuando se ha referido a la urgencia de avanzar en infraestructuras, tanto para la mejora del ferrocarril como de las carreteras, o cuando ha reconocido que lo que Jaén requiere con mayor urgencia es la llegada de más inversión pública, que es la que le puede sacar del pozo en que se encuentra. En efecto, esto tampoco tiene discusión posible, cuanto más fuerte sea el PSOE jienense más útil será para el conjunto de la sociedad.
Voy a terminar con referencia a la actitud vital y personal de Francisco Reyes. Hace unos meses, con motivo de un problema de salud que le aquejó, en una situación de debilidad por la que podemos pasar cualquiera, comprobó con largueza, que su esfuerzo no ha sido estéril, que hay mucha gente que agradece la dureza de la actividad política y cuando una persona es honrada a la hora de hacer su trabajo y dedicarle todos los días muchas horas a esta tierra. Recuerdo la frase que le escuché no hace mucho a Howard Gardner, el llamado padre la teoría de las inteligencias múltiples, cuando dijo algo que parece una obviedad, pero según quien lo afirme llama la atención, y es que una mala persona no llega nunca a ser buen profesional en lo que sea. Las malas personas pueden llegar en todo caso a alcanzar una gran pericia técnica, incluso a base de engaños y regates.
Reyes puede presumir de que es uno de esos políticos que caen bien y se ha granjeado simpatías, dentro y fuera de la política, incluso en sectores alejados del socialismo, como es visible en algunos mensajes de las redes sociales y su propio quehacer de cada día donde trata con todo el tejido social, y ello se debe a que por encima de todo es buena gente. Ciertamente se trata de un hombre de partido, comprometido con el socialismo hasta los tuétanos, y ya se sabe que las organizaciones políticas tienen unos códigos muchas veces difíciles de entender, lo que sí es apreciable es que este bedmarense se deja la piel en el empeño. Ahora le toca seguir marcando una nueva hoja de ruta y deberá tener en cuenta la frase que se atribuye al erudito Warren Bennis: “El liderazgo es la capacidad de transformar la visión en realidad”. Se lo debe a su Jaén.
(Un resumen de este comentario ha sido emitido hoy en el espacio “La Colmena” en Radio Jaén)
Foto: Francisco Reyes Martínez renueva su liderazgo al frente del PSOE provincial, con un respaldo clamoroso.