Por ANTONIO GARRIDO / Pues nada, que vienen los chinos. Ya tuve la oportunidad de comentar hace más de un mes sobre el viaje a China del alcalde de Jaén, Julio Millán, formando parte de una expedición con alcaldes de diferentes municipios, se dijo entonces que de grupos políticos que apoyaron la investidura de Sánchez. Que cada cual haga la lectura que quiera, faltaría más, pero viajes los están haciendo cada vez con más frecuencia desde toda España y no solo de nuestro país, es evidente que China está de moda y se ha convertido en la tierra prometida. Lo que a mi modo de ver no admite duda alguna es que un alcalde, sea del signo que sea, trate de buscar oportunidades para Jaén en el lugar donde puedan encontrarse, sea en el Ministerio de Defensa o en la República Popular China. Los críticos, algunos del PP, solo tienen que valorar el viaje del presidente de la Junta, Juanma Moreno, en el pasado mes de septiembre, y tradujo su desplazamiento, con el optimismo que caracteriza a los gobernantes, en una conquista de 2.500 millones de euros para nuestra comunidad. En este tipo de expediciones suele ser normal que formen parte de la misma y tengan un papel estelar los empresarios invitados que participan en las reuniones de diversa naturaleza, siempre tratando de abrir puertas al futuro y también a jugarse sus cuartos. Lo que a mi juicio tenemos que asumir es que la llegada de los chinos es una buena noticia para Jaén en un momento en el que, después de una angustiosa espera de lo que nos han parecido siglos, se están creando expectativas en el orden económico, de las que el Cetedex es el hilo conductor.
En resumen, primer contacto que resultó positivo, al que siguió otro favorable encuentro del alcalde con el embajador de China en España y ya ahí se decidió que llegarían a Jaén misiones comerciales para empezar a trabajar en proyectos, y se hablaba entonces, hace semanas, en aspectos tales como la promoción del turismo y de la cultura del aceite, aunque ahora se ve que hay disposición de abordar otras materias. Cuando salen a relucir estas previsiones no me resigno al recuerdo de la Cámara de Comercio de Jaén, que en estas circunstancias debería estar jugando un papel de interlocución imprescindible, pero ni hubo antes ni hay ahora voluntad política para reflotarla o, como parece mejor solución, crear una nueva desde cero. El PSOE al frente de la Junta se negó a buscar la fórmula para salvarla, después, ya en la oposición, la ha reivindicado. Lo mismo que al PP, pero al revés, cuando estaba en la oposición andaluza era su prioridad, a la llegada al gobierno andaluz sufre de amnesia política, se le han olvidado la mayor parte de sus compromisos. Este es un buen ejemplo de cómo funciona la política en Jaén y el escaso crédito que merecen la práctica totalidad de las formaciones.
La ciudad de Jaén está en el camino, pero en esta aventura con el gigante asiático nos lleva ventaja la ciudad de Linares, gobernada por el PP, de ahí que se entienda menos que lo que es bueno para la ciudad de las minas no lo sea para la capital del Santo Reino. A ver si se aclaran. La alcaldesa de Linares, Auxi del Olmo, ha logrado sellar compromisos serios para el Parque de Santana, una alianza entre sociedades para la fabricación de todo terrenos, firmada precisamente en una ceremonia oficial celebrada en China. No hay un acuerdo sino varios. La multinacional china Desay va a construir en Linares su nueva planta para Europa, ojo al dato, de sistemas de visualización e interacción inteligentes para automóviles y la previsión de esta fábrica se estima puede llegar a 1,5 millones de unidades en 2028 y en ese momento ya podría contar con alrededor de 300 trabajadores en su plantilla. Es una compañía que se está extendiendo en Europa desde hace varios años y ahora desemboca en España, y es de suponer, conociendo al empresariado chino, que buscan lugares en los que establecerse que gocen de las cualidades que creen necesarias para ser rentables y con proyección.
No solo eso, Santana Motor, cuya historia no hay que contar a estas alturas, porque es suficientemente conocida, una pésima gestión política por parte de la Junta con gobierno socialista, en la que no dudo que se quisiera hacer bien, pero las operaciones salieron fatal, va a conocer ahora una nueva y es de esperar que floreciente etapa, como lo fue la de la antigua Santana en sus buenos tiempos, el caso es que hay otro grupo, naturalmente de procedencia china, que pretende, y tiene todas las puertas abiertas, fabricar vehículos todoterreno, alianza que no hace mucho fue sellada con motivo del Salón del Automóvil de Shanghái. Linares tiene toda la pinta de convertirse en una embajada de China porque la apuesta es importante. Y es lo que en este momento está buscando Jaén, no perder esa oportunidad y ponerle alfombra roja a los emprendedores chinos.
De ahí el protocolo firmado estos días con el Condado de Changxing que pretende un objetivo muy ambicioso, según se ha puesto de manifiesto en las reuniones con la embajada china, “hacer a la ciudad de Jaén uno de los centros tecnológicos más importantes de Europa”. El mensaje no está exento de la euforia que suele acompañan a las mejores fantasías de los políticos cuando están en el poder y pretende demostrar a toda costa que no se apartan ni un milímetro de la ambición. Uno prefiere ir paso a paso y sin perder el norte, pero en este momento cualquier inversión nacional o extranjera como es el caso, en la ciudad de Jaén debe merecer un monumento, porque estamos necesitados de ayuda y no podemos ni debemos rechazar las que vengan, cualquiera que sea su origen.
Es verdad que China se abre al mundo por todos los puntos cardinales, no tienen la menor dificultad para desplazarse a cualquier territorio, allá donde vean receptividad y negocio, y es el caso, allí plantan la empresa. Por lo demás bien sabemos que nos alejan las diferencias en muchos aspectos y que en determinados ámbitos no son un ejemplo, pero hay algo que sí nos provoca hasta envidia y es la cultura empresarial y lo avanzados que están en todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y la innovación, materias en las que son líderes, además muy trabajadores y personas por lo general de gran ingenio. En el caso de Jaén, por lo que hasta ahora se conoce, la representación del condado de Changxing, dependiente de la provincia china de Zhejiang, lo primero que se ha hecho es sellar ese protocolo que establece una relación fluida de intercambio entre instituciones y empresas, que en principio van a estar centrados en campos como la economía, el comercio, la ciencia y tecnología, la cultura, la educación, deportes y salud pública, “con el fin de promover la prosperidad y el desarrollo económico”. La única pega que observo es que el protocolo es demasiado amplio y no está centrado en objetivos inmediatos. El alcalde de Jaén, Julio Millán, de acuerdo con su responsabilidad, les ha vendido la ciudad como mejor ha sabido hacerlo, haciéndoles saber que aquí encuentran ubicación estratégica, conectividad avanzada, disponibilidad de suelo industrial, ecosistema innovador y apoyo institucional. Pero todavía le faltaba echarnos más flores: “Jaén es uno de los marcos más atractivos del sur de Europa para invertir en sectores estratégicos como la innovación, la defensa, la digitalización o la industria verde”. Y les ha recordado la joya de la corona que es el Cetedex y el potencial que sin duda ofrece la Universidad de Jaén, tan involucrada con el desarrollo territorial.
Esta misma embajada, además de quedar asombrados por nuestro aceite de oliva, ha dejado en el ambiente la posibilidad de que se decida por invertir en la ciudad el grupo Tianneng, que es una de las empresas más importantes del mundo en la fabricación de baterias y sistemas de almacenamiento de energía, con más de 30.000 empleados y que abastece a más del 50% de motos eléctricas de China con su productos. El propio Zhu Jianbin, vicepresidente del Grupo Tianneng, ha comprometido que se va a empezar a trabajar para “lograr hacer de Jaén uno de los grandes centros tecnológicos más importantes de Europa en energías renovables”. Estos encuentros también han llegado a empresarios de los sectores afectados, en especial de las nuevas tecnologías, la ciberseguridad y el sector oleícola. Igualmente han pasado por la Diputación y recibidos por su presidente, Francisco Reyes, cuyo organismo ha colaborado para la llegada a Jaén de esta embajada china. Reyes les ha abierto las puertas y les ha presentado los rasgos generales de la economía provincial, y sus principales fortalezas, en la que destaca la industria, y les ha transmitido el mensaje de que toda la provincia es una tierra de oportunidades.
El gigante asiático puede ser en poco tiempo uno de nuestros aliados estratégicos si se materializan los protocolos y los compromisos establecidos. De ser así lo más probable es que aumente el número de ciudadanos chinos en la capital, que en el padrón de 2022 estaba en 183 personas y 742 en toda la provincia. Nosotros necesitamos apoyos para avanzar porque solos no podemos. Sí, ya se sabe que la reacción es expectante y que hay quienes valoran más la importancia de la convulsión geopolítica y la extensión de los imperios, por lo que puede surgir la pregunta de ¿qué quiere esta gente de nosotros? Pero también es factible concluir con otra visión más optimista y en defensa de nuestros propios intereses, si vienen los chinos debe ser por algo…bueno. El futuro no sabe de fronteras y en Jaén no estamos precisamente para permitirnos el lujo de decidir quién sí y quién no. Yo apuesto por el desarrollo de Jaén y esta me parece una muy buena alianza estratégica, sin que eso signifique renunciar a otras. Ya se sabe que lo que abunda no daña y que lo único importante es ver de qué manera asistimos al desarrollo de Jaén que tanto tiempo venimos demandando.
(Dicho todo lo cual les emplazo a la crónica de mañana. Será el momento, con el debido sosiego, de analizar no ya el «caso Cerdán», que ha estado en el punto de mira en los últimos días y parece que sólo Pedro Sánchez se ha enterado por los periódicos, sino el papel de Jaén en el fango. Hace unos días ya aludíamos al empresario metido en estos líos, pero todo hace indicar que Jaén tiene más presencia. Uno, simple ciudadano, llega a sentir vergüenza ajena).
Foto: La embajada china con las autoridades, a las puertas del Palacio de la Diputación.