Por ANTONIO GARRIDO / La presencia del consejero de Universidades, José Carlos Gómez Villamandos, en el acto solemne de inauguración del curso académico en la Universidad de Jaén, la misma que ha sido protagonista en los últimos meses de un duro debate en la sociedad jienense a propósito de la doble negativa por parte de la Junta del Grado de Ingeniería Biomédica, que ha obtenido el plácet al fin del Consejo de Universidades estatal, ya pronosticaba que por mucho esfuerzo que hicieran los protagonistas, en especial consejero y rector, Nicolás Ruiz, iba a producir algún desencuentro, sobre todo conociendo a los personajes, poco dados a renunciar a sus argumentos. Así ha sido, pero el público en general que llenaba el Aula Magna de la UJA, comunidad universitaria, autoridades y representantes de la sociedad civil, han captado los respectivos mensajes. Es claro que el rector de la UJA, pero también el conjunto de los rectores de las universidades públicas andaluzas, tienen un discurso absolutamente contradictorio con el que mantiene el presidente de la Junta, Juanma Moreno, que hace unos días se mostró eufórico sobre la financiación del sistema universitario público, datos históricos, señaló, comparando cifras de 2018 con las de 2025, que cualquiera puede entender que han cambiado, como lo ha hecho la cesta de la compra y en general la carestía de la vida. De ahí que el argumento de Villamandos de que la UJA ha pasado en siete años de 87 millones a 109 de presupuesto, lo ha considerado poco menos que una conquista estratosférica. De este modo es difícil entenderse.
El consejero Villamandos ha venido a “hablar de su libro”, en este caso a todo lo bueno que a su juicio ha hecho la Junta y específicamente su Consejería en los últimos años, si bien, para guardar las formas, ha empezado felicitando a la UJA de la que ha señalado que “es una alegría ver que sigue destacando”, y es que había escuchado con atención la detallada memoria leída por la secretaria general, donde se refleja la fortaleza de la institución. Casi toda su intervención ha girado en torno a actuaciones en el ámbito universitario, en el que, ha dicho, se están produciendo reformas profundas. Pero no ha perdido la oportunidad para meter el dedo en el ojo, no se ha referido expresamente a la metedura de pata de su Consejería y en concreto de la ACCUA con el Grado de Ingeniería Biomédica con el pretexto de que trataba de evitar la confrontación, pero es justamente lo que se ha percibido, sobre todo cuando al clamor generado en la opinión pública jienense, muy generalizado, lo ha llamado “ruido”, y después señalaré algo más al respecto de este término. No ha venido exactamente en son de paz, aunque ante la prensa ha dicho que respeta la movilización social convocada para el 8 de octubre, claro que, acto seguido, ha pedido a la Plataforma que “mire los datos”.
Pues claro que son los datos los que tienen y tenemos muy en cuenta, un Modelo de Financiación para el sistema universitario público firmado y sellado en Jaén por todas las partes, con el presidente Moreno Bonilla a la cabeza y que una vez más, y van…se queda en agua de borrajas porque ha habido algún avance, pero acabar con la zozobra de los rectores eso no ha sucedido, y lo peor es que tampoco se espera. Es el modus operandi de este gobierno de la Junta, vender humo, porque del dicho al hecho…el Modelo de Financiación aprobado y publicado en el BOJA es simple papel mojado. Oportunidad de oro perdida para o no entrar al trapo saliéndose por los Cerros de Úbeda con los clásicos argumentos electoralistas, a los que en parte se ha referido, o hacer una faena de aliño para congraciarse con la sociedad que mira hacia la Junta con un serio reproche por entender que no le hace justicia a Jaén, no se olvide que hace tres años se nos empezó a aplicar un Modelo, que aunque oficialmente ya no está vigente, de alguna manera sigue coleando y es un serio escollo para que la UJA levante el vuelo económico.
Por lo que se refiere al rector, Nicolás Ruiz, ha estado en su papel, siempre me gusta repetir que en ningún momento, desde que optaba al cargo de Rector, ha variado su discurso, siempre el mismo, la UJA y Jaén, indefectiblemente unidos, y una frase que le define: “yo no engaño a nadie”. Hoy, tras las primeras palabras protocolarias ha aprovechado la presencia del “todo Jaén” para actualizar, por si alguien no la conoce, su hoja de ruta. Así se presenta desde el primer día como persona y cargo leal pero a la vez voz que no calla ante las situaciones de injusticia, consciente del papel de liderazgo social de la UJA. Y ha sido muy contundente al demandar el cumplimiento del Modelo de Financiación firmado en Jaén, porque en sus propias palabras: “necesitamos la seguridad y la certeza prometidas por el presidente”. Me ha parecido que hablaba a sabiendas de que su interlocutor seguía abanicándose, como casi todo el acto, igual por cierto que en otras ocasiones, y por un oído le entraba y por otro le salía, porque el discurso de la Junta tiene toda la intención de mantenerse en el tiempo y no hacer concesiones, aunque sea ir en contra sus propios actos, aunque se siga distinguiendo por los reiterados incumplimientos. Es tal la mayoría absoluta que seguramente entienden que se lo pueden permitir. El tiempo dirá. Por cierto que durante la intervención de Villamandos, Nicolás Ruiz cambiaba impresiones con quien estaba a su lado, el rector de la Pablo de Olavide y presidente de la asociación de rectores de universidades públicas, Francisco Oliva, y si hay que interpretar el lenguaje textual, se hacían cruces con el consejero. En realidad tiene mérito dedicar unas palabras ante un auditorio para defender lo que a todas luces es indefendible, aunque hay que hacer la excepción de los logros, que también los ha habido. No pretendo hacer una enmienda a la totalidad, únicamente a que el trato con Jaén no es el adecuado y que en materia económica no son de fiar.
Pero lo que me ha sorprendido personalmente es que al final el consejero José Carlos Villamandos, me ha aludido directamente, creo que para bien, pero en realidad quería ser más explícito con la idea que previamente había expresado del “ruido social” en Jaén. Y el hombre se ha debido ocupar de escoger de la red un post mío, de hace poco tiempo, de los habituales “Buenos Días” que subo cada mañana y que dice así: “…Y una cita de San Vicente de Paúl: ‘El ruido no no hace bien; el bien no hace ruido’. El clérigo juega con las palabras muy hábilmente. En efecto, el ruido hace daño, contamina, enferma, molesta, pero algunos lo necesitan para aparentar más fuerza. En cambio el bien pasa como de puntillas, no necesita publicidad, solo requiere de buen ánimo y magnanimidad”. Le agradezco al consejero este honor que me hace al tiempo que denoto lo orgulloso que se siente de su buen ánimo y magnanimidad, quién lo diría, pero aprovecho para recordarle que él se refiere a una movilización social absolutamente legítima, faltaría más, porque algo que un jienense o un grupo numeroso de jienenses no pueden permitir es que nos provoquen quienes seguramente no saben que lo que jamás debe perder un pueblo, una masa social, es su orgullo y su dignidad. Dignidad, no sumisión a nada ni a nadie. Villamandos se ha equivocado de arenga, y Nicolás Ruiz, el rector, ha puesto el dedo en la llaga casi al final de su valiente alegato: las personas pasamos, los partidos se renuevan…pero la Universidad siempre estará ahí. Y la queremos grande para hacer un Jaén poderoso que cuando pasen los años ojalá no tenga motivos para acordarse de políticos que no es que hagan ruido, es que hacen daño.
imagen: Foto de familia, con el claustro de doctores, tras finalizar el acto. (UJA).


