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Por ANTONIO GARRIDO / Estamos a una semana del apagón, que nos ha tenido entretenidos durante todos estos días, lo que nos faltaba en este país donde pasamos de un asunto escabroso a otro sin solución de continuidad. Estamos tan predispuestos a la polémica, a la crispación y a la polarización que solo faltaba que surgiera una adversidad de esta naturaleza. Trato de no echar más leña al fuego, para que no cunda la desesperación y las redes sociales no sigan derrochando opiniones para todos los gustos, en unos casos entendibles, y en otros salidas de tono aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, pero no ha sido un asunto menor, y lo peor de todo es que a día de hoy me parece que no solo no tenemos claro su origen sino que todo nos lleva a que al final la sucesión de decisiones políticas ha podido ser la causa. Escuchar a los expertos cuando se refieren a que hay que analizar miles de puntos estratégicos da pavor, no debiera ser tan complicado, y además, como suele ocurrir en nuestro país a falta de explicaciones razonables y razonadas el suceso pasa a engrosar la nómina de desencuentros entre gobierno y oposición, así que hay cuerda para rato.

A todo esto se ha visto aumentada nuestra inquietud, con todos los problemas en el escenario nacional, andaluz y local, de pronto nos ha sorprendido un acontecimiento inesperado, tuvimos la osadía de creernos a quienes desde sus cómodos despachos y suculentos sueldos nos habían prometido que nos encontrábamos bien en nuestra zona de confort, y ahora no paran de avisarnos por tierra, mar y aire, de nuestra fragilidad, de que tengamos kit de supervivencia, que no hay nada seguro, que no dejemos de tener dinero en efectivo, etc., etc., etc. Nos obligan por decreto a dejar de tener confianza. El Señor nos ampare.

Y sí, en los próximos días quien ha de decidir es el Espíritu Santo, pero menuda responsabilidad se le está otorgando para la elección del nuevo Pontífice que sustituirá al fallecido Papa Francisco. Acabo de echar un vistazo a los periódicos nacionales de este día, a cabeceras de carácter religioso y a alguna que otra información exterior y lo cierto es que la frase de Jesús “mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36) parece que está en peligro a juzgar por los movimientos de los poderosos y los influyentes del mundo que se creen con derecho a quitar y poner a su antojo al sucesor de Pedro. La de intereses que parecen existir a juzgar por las interpretaciones que se están publicando. Recuerdo que hace años a este tipo de ritual lo acompañaba un gran secretismo, apenas había ruido, o eso me parecía, iluso de mí, tal vez porque la comunicación no era ni tan rápida ni tan universal, ahora cualquier movimiento de un cardenal cualquiera pasa a ser noticia en segundos. Pero sí detecto que hay muchos intereses en juego, unos más legítimos que otros. Yo personalmente, como cristiano, deseo un Papa de acuerdo con el momento que nos ha tocado vivir, alguien que mire al futuro y no ponga todo el acento en el retrovisor, una Iglesia de hoy, y no de ayer, o en todo caso donde convivan la doctrina con este momento histórico del siglo XXI. Para otros muchos, más de los que pudiera pensarse, y probablemente los que estén moviéndose entre bastidores, la prioridad es que no llegue al Papado alguien que haga seguidismo del legado de Bergoglio, “el hereje”. Son menos pero tienen mucho dominio. Que el Espíritu Santo ilumine a los purpurados para que el “Habemus papam” al que asistiremos hacia mediados de semana sea una buena noticia para el mundo, otra bocanada de aire fresco como lo fue en su día Francisco. Y que Dios me perdona por este atrevimiento. Al infierno, seguro.

Tras este preámbulo entramos en las temas de casa, y lo primero que se me ocurre es señalar que los sindicatos y los partidos que les secundan deberían plantearse qué hacer con el 1 de mayo, que poco a poco va perdiendo fuerza, es decir, presencia, y porque en algunos casos tocan a rebato. Recuerdo otros primeros de mayo de hace años en los que si bien las asistencia nunca fueron espectaculares, había mucha más respuesta, ahora da la impresión de que ni siquiera acuden los liberados sindicales, que de sumarse ya harían un bloque más numeroso. Este año he visto que a los habituales se les han unido representantes del partido provincialista Jaén Merece Más, tal vez porque se sienten en la necesidad de hacerse visibles, al fin y al cabo estaban con sus socios de gobierno, ya que había una amplia representación socialista, en torno a su nuevo líder, Juan Latorre, que ahora aparece hasta en la sopa. Pero a lo que iba, los sindicatos deberían darle una pensada porque algo falla. El 1 de mayo no es desde luego una jornada de fiesta, o puede serlo para los que trabajan y especialmente los que disfrutan de buenos puestos y salarios, pero también es fundamentalmente una fecha reivindicativa, porque nuestra provincia hay mucho por hacer y por resolver. Hay que ser solidarios con quienes se encuentran en peores condiciones, por eso un Primero de Mayo que no luzca es un fracaso de todos. Por cierto aprovecho para lamentar los comentarios maliciosos en redes sociales sobre los sindicatos. Es injusto generalizar a todo el colectivo por alguna experiencia, por muy lamentable que sea. Conozco tareas sindicales comprometidas, y otras que lo son menos. Tienen su papel los sindicatos, son o deben ser garantes y más en una provincia como la nuestra con un mercado laboral tan debilitado y complejo.

Un acontecimiento importante de los últimos días ha sido vivir en la capital la 66ª edición del Certamen Internacional de Piano Premio Jaén, otro éxito rotundo de la auténtica joya de la corona de los acontecimientos que proyectan a Jaén en el exterior, como lo prueba que cada año se supera el número de los aspirantes, esta vez de más de una quincena de países. Impecable la actuación del jurado y calidad absoluta en los pianistas, de modo especial los que llegaron a la final. Y el ganador de este año, el jovencísimo intérprete chino Zhiquan Wang, un maquinón, sin duda alguna un virtuoso que tiene una carrera asegurada. Todo muy bien, aunque ya al margen de la parte musical propiamente dicha, más bien en el ámbito protocolario o social, que tampoco pasa desapercibido, hay varios detalles que han llamado mi atención, y no para bien. Una, que pudiera entrar dentro de la lógica política, la decisión del organismo promotor, Diputación Provincial, de enviar a entregar el primer premio a su recién designado vicepresidente primero de Relaciones Institucionales, a su vez secretario provincial de los socialistas, Juan Latorre.

Me ha chirriado un poco, nada extraño que la entrega la hubiera protagonizado el presidente, pero de no ser así creo que debería haber delegado en la diputada, antes vicepresidenta tercera, África Colomo, que es la responsable de la organización, y ya que se encarga de que todas las teclas suenen a la perfección debería gozar del honor de entregar el premio, como ocurrió el pasado año sin ir más lejos. Es llamativo y en este caso casi metido con calzador, que el responsable de la Corporación Provincial haya querido promocionar a su delfín, el elegido, parece que hay prisa por situarlo en línea de salida, pero ‘ojito’ con los excesos, una buena imagen no es compatible con hacerse presente de manera indiscriminada donde se le espera y donde no, y su foto todos los días y a todas las horas. En todas las cosas de la vida, también en la política, qué importante es la mesura.

En política a estas alturas no cabe el asombro, pero este tipo de encargos deberían hacerse poco a poco, con prudencia. Igual que me ha sorprendido que este año, si observamos las redes y las notas de prensa puede parecer que el Ayuntamiento de Jaén lleva también la batuta del certamen y lo que hace es patrocinar el importante e histórico Premio Rosa Sabater, que con la economía que tiene no sé si está en condiciones de estos dispendios, pero el protagonismo del Ayuntamiento no ha pasado desapercibido, en sintonía con la complicidad existente con el Palacio de la Plaza de San Francisco. Es positivo, desde luego, y hable bien de él que el Ayuntamiento se implique a fondo, pero también de acuerdo a sus posibilidades. En tanto que en un concurso de este nivel no estaría mal que, si lo desea, pueda estar presente la Junta de Andalucía institución, sea del signo que sea. Un puntito de sesgo que a mi parecer tendría que evitarse, porque ciertamente la Diputación es la que organiza y promueve, pero el Premio Jaén de Piano ya es patrimonio de esta ciudad, no se lo debe apropiar nadie, aunque se reconozca, como he hecho en ocasiones anteriores, el tremendo esfuerzo y prestigio alcanzado. Pero no me gustaría que por cuestiones de esta índole se pueda ver perjudicado uno de nuestros grandes referentes en el mundo. Aviso a navegantes.  

Llueve sobre mojado en torno al apagón de hace una semana. Es el propio PSOE por medio de su omnipresente secretario provincial, en su doble función orgánica e institucional, quien nos recuerda que “el Gobierno va a impulsar el gran salto de las infraestructuras eléctricas de la provincia”. Nadie reconoce responsabilidad sobre el desierto eléctrico de la provincia, ni el PSOE ni tampoco el PP en la cuota parte que le corresponde en sus años de gobierno y de prolongada sequía inversora. En este asunto vamos con un retraso espectacular, somos los últimos, estamos a la cola, y los políticos, todos, deberían ser responsables y actuar en vez de hacer sermones complacientes. A todo esto estamos a la espera de que a la Junta de Andalucía, su consejera de Fomento, que tanta prisa metió el Ayuntamiento para que le entregara el documento de existencia de fondos, con un ultimátum poco compatible con la lealtad institucional a la que tanto se recurre pero sin creer en ella, todo lo contrario, combatiéndola, decida licitar la explotación del tranvía, por lo que cada semana que pasa, culpándose los unos a los otros, como siempre, todo apunta a que llegamos a fin de año sin tranvía, por mi parte lo tengo más que claro. Es un problema de voluntad política y de gestión, menos mal que es dinero de Europa, pero ni con esas.

En lo que respecta al Ayuntamiento, la semana pasada tuvieron el gesto de no llevar mociones al pleno como expresión de solidaridad con el lunes a oscuras, pero es como pedir peras al olmo, no pueden pasar más de dos días sin sus enfrentamientos, le dan la vida a los dos grandes y de paso a Jaén Merece Más, que no quiere salirse del paisaje. Todavía van por la participación ciudadana en el proyecto de la intermodal y los asuntos ferroviarios, en el partido provincialista su presidente, Juanma Camacho, reta al PP a un debate televisado. Estaría bien, menos comunicados poniéndose verdes y que los veamos defenderse con argumentos, a ver quién los tiene y a ver quién gana.  

Foto: El ganador del Premio Jaén de Piano, el jovencísimo intérprete chino Zhiquan Wang, recibió su galardón de manos del flamante vicepresidente primero de Relaciones Institucionales de la Diputación Provincial, Juan Latorre.   

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