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La delegada del Gobierno de la Junta en Jaén, Ana Cobo, ha anunciado hoy un próximo encuentro con el alcalde, Javier Márquez, al que demandará la cesión de terrenos para volver a empezar con el proyecto de la Ciudad de la Justicia. Se trata de una de las grandes asignaturas pendientes de la ciudad, ya hemos perdido la cuenta de los años que lleva en lista de espera, a base de largas cambiadas. El último episodio fue que el Ayuntamiento dio por extinguida la cesión del solar en Marroquíes Bajos después de que la Consejería de Justicia no hubiera impulsado la construcción en un periodo de doce años… Coincidió ese momento crítico de actuación municipal por la desidia de la Junta, con la difusión de noticias sobre el valor de los yacimientos arqueológicos de Marroquíes, que ahora hace declarar a la señora Cobo que la Junta descartó el solar porque los restos arqueológicos que albergaba “merecen algo más que conservarlos”, decantándose por hacer “un uso más cultural de los mismos”, pero sin profundizar y sin volver la vista atrás, al compromiso de promover un parque arqueológico, que todo hace indicar que por el momento está completamente aparcado.

La propia delegada ha dado a conocer que en la entrevista que mantendrá con el alcalde lleva tres propuestas de solares, los tres situados en el eje del trazado desistema tranviario, con la idea de darle vida al nuevo transporte cuando se ponga en marcha. Hay que saludar, no obstante, que la Junta decida resucitar este proyecto, aunque esto no quiere decir en absoluto que tenga que tratarse de un asunto de urgencia, sólo que se recupera una de las actuaciones de la Junta en Jaén que en este momento se daba por desaparecida de los planes inmediatos. Se va a empezar de cero, los veinte años o más de espera ya no cuentan. Se quiere conseguir unos terrenos diáfanos y con un coste que no sea excesivo. Es de esperar que el Ayuntamiento, que conoce la idoneidad de este proyecto, largamente demandado por el TSJA, por la Audiencia, los Juzgados y los colegios profesionales afectados, se muestre sensible y con su diligencia ayude a acelerar los trámites para que nadie pueda decir que se está obstaculizando lo que puede ser un gran logro para Jaén que acabe con la actual dispersión de sedes judiciales y Jaén pueda tener una Ciudad de la Justicia en condiciones, como la han conseguido antes otras capitales andaluzas.

Creo por tanto que lo que corresponde en este caso es que la Junta inste el Ayuntamiento a que ceda unos terrenos en lugar que se considere idóneo. A este trámite normal entre administraciones es al que hay que temerle, porque en principio debería ser relativamente sencillo, pero la experiencia dice que cada vez que se hace un intento parecido se entra en una aventura de complicado pronóstico. Al margen de este proceso, que debería ser también viable, creo que la ciudad debe estar en disposición de favorecer el cambio, con el que ganaremos todos, especialmente la capital que suma infraestructuras, pues además de construir algún día una Ciudad de la Justicia, consigue conservar con la suficiente dignidad, con un proyecto ambicioso que pueda servir de reclamo cultural y por supuesto para el turismo, esos restos calcolíticos que menos mal que en buena hora nos los metieron agradablemente por los ojos, porque antes o no supimos o no quisimos enterarnos de que eran un diamante en bruto que tenemos que incorporar desde ya mismo a los otros motivos de orgullo que nos proporciona el patrimonio de esta ciudad, cuando las autoridades sean sensibles y decidan que es la hora de actuar en ellos con decisión. 

 

Imagen: Recreación del proyecto que pretendía ser en Marroquíes Bajos la Ciudad de la Justicia. (Paredes-Pedrosa).

 

 

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