Por ANTONIO GARRIDO / El pleno del Ayuntamiento, como estaba previsto, dio el visto bueno, por la mayoría conformada por el equipo de gobierno, PSOE y Jaén Merece Más, al convenio con la Diputación para que el organismo supramunicipal se encargue de la Recaudación de los tributos locales, lo cual ha provocado una catarata de reacciones dispar, aunque al que más ofuscado he visto es al portavoz de los populares y exalcalde, Agustín González y hoy mismo al activo Antonio Losa, que además es diputado provincial y da lo que sea con tal de confrontar con Reyes en sus dominios de la Plaza de San Francisco. Hay que tranquilizarse, primero porque nada indica que el traspaso de una competencia tenga que ser para siempre, es decir, si no funciona se corta y punto. Por otro, el grupo municipal, todo el Ayuntamiento y toda la ciudad tiene que entender que lo ideal y además lo lógico es que en ciudades como Jaén la recaudación sea asumida por un servicio propio. Dicho esto no me sirve el argumento de Agustín González cuando señala que el Ayuntamiento de Jaén es el único de capital de provincia que cede esta competencia, aunque sea temporal, quiero creer que podría ser así, al órgano supramunicipal, no a Reyes, como en lenguaje impropio se deja caer, de ahí que se afirme que el Consistorio se convierte en subsede de la Diputación.
Quienes así se expresan ignoran la situación real. Por un lado Jaén no es exactamente lo mismo que ninguno de los otros siete ayuntamientos capitalinos andaluces, porque solamente nosotros ostentamos el ‘privilegio’ de ser el Ayuntamiento más endeudado de España. Otro aspecto más, era el PP cuando gobernaba el que pretendía ceder la recaudación ejecutiva al Ministerio de Hacienda, ¿pretendía hacerlo subsede también? No nos engañemos más, lo suyo, y comparto al cien por cien el criterio, es que el propio Ayuntamiento cobre sus impuestos, el problema es que su situación es tan precaria que carece de garantías, eso sí, los responsable del pozo económico ni han pasado por castigos severos, como probablemente debieran haber hecho para depurar responsabilidades, ni tampoco están siendo citados o concernidos en esta maraña en la que nos vemos envueltos. Siempre se ha dicho que en cada momento hay que hacer lo que se pueda con lo que se tenga.
Cuestión distinta es que el PSOE tenga querencia en acogerse a los servicios de la Diputación, a ver si así se mejoran las relaciones con Reyes, en tanto que Jaén Merece Más se ha escudado en sendos informes del CES local y del Colegio de Economistas. Respecto al segundo no tengo ningún comentario que hacer, pero es novedoso y aunque sea fiable, no lo dudo, ya había quien me comentaba de antemano que sería positivo. El informe del CES local, que este sí es preceptivo, que no vinculante, me merece todas las garantías, siempre ha sido así, tanto cuando ha dado la razón como cuando la ha quitado. Hay una frase del dictamen del órgano consultivo que despeja todas las dudas porque explica las circunstancias para buenos entendedores: “Si no hemos sido productivos y no tenemos, por mor de la situación financiera del Ayuntamiento de Jaén, capacidad para solventar económicamente el déficit estructural de medios al servicio de recaudación, forzosamente hemos de buscar una solución alternativa”.
De eso se trata y todo lo demás es seguir mareando la perdiz, porque el verdadero problema lo han creado los alcaldes y sus corporaciones, una tras otra, desde hace unas décadas y ahora el Ayuntamiento, los actuales gestores, se ven en la obligación de elevar ingresos sin tocar en lo posible el bolsillo de los jienenses y no encuentran fórmulas mágicas, más que acudir al auxilio de la Diputación, que por cierto es un órgano más de la Administración, con mucha historia detrás, creado para eso, para auxiliar a los ayuntamientos, una función que debería hacer igual gobierne quien gobierne. De todas maneras un órgano político lo que tiene que hacer es asumir su responsabilidad y siempre con la voluntad de acertar. En lo fácil y en lo difícil es donde hay que ver la madurez y el rigor de nuestros representantes en la cosa pública.
Esto no es un problema de Paco Reyes, y no me tengan por miembro de su club de fans porque no lo soy de ningún político, ni lo sería de otro cualquiera con independencia de sus siglas, la política me interesa lo justo y la aplaudo lo preciso, porque está muy alejada de la realidad y muy cerca de los pesebres y de las alturas. Lo que hace ahora el Ayuntamiento es una competencia a la que Jaén puede acogerse. Después de leer tantas simplezas, e insisto, a pesar de que como a todo hijo de vecino me gustaría que el Consistorio tuviera el suficiente músculo y gozara de salud económica para asumir con normalidad sus responsabilidades, no tengo más que rendirme a la evidencia. Me viene a la memoria en este momento, pensando precisamente en quienes provocaron este panorama de la ruina de la que nos va a costar salir muchos sacrificios y años, aquella frase que la leyenda literaria más que la realidad, indica que dijo la sultana Aixa a su hijo Boabdil, el último sultán del reino nazarí de Granada: “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”, que forma parte de la herencia recibida con motivo del desmoronamiento del reino y la pérdida de Granada ante los Reyes Católicos en 1492, pero que se puede aplicar a todos los fracasos. Al final, cualquier acto tiene sus consecuencias.
Hoy, más que mirar a la Diputación como la enemiga, la adversaria, a quien tendríamos que señalar es a los culpables, uno a uno y con sus nombres, a quienes nos dejaron su huella valorada en 600 millones de euros, y encima los partidos corresponsables tratan de salir indemnes por los Cerros de Úbeda. Dejemos la demagogia para después, que seguramente nos hará falta. Precisamente los que nos hemos dejado arrasar y engañar somos los ciudadanos, nada ajenos al espectáculo, tanto que vamos a pagar con intereses, no ellos, nosotros, las consecuencias de los excesos de todos. Y si es que nos hubieran dejado una ciudad ideal se podría hasta comprender con un esfuerzo de generosidad, el problema es que ni eso, dilapidaron nuestro dinero y encima el legado es insignificante, qué digo, ridículo. Por favor, mesura.
En este mismo pleno salió adelante una obsesión casi personal del portavoz de los populares, Agustín González. A su famosa propuesta de Ciudad de las Letras, que no logró hacer realidad en el poco tiempo que estuvo al frente de la Alcaldía en su anterior etapa, le ha cambiado ahora de denominación, para llamarla más pomposamente ‘Jaén, Ciudad Literaria’, y esta vez simpatizo plenamente con la iniciativa, también con la inicial. Pero es que González Romo, genio y figura, sacó a relucir su vena poética que estos días ha tenido algo escondida porque la tensión no le ha dejado tiempo para la lírica, y ha dicho cosas muy bonitas y además convincentes sobre los atributos que reúne en Jaén para convertirse en un referente cultural. Dijo a sus compañeros del pleno que “Jaén es un verso en perpetua construcción”, que “la cultura es la argamasa que enlaza nuestra historia con el futuro, con el porvenir” y otras expresiones igualmente hermosas, como esta que puede servir muy bien de resumen: “La cultura, la literatura, la poesía, no entienden de siglas…Se trata de hablar de orgullo de ciudad…La poesía se convierte en estrategia, la belleza en desarrollo y la cultura en motor de futuro”. De esta manera tan rotunda y al tiempo tan amable, porque se desvistió de su ropaje de portavoz agresivo y peleón, cualquiera le negaba el empeño. Celebremos este reto y ojalá que pronto lo veamos convertido en realidad, otro motivo más para que sintamos orgullo de Jaén.
Y sí, hoy hemos podido conocer mejor la figura de Abderramán II, el emir que estableció la Capitalidad de Jaén, a él y a su época, que es protagonista de la conmemoración del 1200 aniversario de la Capitalidad, en el amplio y completo programa elaborado por la Universidad de Jaén por medio de su Vicerrectorado de Desarrollo Territorial y Relaciones Institucionales, con las intervenciones iniciales de Francisco Vidal Castro, profesor titular de Estudios Árabes e Islámicos del Departamento de Lenguas y Culturas Mediterráneas de la UJA, y de Irene Montilla Torres, profesora titular de Historia Medieval, del Departamento de Patrimonio Histórico de la UJA. Hemos aprendido mucho y creo también que se ha convencido a los reticentes, que necesitan ver para creer. Por si acaso, para los que aún puedan permanecer en la duda, tengo a mano la opinión de un erudito, mi admirado amigo Juan del Arco Moya, director del Archivo Histórico Provincial, que algo sabe del asunto, y que celebra la conmemoración del 1200 aniversario de la Capitalidad de esta manera tan convincente, al menos para mí: “Una magnífica oportunidad para proyectarnos al exterior, para mostrar nuestros valores patrimoniales, culturales e históricos y que trascienda más allá de su propio enclave geográfico”. Resumen, orgullo de ciudad, y punto.
A todo esto, y les prometo ocuparme con el interés y la atención que merece, la ciudad se prepara para La Magna, el gran acontecimiento de la religiosidad popular que va a hacer historia el próximo sábado, día 4, con la visita de alrededor de 40.000 personas, y es posible que me quede corto. También hoy, y de la misma manera lo trataremos porque se trata de un cambio significativo que afecta al centro comercial de la capital, el Ayuntamiento ha presentado, por fin, el anuncio de que próximamente se iniciará el proceso de licitación de la reforma de la Plaza de la Constitución, donde según las primeras declaraciones los jienenses nos vamos a encontrar con un espacio “con sabor jaenero y comercial”. Miedo me da, no porque de antemano desconfíe del proyecto, es que si miramos hacia atrás la actuación de hace años en la Plaza de Santa María, ya no sabemos si sería mejor que dejen como está la Plaza que se pretende remodelar.
El pesimismo me ha entrado después de leer comentarios en redes sociales del público en general que no las tiene todas consigo, pero lo cierto es que hay un compromiso municipal que ya se va alargando en el tiempo para dar un tratamiento más llamativo, la curiosidad es saber qué se entiende por “sabor jaenero y comercial”, pero ojalá que se acierte y se consiga al menos una prolongación tan digna como ha sido Roldán y Marín. Ya si estuviera limpia sería de nota, pero en este momento la suciedad de Jaén es patente, a pesar de que los munícipes no se sienten concernidos, incluso en algunos casos lo desmienten categóricamente cuando no hay más que darse una vuelta por el centro o los barrios, en fin, recemos porque la imagen que proyectemos el sábado no sea negativa por esta causa, ya que nos jugamos no solo un día para la historia, sino que tantísimos visitantes nos valoren por la imagen y, claro, por el no tranvía, que aún nos pone colorados cuando los forasteros nos preguntan. Ya sí les podremos decir que ahora va en serio, que en pocos meses, más o menos coincidiendo con las elecciones andaluzas, lo tendremos funcionando, que hay varias empresas interesadas en su explotación, y los visitantes, al igual que nosotros, respirarán tranquilos y ambos nos quitaremos un peso de encima.
Foto: Edificio de la Diputación Provincial, casi vecino del Ayuntamiento de Jaén.


