Skip to main content

Por ANTONIO GARRIDO / Hace pocas fechas, y aún seguimos con ese buen propósito, hasta San Antón, pascuas son, nos deseábamos feliz año, pero en sus comienzos este 2024 no parece que nos esté dejando una tarjeta de presentación optimista. Lo peor, la situación sanitaria que se agudiza por momentos, los virus, las gripes, el covid, las mascarillas, y hay quienes no tienen cosa mejor que hacer que meternos miedo en el cuerpo…y el sistema sanitario no tiene capacidad para dar respuesta, ya los medios nos transmiten inquietud tanto en la atención primaria como en la hospitalaria. De un tiempo a esta parte no ganamos para sustos, de modo que de alguna manera puede entenderse la huida hacia delante de los jienenses, como los de cualquier otro lugar, que han/hemos vivido la Navidad como si no hubiera mañana, hoteles, restaurantes, bares, ambientazo en las calles céntricas, ha sido una fiesta desbordante, en la que también se han portado las instituciones, empezando por el Ayuntamiento, que en este sentido merece una nota muy alta, lo mismo que cada uno de los colectivos que a su estilo, modo y manera contribuyen con sus aportaciones al esplendor de esta cita tan entrañable.

Además, que esto ya sí resulta casi milagroso, nos ha visitado la diosa fortuna y en dos ocasiones, en sorteos emblemáticos de la lotería, ya podemos decir que se rompió el maleficio. El 2024 que acabamos de estrenar es todavía una incógnita, por el momento lo observamos recelosos, ojalá que no sea tan fiero como lo pintan algunos pronósticos tan pesimistas. Paciencia y resignación. La salud es primordial, por tanto hay que procurar que funcione el sistema sanitario. Poco más se puede añadir, salvo mantener la espera, la cuesta de enero promete y la del año no menos.

En cuanto a las asignaturas pendientes en el territorio, los reiterados compromisos de los políticos que tantas veces, la inmensa mayoría, se quedan en agua de borrajas, les confieso que me mantienen en mi posición de militante escéptico. Los grandes anuncios para hacer que Jaén avance, ni están ni se le esperan en este año. El presupuesto de la Junta es, como ha dicho el rector, Nicolás Ruiz con respecto al de la Universidad, de “subsistencia”. Del Gobierno de España poco se puede decir porque no existe ese documento y hay que recordar que el pasado año nos conformaron con 69 millones, un desprecio absoluto, que luego trataron de compensar con el Cetedex, pero ese proyecto tiene una hoja de ruta y los 220 millones de inversión son para varias anualidades, por tanto cuidado con la euforia. Cuestión diferente es que en su día haya que proponer alguna felicitación si realmente el Centro de Defensa acaba siendo una tabla de salvación para la economía y el desarrollo de Jaén. Pero ni Ciudad Sanitaria, ni por el momento Ciudad de la Justicia, ni tranvía, ni…ahora lo que tratan de transmitirnos es que 2024 es el año del empuje de todos los proyectos, el caso es que cada ejercicio se buscan el argumento, la política ha logrado establecer su propio vocabulario, ahora en lugar de concretar inversiones se ha buscado un eufemismo, se cambia por “movilización”, ejemplo “el gobierno moviliza equis millones”. Nos engañan como a chinos.

No sé si será un año real de tránsito hacia conquistas mejores, pero me inunda el pesimismo. Y la decepción por las enmiendas a las cuentas en el Parlamento que algunos daban a entender que se convertirían en logros y otros ya sabíamos de antemano que los milagros no existen, y la voluntad política, tampoco. El famoso documento de PP y JM+, titulado “Acuerdo por Jaén”, por muchos que nos lo traten de meter por los ojos, es pura ensoñación, porque se va viendo luz a cuestiones del día a día y otras, como el destino del Banco de España, para uso de las nuevas tecnologías, que puede ser un acierto, aunque en realidad requieren escasa inversión y encima vienen fondos de Europa, pero eso de que Jaén está de moda, de que la Junta es la principal cómplice del gobierno municipal, etc., etc., lo desmonta la evidencia. No digo nada del Fondo de Convergencia, el día que alguna administración, empezando por la Junta, que es la firmante y por tanto la que asumió el compromiso, ponga dinero, entonces nos creeremos la bondad de la rúbrica ante el notario, mientras tanto podemos seguir pensando que los papeles lo aguantan todo, aunque se firmen en una notaría y a bombo y platillo. La realidad suele ser menos amable. De todas maneras, Jaén Merece Más achucha y no gusta cuando reclaman celeridad, Juanma Camacho no es fácil de doblegar, no tiene cargo institucional pero es el guardián del pacto, y nada le ata, ni siquiera un sueldo. ¿Que si se puede romper el acuerdo? Todo depende del cumplimiento, cuestión diferente es que llegada la hora de tensar la cuerda tendríamos que ver la reacción de los tres miembros del grupo municipal. Bien sabemos que hay precedentes.

Por lo que respecta a los presupuestos de la Junta la decepción por lo que respecta a la provincia, ya empieza con el trato a la Universidad de Jaén. Por el momento, aunque dicen que en los próximos meses se puede ir mejorando, cosa que dudo, la subida para el presente ejercicio, es del 0,04%. Ya se pueden imaginar lo que representa para una institución que tiene tantos proyectos y que quedan automáticamente en vía muerta porque no hay la más mínima posibilidad de crecimiento. De qué sirve un Modelo de Financiación que presentaron como la panacea, si no hay capacidad económica, más todavía, ni no se prioriza el papel de las universidades. Si la Junta empieza frenando el impulso de la UJA, que es tanto como hacerlo al motor para que la provincia funcione, poco se puede esperar del resto.

En cuanto al Gobierno de Madrid, ya apunto con anterioridad que en el PSOE se hacen a la idea de que con el Cetedex vamos a estar agradecidos por los siglos de los siglos. El Cetedex bien sabemos por lo que ha venido, pero es que además la deuda histórica con Jaén es mucho más elevada. Los gobiernos han actuado históricamente con nuestro territorio atentando a nuestra dignidad, las pocas infraestructuras o han necesitado décadas, como la A32, o han llegado gracias a la exigencia de otras provincias, por ejemplo la autovía de Granada.

Aunque el emblema del olvido y la indiferencia sin duda alguna es el ferrocarril. No hay nada como él donde se vea más claramente el desprecio hacia una provincia. El tren, esto lo sabe cualquiera, es un medio de futuro, pero en nuestro caso durante las últimas décadas nos han ido dejando en servicios mínimos, para el ferrocarril en Jaén no ha llegado el siglo XXI, nos hemos quedado instalados en el siglo XX, el ferrocarril, en suma, está lastrando el desarrollo de Jaén. Y no me refiero solo a la capital sino a la provincia, por eso me preguntó en qué piensan los regidores de Linares, Úbeda, Andújar, etc., a cuyas ciudades y comarcas el tren también hace tiempo que les dio la espalda. El Gobierno de Madrid no atiende a razones, ni lee los informes muy documentados como el que hace ya casi siete años, elaboró el CES Provincial, ni sirven para nada las reuniones entre políticos. Ejemplifica mejor que cualquier otro asunto el poco convencimiento que se tiene de la importancia de vertebrar los territorios a través de comunicaciones fluidas, porque este es el quid de la cuestión.

Por esta razón y porque además de ser un incondicional del tren estoy convencido de que esta orfandad ha perjudicado gravemente a la provincia e impedido que llegaran a ella importantes proyectos, me sumé muy complacido a la concentración que ayer domingo había convocado la resucitada Plataforma Jaén Merece Más, y digo esto porque desde que las siglas tienen el doble perfil político y ciudadano le falta engrase y son tiempos en los que el papel de la sociedad civil merecería potenciarse porque no es bueno dejar toda la responsabilidad en manos de la política y de los políticos, creo en la fortaleza de una sociedad civil potente, organizada, y este no es el caso de ahora mismo. De hecho en la concentración de la mañana dominical el núcleo principal eran los componentes del partido político y menos los seguidores de la plataforma. No me atrevería a decir que está muerta, pero al menos no goza de buena salud, porque una plataforma como cualquier colectivo necesita estar a punto de manera permanente.

Cuestión distinta es que sin entrar en el detalle de los asistentes a la protesta por el desprecio del ferrocarril a Jaén, aunque en su momento álgido el grupo era bastante nutrido y había representaciones muy dispares de la sociedad jienense, todo hay que decirlo, lo más destacable es que se recupere la calle y que poco a poco, con acciones como esta, las administraciones sientan unas veces que no están solas, y otras que los jienenses cumplen con una obligación, sobre todo a través de los colectivos organizados, y es exigir permanentemente a los poderes públicos para que no se duerman en los laureles. Muchos estamos convencidos de que si los partidos fueran más exigentes, quiero decir sus dirigentes, pero también sus bases y simpatizantes, en lugar del seguimiento ciego de sus dictados, los que sean, y me refiero por igual a los grandes partidos, hoy Jaén estaría en otra división, no permaneceríamos anclados en tercera o en regional.

Ayer me pregunté varias veces por la razón de que en vez de encontrarnos reunidas en torno a 200 personas, no había 2.000 o 3.000, por lo menos. No tengo elementos de juicio para valorar si se trata del poder de convocatoria, al fin y al cabo Jaén Merece Más planteó una metamorfosis y esto no todo el mundo lo entiende, pero me quedo con la esencia, lo que defendía era de interés general, algo de lo que nos quejamos todos y se habla con frecuencia en las redes sociales. Más todavía, hay cuestiones que son estrictamente políticas puras o ideológicas, pero que Jaén demande un buen servicio ferroviario propio del tiempo en el que estamos, esto es sentir ciudadano. Movilizarse por este tipo de cuestiones, como por la defensa de la sanidad pública, la educación, en definitiva todo lo relacionado con el estado de bienestar, no debe admitir la más mínima discusión.

Me agradó ver a gente comprometida con la causa de Jaén y valoro que la plataforma Jaén Merece Más, aunque de igual manera pudo haberlo hecho el partido, decidiera convocar un encuentro de estas características. Para mí lo más importante de este acto reivindicativo, es que ojalá se empiece a animar la calle y que los jienenses abandonemos el conformismo y la resignación a los que estamos atados desde siglos y despertemos del sueño de esa atávica apatía. Ya sé que es más fácil criticar desde el sillón y censurar lo que hacen otros, no voy a caer en ese error, me da igual quien se movilice, pero que se haga, que la ciudadanía demuestre de vez en cuando que está viva. Por eso comentaba con algunas personas que nuestra capacidad de respuesta es tan suave que los gobiernos se pueden permitir, en Madrid y en Sevilla, hacer y deshacer conscientes de que el material humano de Jaén no es peligroso, somos como los perros ladradores, poco mordedores. ¿Tenemos la situación y los políticos que nos merecemos?

En fin, la situación real de la provincia, con una enorme cantidad de municipios en regresión demográfica, y, lo peor de todo, la pesimista previsión de estudios acreditados que de aquí a 2040 pronostican una pérdida entre 60.000 y 100.000 habitantes en el territorio, creo que son motivos suficientes para tomarlo muy en serio. En efecto, no podemos esperar sentados a que el futuro nos sorprenda, porque es nuestra obligación reclamar actuaciones y medidas de prevención a las administraciones competentes, y desde luego los poderes públicos no pueden dejar esta herencia a políticos que vengan después, primero porque sería una enorme irresponsabilidad, y, fundamentalmente, porque el Jaén de ahora es el obligado a poner medios para que las generaciones que vienen detrás, empezando por nuestros propios hijos y nietos, se encuentren con un Jaén mejor. Ocurre con mucha frecuencia en la política que los asuntos de mayor dificultad se transfieren, en tantas ocasiones vemos que los políticos no divisan un horizonte superior a las próximas elecciones, cuando lo que hace grande a los responsables públicos es que su obsesión sean las nuevas generaciones.

Y sí, ya lo creo que me apunto a la filosofía de no entrar en la dialéctica del lamento, pero tampoco del conformismo, y claro que el futuro puede deparar oportunidades, en una provincia con tantas fortalezas como es la nuestra, pero al mismo tiempo las oportunidades que tuvimos en el pasado viendo pasar trenes en marcha que no hicieron parada en Jaén, esas no volverán y lo digo porque ese discurso de la memoria se olvida con mucha facilidad.

Foto: Una imagen de la concentración de ayer en defensa del ferrocarril.


Dejar un comentario