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(Publicamos la reseña del poemario ‘Vivir en tu invierno’, de Martín Lorenzo Paredes Aparicio, escrita por Joaquín Cruz Quintás, profesor de Lengua y Literatura y escritor)

Por JOAQUÍN CRUZ QUINTÁS /

La lectura de Vivir en tu invierno, de Martín Paredes (Jaén, 1975), nos recuerda que la esencia de la literatura, del poeta, del escritor radica en la mirada. La de Martín es una poesía esencial, despojada, huérfana de retoricismos y alejada de esa poco infrecuente búsqueda de epatar con artificios; pero su aliento lírico nos revela una voz intimista que se cimienta sobre la cotidianeidad, sobre la grisura regular o corriente, pero también sobre la dorada medianía de las bellezas y las grandezas que no trascienden (que nos trascienden).

Es aquí su poesía desnuda una continua manifestación de amor y admiración conyugal, de entrega y veneración paterno-filial. Y todo ello en un locus amoenus urbano idealizado por sus evasiones librescas que es el Jaén nuestro de cada día, y del cada día de nuestros ancestros. Frente a la poesía deshumanizada o meramente esteticista o formalista, la poesía de Vivir en tu invierno es expresión fidelísima de valores humanos que no aguardan recompensa, sino que se sostienen sobre la entrega. La mirada, de nuevo. Mirada vital y cósmica, desde el locus. Jaén como espacio pero también como símbolo de lo intangible, donde se concretan las proyecciones de su ética y de su poética.

Foto: Martín Lorenzo Paredes Aparicio con su poemario ‘Vivir en tu invierno’. (publicado en JAÉN HOY).

‘Solsticio’, ‘Candelaria’ y ‘Ostara’ demarcan los trazos gruesos de esta obra poética de casi un centenar de páginas que hacen rebrotar en nuestro imaginario emocional los años distópicos de aquella pandemia que cercenó nuestra libertad, que nos zarandeó sin misericordia y que hizo que nuestra vida nunca volviera a ser como antes; y es precisamente este prurito de libertad el que hace que el verso martinesco discurra sin corsés ni ataduras por cauces alejados del trampantojo del lenguaje, en una poesía de maduración y de madurez.

Acaso este libro cumple la función prima de la poesía, que es la de la búsqueda de esa otra Verdad velada, escrita con mayúscula, y que aquí se descubre entre el tú y el nosotros más íntimo, con verbo cálido o umbilical.

Foto: Joaquín Cruz Quintás, autor del texto reseña del poemario de Martín Loerenzo Paredes Aparicio.

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