Por ANTONIO GARRIDO / Hace dos años por estas fechas tres partidos en liza en el Ayuntamiento de Jaén, los dos que aspiraban a gobernar y el que tenía la llave para decantarse por uno u otro, estaban en un proceso de negociación que al final terminó en el acuerdo entre PP y Jaén Merece Más. La base de esa relación fue el documento que ahora estoy analizando, al que llamaron “Acuerdo por Jaén”, suscrito por los representantes de ambos partidos con una parafernalia fuera de lo común, que ya comenté en su momento porque las 100+1 medidas me parecieron siempre una especie de cajón de sastre que resultaba improbable de acometer, aunque los ideólogos estuvieran de acuerdo en un programa de máximos imposible de cumplir en un periodo de cuatro años, vista la lentitud con la que funcionan las administraciones y la complejidad de alguna de las medidas, y para qué obviarlo, conscientes de que Jaén no es una prioridad para ninguno de los gobiernos. Firmaron PP y Jaén Merece Más, pero el contenido del documento obligaba también al resto de partidos y administraciones, que como era de esperar se desentendieron.
Recuerdo ahora con una media sonrisa el teatrillo al que se vieron obligados a representar los responsables de las formaciones, incluyendo la firma ante notario como si eso, como el tiempo ha demostrado, fuera a suponer alguna certidumbre. Me gustaría saber qué piensa el señor fedatario de aquellos días en que se vio involucrado en este plan para la salvación de Jaén, no dudo que tal vez guiaba un propósito noble, más en JM+ porque eran nuevos en la política y todavía, ingenuos, pensaban que una firma valía un mandato municipal. Ya están empezando, dos años después, a entender que a la política hay que ir muy despiertos y que les obliga a estar en vigilia permanente. He repetido hasta la saciedad que la opción de los “merece” al pactar con el PP tenía mucho que ver en su momento con que gobiernan Andalucía y todo hacía indicar que iban a llegar también al gobierno de la nación, con lo que mataban dos pájaros de un tiro, es decir, podían pretender que el “Acuerdo por Jaén” fuera asumido por Madrid.
Pero la política no son ciencias exactas, todo lo contrario, y el tiempo, una relación de desconfianza mutua, de la que ahora “los nuevos” han aprendido y puesto en práctica con su nueva alianza, en la que tampoco es que sea todo de color de rosa como nos hicieron ver desde el principio de la relación el 3 de enero con tan efusivos abrazos, antes nunca visto, y sobre todo flagrantes incumplimientos de la Junta de Andalucía, que como todas las administraciones, a la hora de la verdad se olvidó de los siete folios firmados, terminaron por romper el trato, ya sin luz y taquígrafos, es decir, sin notario y de manera abrupta. Jaén Merece Más selló otro compromiso con el PSOE, me refiero al partido, con muchos menos puntos, pero con disposición de ir a por todos en lo que restaba de mandato, porque el 2027 cualquiera sabe lo que puede ocurrir. Este entendimiento con el PSOE también fue presentado a la opinión pública como la redención de Jaén, pero a medida que pasa el tiempo, juez insobornable que quita y da razones, me da la impresión, aunque por el momento sigo expectante para ver por dónde sale la euforia de los primeros momentos, de que la dimensión de los asuntos no fue exactamente de la manera en que nos lo trasladaron en el fragor de la moción de censura, y que ya estamos en periodo de rebajas. Ahora todo gira en torno al Cetedex, que tiene toda la pinta de ser un buen instrumento a futuro, pero también hay personas muy representativas que participan de este proyecto que echan el freno a tanto optimismo.
No pretendo ser aguafiestas, ojalá sea una tabla de salvación, pero tenemos a la vista el horizonte de 2027 con las elecciones locales y muy probablemente las generales, porque Sánchez está dispuesto a resistir en Moncloa pase lo que pase, y ya pasa, y Feijóo es posible que también se queme mientras espera su oportunidad, no tiene más que mirarse en el espejo de Casado sin dejar de poner alguna que otra vela a la señora Ayuso, que por el momento barre para Madrid, y por cierto en su hoja de ruta está colocando piedras sobre el propio tejado del PP en varias comunidades con el pretexto de las lenguas. Antes serán los comicios en Andalucía, no sé si cuando toca, en 2026, o Juanma Moreno se calienta y convoca para este próximo otoño para despejar el horizonte ahora que las encuestas le siguen dando como caballo ganador y para impedir que el PSOE pueda rearmarse, aunque por el momento me parece improbable que una lista con María Jesús Montero al frente pueda ganar unos comicios.
Pues bien, de aquellos polvos de hace dos años, estos lodos de 2025. Es lo que decía, que observando el famoso “Acuerdo por Jaén” es fácil deducir lo poco que se ha avanzado, a pesar de los políticos de las diferentes administraciones y los que están en casa que un día sí y otro también nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. Me detengo muy poco en los compromisos firmados a medio y largo plazo, porque la mayoría de ellos o no los veremos y tardarán una eternidad en el mejor de los casos, pero de los considerados urgentes, por supuesto fue un brindis al sol ese Fondo de Equilibrio Territorial y Convergencia Socioeconómica de la Provincia de Jaén (FECJA), que desde el principio se veía que estaba metido con calzador porque ninguna administración regala nada a Jaén, ni en dinero ni en especie, en cambio la Junta sí le ha ofrecido a Córdoba para el Colce una millonada, esto hay que anotarlo en el capítulo de los agravios.
Como asuntos más urgentes, respecto a la deuda parece porque hay que materializarlo, que habrá un alivio, pero que ya he comentado que es pan para hoy y hambre para mañana, sí, hoy alivia, ¿pero con qué se encontrarán las personas que rijan el Ayuntamiento de Jaén en la próxima década? De acuerdo con los contenidos del Acuerdo por Jaén la situación económica sigue teniendo muy serias lagunas, de hecho se retrasa el presupuesto a pesar de las optimistas declaraciones del alcalde. Como cuestión inmediata, lo recuerdo, hace dos años, se incluía el impulso a la conexión ferroviaria con trenes de altas prestaciones a Madrid en menos de 2,5 horas, y por el momento ni está ni se le espera, en realidad del tren mejor ni hablar y además los verdaderos culpables somos los propios jienenses por nuestra indolencia, aunque Jaén Merece Más insiste en ello a diario, según observamos en sus redes sociales.
Respecto de los temas sanitarios, que dependen de la Junta, el único resultado positivo es la puesta en funcionamiento del Centro de Salud Alameda, una infraestructura sanitaria moderna, una gran obra. El resto de cuestiones sanitarias ni están ni se le esperan, salvo la lavandería de la Ciudad Sanitaria, para que nos vayamos entreteniendo. En el mismo corto plazo figura la dotación de contenido permanente y temporal del Museo Íbero, y en esto es reconocible un avance. También entre las demandas a corto plazo figuraba iniciar los trabajos del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) y al tratarse de una responsabilidad del Ayuntamiento se acometió siendo alcalde Agustín González y con la nueva Corporación se mantiene, que ya es un logro digno de consideración, En cuanto a la participación ciudadana, también asuntos a corto plazo, ni existe la figura del Defensor del Ciudadano, porque lo que hizo el PP fue una caricatura, designó para tal responsabilidad a una concejal, y está por hacer la ordenación de la zona comercial e histórica con una proliferación innecesaria y antiestética de terrazas y bares que están pidiendo a gritos una imagen más agradable y en la que se dé prioridad al ciudadano, que a veces tiene que hacer verdaderos esfuerzos por andar entre tantas terrazas. Hay más asuntos, pero he escogido los más visibles.
Por supuesto que el avance es mínimo en estos dos años en todas esas propuestas que se pensaban acometer en el medio y largo plazo. Aparte del controvertido asunto de la deuda municipal, que es un verdadero cáncer para el desenvolvimiento económico y el desarrollo de la ciudad, porque impide comprometer proyectos propios de una manera decidida, y pasando de largo por los puntos que probablemente para alargar la lista de peticiones se incluyeron como el sueño de una noche de verano, y en el que se incluía la subsanación del desierto eléctrico en la provincia, porque es penosa su situación, la última de España, y nos hemos puesto las pilas tras el apagón del 28 de abril, otras aspiraciones, como promover la inclusión de Jaén en los ejes ferroviarios de mercancías y viajeros a través de la Red de Transporte Transeuropeo, o la conversión en autovía de la A-306, retomar el proyecto de la A-81 o impulsar la consecución de la red de alta velocidad para Jaén, así como el corredor central ferroviario por Linares-Baeza y Jaén, o impulsar que Jaén vuelva a contar con una Cámara de Comercio, sin olvidar la estación intermodal o actuar en el entorno de Jabalcuz, forman parte del catálogo, pero en la mayoría de los casos no están ni por asomo en la lista de espera.
Por lo que se refiere a la política anti Tierra Quemada, a pesar de algunos valiosos gestos, el casco antiguo es un mal ejemplo, cada día con una suciedad que debería avergonzarnos a todos, empezando por el Ayuntamiento, deja una pésima imagen en nuestros visitantes que se acercan a lugares emblemáticos como La Magdalena, que tendría que ser el espejo en el que mirarnos jienenses y turistas. No digo nada del tranvía porque parece que está cerca, pero los políticos de todos los colores deberían pedir perdón por su inoperancia y por las piedras que han ido poniendo en el camino en 14 años en que el sistema tranviario permanece en cocheras, un ejemplo de inacción, igual que el frustrado parque acuático o el hípico, que tantos años después ha costado al Ayuntamiento un pastón por una decisión mal tomada. Ahora también surgen las airadas críticas contra la actuación que en su día se hizo en la Plaza de Santa María, que el tiempo transcurrido nos ha hecho descubrir que resultó tan cara como de muy escaso agrado para los jienenses, sobre todo para quienes han conocido la emblemática plaza con otro porte más de acuerdo con el monumento.
En fin, que en Jaén siempre hemos funcionado a base de pactos, acuerdos o mesas, la historia está repleta de ellos, pero raramente han servido para los fines creados, ni siquiera el pacto de Jaén firmado en 1246 entre el rey de Castilla, Fernando III y el primer rey nazarí de Granada, por el que se fijaba la frontera entre ambos reinos, para esta ya es cuestión para la conmemoración del 1200 aniversario de la Capitalidad que he defendido porque puede ser una oportunidad. La historia es muchas veces el mejor impulso para ganar el futuro.
Foto: Esta es la imagen que representa la firma del «Acuerdo por Jaén» en 2023 que propició un gobierno municipal entre PP y JM+. A la derecha el que fuera cabeza de lista del partido provincialista, Manuel Carlos Vallejo, que decidió abandonar.